viernes 29 de marzo de 2024
Algo de nubes 27.7ºc | Posadas

Olivia Márquez y Sandro Leiva fueron asesinados el 28 de marzo de 2017

Prisión perpetua para dos acusados del doble homicidio de Puerto Rosario

“Todavía falta uno y voy a seguir luchando para que ese también pague”, subrayó emocionada Daina Mouls. El ex policía Víctor Dlugokinski y Leandro Bublitz pasarán 35 años tras las rejas

viernes 07 de mayo de 2021 | 5:30hs.
Ex policía
Dlugokinski será alojado en un pabellón de ex policías en la Unidad Penal I de Loreto. / FOTO: Macarena Bordón
Dlugokinski será alojado en un pabellón de ex policías en la Unidad Penal I de Loreto. / FOTO: Macarena Bordón

El abrazo interminable de Daiana Mouls (24) con sus más íntimos. Las lágrimas irrefrenables tras largos cuatro años en búsqueda de justicia por el asesinato de su mamá Olivia Márquez (46) y de su padrastro Sandro Leiva (41), registrado en Puerto Rosario.
Tanto desahogo hecho temblor que necesitó tomar un poco de agua y sentarse para asimilar lo que acaba de pasar en la sala de debates del Tribunal Penal Uno de Oberá.

El ex cabo de la Policía de Misiones Víctor Dlugokinski (35) y Leandro Bublitz (38) fueron condenados a prisión perpetua como coautores penalmente responsables del delito de doble homicidio calificado por haber sido cometido con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas. Es decir que pasarán 35 años tras las rejas.

Los imputados escucharon el veredicto sin inmutarse, tal vez porque lo presagiaron ante el cúmulo de pruebas en su contra que se plasmaron durante las seis audiencias del debate oral.

Pero para Mouls, que participó de todo el juicio como querellante particular patrocinada por el abogado Juan Szymcak, la sentencia vino a calmar tanto dolor e impotencia acumulados.

“Les prometí sobre sus tumbas que iba a dejar mi vida si hacía falta, pero que iba a luchar para que se haga justicia. Lo que les hicieron a mis padres no tiene nombre, no hay perdón. Pasaron cuatro años de mucha angustia y por momentos desesperación porque no los tengo más. Ahora gracias a Dios se hizo justicia y los culpables van a pagar. Pero todavía falta uno y voy a seguir luchando para que ese también pague”, remarcó Mouls tras el fallo.

Respecto a que “todavía falta uno”, la joven hizo referencia al hermano del ex policía y también imputado Pablo Dlugokinski, quien luego del hecho escapó a Brasil, donde está detenido.

La hipótesis del crimen
En diálogo con El Territorio, ya repuesta de la emoción que la embargó tras el veredicto, Daiana Mouls agradeció a las personas que la acompañaron en los últimos cuatro años y ponderó lo actuado por la justicia.

La joven es la única hija de Olivia Márquez y consideraba a Leiva como su padre, por lo que el doble homicidio fue un cimbronazo que cambió su vida. Para colmo, los hermanos Dlugokinski son sus primos hermanos y Bublitz también tiene un grado de parentesco.

Al momento del hecho Mouls se hallaba en segundo año del profesorado de Educación Física, carrera que concluyó con enorme esfuerzo en medio de un trance tan doloroso.

“Hubo días en que me costó levantarme, pero luché y me recibí por ellos”, dijo emocionada.

Mouls, hija de una de las víctimas, emocionada tras el fallo. FOTO: Macarena Bordón.

Con relación a la motivación que habrían tenido los asesinos para perpetrar el doble homicidio, la joven adhirió a la hipótesis que ayer desplegó la fiscal Estela Salguero en su impecable alegato.

En este punto cobra relevancia las circunstancias del deceso de Ildo Victorino Dlugokinski (58), padre del ex policía, quien falleció el 25 de marzo del 2017 y el hecho fue caratulado como un incendio accidental. Tres días después desparecieron Márquez y Leiva.
Incluso, en la instrucción Bublitz dijo que los hermanos Dlugokisnki le confesaron que pergeñaron el doble homicidio porque sospechaban que la pareja mató a su papá, lo que no habría sido más que le excusa que el ex policía le dio a su hermano que entonces residía en Brasil y llegó al país para la inhumación de su progenitor.

