Entre semana el número se reduce a la mitad

Clausuran más de cinco bares por fin de semana en Posadas

La mayoría se da por aglomeración de personas, además del incumplimiento del uso de barbijos. Las multas pueden llegar a los 300.000 pesos según cada caso
sábado 08 de mayo de 2021 | 4:00hs.
Clausuran más de cinco bares por fin de semana en Posadas
Clausuran más de cinco bares por fin de semana en Posadas

La pandemia de coronavirus sigue vigente y los protocolos sanitarios también. Sin embargo, conforme se fueron habilitando actividades, la población en general se fue relajando y esto obligó a controles cada vez más estrictos.

Si bien las tareas de control y concientización son de prevención, ante casos de incumplimiento de protocolos y horarios se labran actas de intimación hasta llegar a la clausura de los establecimientos, que conllevan multas hasta los 300.000 pesos en Posadas.

Radioactiva dialogó al respecto con Juan Pablo Ramírez, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Posadas, quien explicó que la mayor cantidad de incumplimiento de protocolos se da en el marco de la nocturnidad. 

“Si tenemos que hacer un promedio, clausuramos de cinco a seis comercios cada fin de semana, de diferentes rubros, ya sea bares, negocios, despensas que están fuera de los horarios establecidos, pero en los operativos de nocturnidad es donde hay mayor movimiento de personas”, explicó. Además destacó que durante la semana también se realizan procedimientos, pero el número de locales clausurados disminuye a dos o tres.

“Los fines de semana hay mayor movimiento en estos rubros donde es más difícil controlar. Si existe alguna irregularidad en estos comercios, ya sea bares o restaurantes, hacemos un acta de infracción como primera medida, que esto representa multar al lugar por estar cometiendo una infracción”, dijo.

En este sentido, el funcionario especificó que las multas se fijan en litros de combustible y van de los 100.000 a los 300.000 pesos, pero pueden variar según la gravedad de la infracción o la reincidencia, además de que la sanción no la determina el municipio, sino que es competencia de los juzgados de Faltas. 

“La infracción más frecuente que encontramos en esos sectores es superar la capacidad por mesa, está previsto en los protocolos que la circulación de las personas por espacios comunes, como ir a la caja o al sanitario, tiene que ser con barbijo y muchas veces no se cumple la cantidad de personas por mesa, el uso de barbijo o la gente se aglomera mucho”, destacó Ramírez.

Las inspecciones tienen dos modalidades: por un lado se realizan las recorridas de oficio de acuerdo a un recorrido establecido, y por otro se acude específicamente a donde se reportó alguna denuncia de un vecino. 

“La responsabilidad es de todos, del comerciante, del ciudadano y del Estado. Las personas tienen mucho compromiso social y alertan ante situaciones de irregularidad”, aseguró Ramírez al tiempo que recordó que para realizar denuncias está disponible el 0800-888-2483 del Centro de Atención al Ciudadano, así como el 376-4699993 de Control Comunal.   

Este matutino dialogó además con el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), Sergio Bresiski, quien aclaró que si bien hay muchos bares y restaurantes adheridos a la institución, no son todos, como en el caso de algunos bailables devenidos en bares que fueron recientemente clausurados.

“Somos conscientes de que los protocolos están para cumplirlos, desde lo comercial y como ciudadanos. Nosotros cambiamos toda nuestra forma de trabajar tratando de administrar el recurso humano para que no existan aglomeraciones y tratamos de controlar siempre el cumplimiento de protocolos. A veces lo que sucede es que se clausura un local porque el consumidor no cumple los protocolos y eso es injusto”, lamentó. 

Desde este punto de vista, remarcó una conducta social que en la noche se ve mucho más marcada, ya que consideró que “el consumidor se desenvuelve de una forma mucho más libre que durante el día cuando sale a comprarse un zapato. Mirando un recital de música en vivo la gente se comporta diferente. Para los dueños de los bares es complejo controlar constantemente que la gente no se junte en las mesas y demás”. 

Por otra parte, destacó que en lo que respecta a supermercados, locales de ropa o paseos de compras, no se registran situaciones de descontrol, “salvo algunas excepciones en que puede llegar a ingresar mucha gente”.

