Con la mira en Guatemala para llegar a París

Viajar, vestir la celeste y blanca y que la adrenalina consuma su cuerpo será nuevamente una rutina que se hará carne en Ricardo Báez (25). El mejor luchador de la provincia tiene pasaje para volver a competir luego de un año y dos meses, desde que la pandemia llegó al mundo y congeló su calendario.

Pero de a poco, la actividad competitiva en alto rendimiento se va adaptando con los protocolos y el posadeño viajará el 25 a Guatemala a competir en el Panamericano de Mayores, certamen que marcó como “inicio de un ciclo olímpico que apunto a que termine en París 2024”, avisó el de la Tierra Colorada.

La cita continental se realizará del 27 al 30 de este mes y justamente en la última jornada se presentará el misionero en la modalidad libre, en la categoría de 97 kilos. “¡Voy a volver a competir!, por suerte sale el torneo porque por esto de la segunda ola -de Covid-19- hubo muchos vuelos que se suspendieron”, y así respira aliviado tras la incertidumbre.

Acerca de cómo se siente para encarar este torneo luego de un período en el que ni sospechaba se extendería por tanto tiempo, analizó verse “bien” y renovado.

“Hace poco estuve entrenando un mes y medio en Buenos Aires, y por esta situación que está pasando allá, me volví; y fue el momento en el que me di cuenta que estoy mejor en Misiones emocionalmente, porque todo el 2020 que estuve en Posadas, después de vivir mucho tiempo en Buenos Aires -ocho años-, sentí que estoy mejor cerca de la familia”, reflexionó el misionero que tiene en su haber podios sudamericanos y panamericanos de lucha, estuvo también en dos Juegos Panamericanos, entre otras citas internacionales en las que siempre entregó lo mejor de sí.

Es que más allá de residir desde que era adolescente en Buenos Aires, durante muchos meses de los años anteriores a la pandemia, Ricardo se pasaba entrenando en distintos países europeos, panorama que cambió por las restricciones y prefiere ahora hacer base en Posadas.

“Decidí quedarme en Misiones en este ciclo olímpico hasta París 2024 y más allá de las giras que pueda venir, voy a vivir acá”, apuntó. Tan analizada está la situación que seguirá sus estudios del profesorado de educación física en su tierra, luego de haber cursado su primer año en Obras, en Buenos Aires.

La realidad es que en Argentina, el Yacaré -como se lo apoda- no tiene ‘sparring’ o rival para su categoría, pero en Misiones encuentra tranquilidad y su hermano Nicolás, hoy ya más alejado de la competencia, pero con experiencia internacional, lo acompaña en el mano a mano para sus entrenamientos.

“Nico me está ayudando a entrenar en la colchoneta y compenso con una preparación física fuerte en el Cepard. En general es lo mismo estar en Buenos Aires o acá en ese sentido de entrenamiento, porque en el país no hay nadie en mi peso. La diferencia puntual es que allá estaba solo y acá es todo lo contrario”.

Ya sobre los objetivos pautados para Guatemala, el posadeño explicó apuntar a “estar en la final, porque  si saco una medalla puede haber preparaciones en otros países y el Enard me financia para ir a los campos de entrenamiento en Europa, sin eso se corta el presupuesto”.

La última presentación de Ricardo había sido en el Preolímpico, en marzo del año pasado, en Canadá, donde fue cuarto y quedó a una contienda de obtener pasaje para Tokio, pero él siempre pensó en París como su norte y ahora inicia ese camino olímpico en el que aspira terminar bajo la Torre Eiffel.

“Pasó un año y dos meses ya de ese Preolímpico, y ahora estoy contento de representar otra vez al país y a mi provincia...y de viajar, también porque fue raro no hacerlo en todo este tiempo, estuve muy ansioso para que salga un viaje y ahora lo voy a disfrutar”, finalizó el posadeño.