Polonia, un país muy cálido para los turistas argentinos

Polonia es un país de Europa Oriental en el mar Báltico, conocido por su arquitectura medieval y su herencia judía. El país polaco recobró su independencia tras la Primera Guerra Mundial como la Segunda República Polaca, pero fue ocupada por la Alemania nazi y la Unión Soviética al estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939. Polonia es la sexta economía más grande y una de las más dinámicas de la Unión Europea, alcanzando en simultáneo un nivel muy alto en el Índice de Desarrollo Humano.

Se puede explicar con muchos  más datos técnicos un país que se reconstruyó y hoy tiene una gran estructura política, económica y principalmente cultural para mostrar al mundo.

Gabriel Oscar Enríquez es un nieto de ciudadanos polacos, que pudo viajar a conocer parte de su historia, encontrándose con una Polonia, muy diferente al que le contaban sus abuelos, que emigraron a Argentina en la segunda Guerra mundial.

Enríquez es director del Ballets Polaco en la casa típica del Parque de las Naciones de Oberá y a fines del mes de noviembre del 2019, recorrió junto a una delegación, gran parte de Polonia, aprovechando para capacitarse en danza, con uno de los mejores ballets que tiene ese país.

“Nosotros decidimos ir antes para recorrer Polonia, que es la tierra de mis abuelos, entonces fue una manera de conocer mis raíces en busca de por qué migraron a Argentina y la verdad que Polonia ahora es totalmente diferente a lo que contaba mi abuelo”, dijo Enríquez.

El país polaco tiene muchísimos lugares turísticos y muy variados.  “Tenés que ver lo que es la capital Varsovia, que es la gran ciudad, fue reconstruida en una ciudad moderna, con monumentos muy hermosos, con lugares al costado del río, con espacios emblemáticos para los polacos después de la invasión de la Segunda Guerra Mundial”.

Otro de los lugares muy importante para recorrer es la antigua capital del Polonia, que es Krakow. En su casco histórico tiene muchísima cultura, monumentos edificios, imposible de perdérselo.

En WrocÅ‚aw, que es conocido en la jerga como la Venecia del Este,es muy conocido el lugar por los gnomos que en toda la ciudad están distribuidos, donde está la posibilidad de ir buscando y cazándolos por la ciudad. “La verdad que es una actividad muy linda y tiene muchos canales, edificios, esculturas. En todo el país se destacan además las  estatuas enormes y muy lindas en lugares públicos y privados”, explicó.

Respecto a la capacitación con la danza de Polonia, el curso al que asistieron fue en Koszecin, donde estuvieron en el Palacio que pertenecía a un príncipe y el gobierno le cedió al grupo de danza para que sea su sede.

Disfrutar y degustar

Con respecto a la gastronomía polaca, “es una de las más ricas”, dijo el turista argentino. “Nosotros fuimos en temporada de invierno, celebramos la navidad allá y nunca celebré tanto esa festividad como ese año, porque los polacos son muy respetuosos de las tradiciones y católicos”, agregó.

Enríquez contó además que es muy típico cenar 12 platos, que van entre salado y dulce. Lo que más se destaca son los pierogui, que son de diferentes elementos, además de las sopas, las truchas y todos los pescados. De entre todo lo dulce se destacan las compotas de frutas, además de una hostia sin consagrar que es entregada a cada persona que son invitadas a la cena. Gabriel recomienda que quien tenga la oportunidad de viajar a polonia después de la pandemia, vaya por los walking free tours, que turismo guiado realizado por personas que trabajan por el dinero que los turistas quieran entregarles.

La agrupación de sudamericanos que viajaron, arrancaron con los guías y los recorridos, que duran entre dos horas y media y, una vez realizado el pantallazo general, volvieron a los lugares que entendían eran los más importantes y recorrieron así la ciudad en profundidad.

Otro de los detalles no menos importante es que las personas son muy honestas, porque el producto de la chacra o del campo que se producen en excesos, se muestran en unas casillas o puestos en la entrada de sus campos, donde hay la lista de precios, además de una balanza. Las personas que pasan y necesitan el alimento pesan los productos y dejan el dinero en una caja.

La similitud que encontró con Misiones es en la vegetación, ya que hay árboles, pinos, “es muy parecido aquí y el clima es muy diferente, cuando estuvimos había mucha nieve y necesitabas algo caliente o vodka para mantenerte estable”, destacó.

Respecto al té de los polacos, es una mezcla de diferentes productos, como por ejemplo el té frutal que son trozos de frutos, mezclados con flores que es muy agradable al paladar.

Para Gabriel la pandemia lo frenó para volver al país de sus abuelos, porque tiene otros sectores para conocer. “Faltó la parte del sur y del este, porque Polonia es grande y queda mucho por ir a recorrer”, señaló.