En su alegato, Salguero expresó que aquel 25 de marzo “las víctimas fueron testigos de una feroz pelea entre el policía y su padre, donde hasta hubo un machete, y eso podría saltar en una investigación posterior”.
En tanto, Mouls señaló “coincido con la teoría de la fiscal. Los mataron para encubrir el asesinato de su propio padre”.

La emoción de la querella
En su alegato, el querellante Juan Szymcak graficó que los asesinos “sembraron de pruebas” el expediente, por lo que pidió la máxima pena.

Relató que todo comenzó el 28 de marzo del 2017 al mediodía, cuando Márquez y Leiva se dirigieron en moto a la chacra de Dlugokinski, distante a ocho kilómetros, donde fueron emboscados y ultimados por los tres imputados.
“Los victimarios eran sus parientes, por eso fueron con confianza y así los sorprendieron”, mencionó.

Para graficar la premeditación de los homicidas, indicó que ya el día anterior Víctor Dlugokinski (entonces policía en actividad) llevó a su esposa e hijo a la casa de sus suegros para asegurarse de que no haya testigos en su chacra de Puerto Rosario, municipio de Florentino Ameghino.

“Allí los sometieron a una feroz golpiza. Luego hicieron arrodillar a la señora y le pegaron un tiro en la nuca y otro en el costado. A su concubino lo ataron y lo mataron, también arrodillado”, detalló y se quebró.

“Pido disculpas por la emoción, pero conocía muy bien a las víctimas”, agregó el letrado.
En la continuidad de su alegato, Szymcak indicó que en horas de la noche del mismo 28 de marzo los homicidas “colocaron la moto de las víctimas en el auto del ex policía con las intenciones de arrojarla al río, pero felizmente fueron vistos por una patrulla de Gendarmería”.

Además de hallar el arma reglamentaria del cabo y dos fajos de dinero, los gendarmes dejaron constancia de que en el baúl del Chevrolet Aveo había una moto desarmada.

Tras constatar sus antecedentes el trío fue liberado, pero continuaron viaje en sentido contrario al que inicialmente mencionaron con el argumento de llevar la moto a un taller.
Cuatro días después los restos de la moto fueron hallados en el arroyo Los Toros.

Leandro Bublitz será alojado en la UP II de Oberá. FOTO: Macarena Bordón.

La confesión de Bublitz
Después de escuchar el detallado y emotivo alegato de la querella, la fiscal Salguero expresó: “Casi que me quedo sin palabras”, tras lo cual aportó una batería de pruebas que terminó sentenciando a los imputados.

Indicó que el doble homicidio se registró en el patio de la casa de Víctor Dlugokinski, donde luego se halló sangre humana.
Los cadáveres fueron trasladados hasta un cerro situado a unos 200 metros de la vivienda, donde los sepultaron en una precaria fosa.

“En el carro no encontraron sangre, lo que revela que usaron chala, marlo y carbón como colchón sobre el cual pusieron los cuerpos, la misma chala, marlo y carbón que después desecharon en la fosa. También se encontraron huellas del carro en el cerro”, remarcó.

Incluso, citó que araron la tierra para ocultar restos de sangre; mientras que la autoría del hecho surgió de la declaración indagatoria del propio Bublitz, quien mencionó que el 28 de marzo al mediodía se hallaba en su casa de Puerto Panambí y llegaron Víctor y Pablo Dlugokinski, sus cuñados. Se quedaron a almorzar y luego le invitaron “para dar una vuelta”, indicó oportunamente.

“Cuando salimos de mi casa eran las 16, 16.30 y en el camino, llegando a la casa de Víctor, ellos me contaron que habían matado a esa pareja de Olivia Márquez y Sandro Leiva por el motivo que habían descubierto que habían matado a su padre, llamado Ildo Victoriano Dlugokinski. Ellos habían desarmado la moto de la pareja y yo no sabía lo qué hacer. Me puse muy nervioso y ellos me pidieron que los ayude a deshacerse de la moto”, relató en la indagatoria.