“El equilibrio que conseguimos está atado con alambres, a veces por dos o tres hechos puntuales echan por la borda el trabajo de un año de todo el resto”, cerró. 

La pandemia de coronavirus sigue vigente y los protocolos sanitarios también. Sin embargo, conforme se fueron habilitando actividades, la población en general se fue relajando y esto obligó a controles cada vez más estrictos.

Si bien las tareas de control y concientización son de prevención, ante casos de incumplimiento de protocolos y horarios se labran actas de intimación hasta llegar a la clausura de los establecimientos, que conllevan multas hasta los 300.000 pesos en Posadas.

Radioactiva dialogó al respecto con Juan Pablo Ramírez, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Posadas, quien explicó que la mayor cantidad de incumplimiento de protocolos se da en el marco de la nocturnidad. 

“Si tenemos que hacer un promedio, clausuramos de cinco a seis comercios cada fin de semana, de diferentes rubros, ya sea bares, negocios, despensas que están fuera de los horarios establecidos, pero en los operativos de nocturnidad es donde hay mayor movimiento de personas”, explicó. Además destacó que durante la semana también se realizan procedimientos, pero el número de locales clausurados disminuye a dos o tres.

“Los fines de semana hay mayor movimiento en estos rubros donde es más difícil controlar. Si existe alguna irregularidad en estos comercios, ya sea bares o restaurantes, hacemos un acta de infracción como primera medida, que esto representa multar al lugar por estar cometiendo una infracción”, dijo.

En este sentido, el funcionario especificó que las multas se fijan en litros de combustible y van de los 100.000 a los 300.000 pesos, pero pueden variar según la gravedad de la infracción o la reincidencia, además de que la sanción no la determina el municipio, sino que es competencia de los juzgados de Faltas. 

“La infracción más frecuente que encontramos en esos sectores es superar la capacidad por mesa, está previsto en los protocolos que la circulación de las personas por espacios comunes, como ir a la caja o al sanitario, tiene que ser con barbijo y muchas veces no se cumple la cantidad de personas por mesa, el uso de barbijo o la gente se aglomera mucho”, destacó Ramírez.

Las inspecciones tienen dos modalidades: por un lado se realizan las recorridas de oficio de acuerdo a un recorrido establecido, y por otro se acude específicamente a donde se reportó alguna denuncia de un vecino. 

“La responsabilidad es de todos, del comerciante, del ciudadano y del Estado. Las personas tienen mucho compromiso social y alertan ante situaciones de irregularidad”, aseguró Ramírez al tiempo que recordó que para realizar denuncias está disponible el 0800-888-2483 del Centro de Atención al Ciudadano, así como el 376-4699993 de Control Comunal.   

Este matutino dialogó además con el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), Sergio Bresiski, quien aclaró que si bien hay muchos bares y restaurantes adheridos a la institución, no son todos, como en el caso de algunos bailables devenidos en bares que fueron recientemente clausurados.

“Somos conscientes de que los protocolos están para cumplirlos, desde lo comercial y como ciudadanos. Nosotros cambiamos toda nuestra forma de trabajar tratando de administrar el recurso humano para que no existan aglomeraciones y tratamos de controlar siempre el cumplimiento de protocolos. A veces lo que sucede es que se clausura un local porque el consumidor no cumple los protocolos y eso es injusto”, lamentó. 

Desde este punto de vista, remarcó una conducta social que en la noche se ve mucho más marcada, ya que consideró que “el consumidor se desenvuelve de una forma mucho más libre que durante el día cuando sale a comprarse un zapato. Mirando un recital de música en vivo la gente se comporta diferente. Para los dueños de los bares es complejo controlar constantemente que la gente no se junte en las mesas y demás”. 

Por otra parte, destacó que en lo que respecta a supermercados, locales de ropa o paseos de compras, no se registran situaciones de descontrol, “salvo algunas excepciones en que puede llegar a ingresar mucha gente”.

“El equilibrio que conseguimos está atado con alambres, a veces por dos o tres hechos puntuales echan por la borda el trabajo de un año de todo el resto”, cerró. 

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