Aumentaron pedidos de uniformes pero señalan faltante de telas

viernes 07 de mayo de 2021 | 6:04hs.

El arribo de la pandemia y el cierre de las fronteras repercutió de lleno en la actividad textil en general.

Previo a ello, tanto en Puerto Iguazú como en San Pedro se contaba con un gran número de demanda. Pero por unos meses la actividad quedó paralizada para luego regresar con un aumento de pedidos. Sin embargo, en muchos casos, señalan la dificultad para conseguir la tela, insumo clave para la producción, que anteriormente se conseguía del lado brasileño.

Panorama en Iguazú

En Iguazú, tres empresas pertenecen al rubro textil.  La mayoría está abocado a la confección de uniformes para empresas, escuelas y fuerzas de seguridad. Además, manteles y cortinas para hoteles; una de ellas solamente lleva adelante la confección y estampa a de las tradicionales remeras con los paisajes de cataratas que se encuentran en todos los regionales.

“Ahora el trabajo ha mejorado.  En pandemia, los primeros días trabajamos ad honorem en la confección de barbijos y ambos para los médicos y personal de salud. Recibíamos las telas de las empresas que colaboraban y nosotros con un equipo de casi diez personas confeccionábamos. Después de eso estuvimos sin hacer nada, sobreviviendo de ahorros y en agosto nos solicitaron la confección de barbijos certificados por la Anmat, cosa que era imposible pero diseñamos un barbijo donde utilizábamos tela certificada para los barbijos que nos permitió comenzar a trabajar y tener un ingreso de dinero”, explicó Rodrigo Blanco, propietario de Rhoma remeras y chombas.

Tras la confección de barbijos, comenzó la demanda de uniformes. Las empresas se encontraron con la necesidad de comprar telas en Argentina, ya que la materia prima era adquirida en Brasil, pero con el cierre de la frontera se abocaron al mercado nacional y se encontraron conque la calidad no es la misma y es difícil conseguir el mismo todo de color de un mes a otro.

“Siempre compramos en Brasil porque la tela brasileña es de mejor calidad y la tecnología que tienen les permite mantener la gama de colores intacta, cosa que no ocurre en Argentina. Un mes compras un tono arena y al mes siguiente es más claro o más oscuro y eso baja la calidad de nuestro trabajo, sin contar que con el hecho de que no cuentan con stock.

En lo que respecta a los uniformes, que anteriormente se compraban en Paraguay y Brasil, la demanda se concentró a nivel local y registran muchos pedidos, aunque el faltante de telas complica la producción para diferentes entes, tantos públicos como privados.

Panorama en San Pedro

En San Pedro, el trabajo textil se concentra en algunas costureras y modistas, a quienes recurren padres, familias y empresas para la confección de uniformes. Previo a la pandemia, muchos de los materiales se conseguían en Paraguay dada la diferencia de precios con el país.

Pero actualmente se compran telas en el país, cuyo envío desde Buenos Aires resulta costoso.

Alicia Irsh y Vicente Pinelli, ambos mayores de 65 años, indicaron: “No tenemos ningún proveedor que llegue hasta San Pedro para vender telas. Antes trabajábamos bien, pudimos comprar las máquinas industriales, pero el cierre de fronteras nos obligó a hacer barbijos y reparaciones de ropas, ya que no podemos atender a la demanda por no contar con las telas a buen precio”.

Explicaron que una tela para el ambo de una enfermera costaba 500 pesos el metro y actualmente, 1.400 pesos. 

 

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