Pero para la fiscal, el imputado realizó un “detalle tan minucioso que sólo lo puede dar una persona que participó del hecho”.

“Estaban los tres”
Según la fiscalía, el doble homicidio ocurrió entre las 12.30 y las 16 del 28 de marzo. Para ello tuvo en cuenta el testimonio de un comerciante que contó que esa mañana la pareja le compró un pollo y un kilo de arroz.

“Luego volvieron a la casa, por lo que a las 10 no pudieron haber estado en la casa del policía”, indicó descartando la versión de Bublitz que indicó que los hermanos asesinaron a la pareja y luego fueron a almorzar a su casa.

En cambio, para Salguero “Márquez y Leiva estaban preparando el almuerzo cuando el policía los llamó; no sabemos qué les dijo, tal vez que les iba a pagar lo que les debía o que tenía trabajo para ellos”, ya que la pareja solía trabajar en la chacra de Dlugokinski.

El teléfono de Márquez nunca apareció, por lo que no hay registros de dicha llamada o mensaje.
“Sin dudas estaban los tres”, subrayó la fiscal respecto a la participación de todos los imputados.
“Y al llegar a la casa del policía empezó el calvario. La manera que hicieron sufrir a esta pareja no tiene ningún tipo de justificativo. Ataron a Leiva y le dispararon de arriba hacia abajo estando arrodillado. A la señora le apoyaron el arma en la nuca y dispararon.

También estaba arrodillada. Eso es ensañamiento. Los hicieron sufrir desmesuradamente”, subrayó.
Desestimó el relato del ex policía, quien en indagatoria le adjudicó toda la responsabilidad al hermano prófugo. Además, solicitó que se investigue a cinco personas por falso testimonio; reclamó justicia para las víctimas y pidió la máxima pena, lo que fue avalado por el Tribunal integrado por Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Miguel Orlando Moreira.

La investigación de Daiana

En la última jornada del debate declararon peritos e investigadores del doble homicidio.
El licenciando en Criminalística Marcelo Maslowski precisó que al momento del hecho era jefe de la citada división de la Unidad Regional II y brindó un preciso detalle de la escena del crimen.

Ambos cadáveres fueron hallados el 2 de abril del 2017 en una la fosa en la chacra del ex policía. A metros del lugar encontraron la escopeta, una de las dos armas usadas para ultimar a la pareja. La otra fue la pistola reglamentaria de Dlugokinski que fue encontrada en su lugar de trabajo, en la finca de oficiales de Oberá.

“En el galpón y en patio se hallaron manchas de sangre”, señaló.

 

El licenciado en Criminalística, Marcelo Maslowski, declaró y dio detalles de la escena del crimen. / FOTO: Macarena Bordón.

Por su parte, el oficial Carlos Ariel Lentini destacó la figura de la hija de las víctimas, quien hizo realizó una investigación paralela.
“La señorita Mouls aportó el dato que Gendarmería identificó el Aveo de Dlugokinski. Después la misma joven entregó una constancia de la patente de la moto que se encontró en el arroyo”, agregó.

En su alegado, el defensor del ex policía, José Reyes, intentó cuestionar la metodología de detención de Víctor Dlugokinski en Brasil y mencionó que “los superiores engañaron al policía para traerlo”. Luego pidió absolución por beneficio de la duda
Luciano Luna, defensor de Bublitz, argumentó que su cliente es diestro pero padece la falta de varios dedos de la mano derecha por un incidente anterior, por lo que no es apto para disparar armas de fuego. Solicitó la absolución por homicidio, aunque consideró que era pasible de encubrimiento.

El fallo de la víspera determinó que Dlugokinski será alojado en la Unidad Penal Uno de Loreto, que cuenta con un pabellón para ex policías, y Bublitz en la Unidad Penal II de Oberá. La lectura de los fundamentos de la sentencia se prevé para el 20 de mayo a las 12.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me da tristeza 0%
Me da alegría 0%
Me da bronca 0%
Te puede interesar
Ultimas noticias