La primera acusación en sede judicial contra el funcionario fue hecha el viernes

Juez de Familia de Iguazú ya tiene dos denuncias por supuesto acoso laboral

Una secretaria del juzgado, que semanas atrás hizo una denuncia pública en una red social, ratificó ayer sus dichos ante la Fiscalía de Instrucción local contra el juez Pedro Fragueiro
miércoles 05 de mayo de 2021 | 0:30hs.
Denuncia penal.
Denuncia penal.

Por insistencia de su familia, pero sobre todo luego de sufrir distintos tipos de intimidaciones por parte de anónimos para que cese con su exposición, una joven de 23 años decidió radicar durante la mañana de ayer ante la Fiscalía de Instrucción de Puerto Iguazú la denuncia pública que semanas atrás realizó en su cuenta personal de Instagram y en donde acusó directamente a Pedro Fragueiro, titular del Juzgado de Familia Dos de la mencionada ciudad, por reiterados y constantes episodios de acoso laboral durante los dos meses que  trabajó como secretaria del magistrado. 

Según pudo averiguar este matutino con fuentes confiables de la pesquisa, la acusación se suma a una presentación similar que realizó otra joven el viernes pasado ante la misma fiscalía y que apunta directamente contra la figura del magistrado, quien en la actualidad se encuentra de licencia.

De acuerdo a lo que pudo saber este medio en base a los testimonios de la propia joven durante una entrevista con este medio y cuya identidad se reserva para preservar su integridad, en la denuncia se dejó asentado los distintos hechos de presión psicológica y aprovechamiento de la situación jerárquica que el juez habría ejercido durante el tiempo en que cumplió funciones administrativas dentro del mencionado edificio judicial. 

En primera instancia, la estudiante avanzada de abogacía comentó que su relación laboral con Fragueiro comenzó en febrero de este año cuando empezó a trabajar como secretaria administrativa del juzgado.
Allí, aclaró que las cuestionables actitudes comenzaron desde el segundo día de trabajo. Lo que comenzó con un “qué lindos labios tenés” y “qué hermosa sonrisa” se convirtieron al mes en intentos de sobrepaso en materia de contacto físico.

Y que tras los rechazos ante distintos pedidos de abrazos por parte del juez, era él mismo quien se acercaba y buscaba el contacto directo con la joven.


Contacto físico 

“Cuando yo hablaba de mi novio, él se sentía incómodo o hacía algún gesto y hacía como que estaba celoso. Eso fue algo constante y llegó un momento en donde yo escuchaba su voz de lejos y decía ‘ahí viene’ y él se presentaba en mi oficina que yo tenía apartada y me tocaba la espalda, me daba masajes. Le encantaba darme besos en el cachete, besos largos”, describió en una primera parte los hechos que padeció, tanto en el despacho que tenía en el juzgado como en la propia oficina del magistrado.

Luego, la entrevistada recordó el último episodio que padeció y describió que ese día Fragueiro estaba más intenso de lo normal: “Hubo un día exactamente en que él me llamó para que yo vaya a su despacho, para que yo haga un trabajo y él no me quitaba la mirada de mis pechos y en un momento me dice ‘vení, pegá la vuelta’ y yo me levantaba pensando en qué me podía pasar. Me tocaba la parte del pecho y hacía como que supuestamente me estaba abrochando el botón de la camisa”. 

Sin embargo, lo más grave sucedería unos pocos segundos más tarde: “Cuando yo me estoy por ir él me agarra muy a la fuerza y no me quiere soltar y me dice ‘no te vayas, no te vayas’. Yo me pongo muy tensa, empiezo a lagrimear, me empieza a besar en el cuello y me empieza a tocar. Él es el triple de grande que yo y es obvio que su fuerza es mayor que la mía. Yo me quería soltar y no podía. Cuando yo le digo que por favor me quería ir me dice que tenía un botón de bajo de su escritorio y que cuando el apretaba ese botón la puerta no se podía abrir desde afuera. Y me vuelve a decir ‘acá no entra nadie a menos que vos grites’, ahí yo me suelto y me deja ir porque yo me solté muy a la fuerza”. 

Siempre desde el relato de la joven, inmediatamente salió del juzgado y lo primero que hizo fue escribirle a una compañera, a quien contó lo que había pasado apenas unos instantes antes.

Allí, reconoció que tras oír lo alterada y preocupada que se había puesto su amiga por lo que acababa de escuchar recién cayó en la cuenta de la gravedad de lo ocurrido.

Inmediatamente, su padre pidió el cambio de oficina y si bien debía ir dos días más esa semana al juzgado, la muchacha presentó un certificado médico debido a un ataque de nervios que tuvo tras la traumática situación. 

Por otra parte, la denunciante reconoció que al hacer público en su Instagram sus padecimientos, recibió un gran apoyo de gran parte de la comunidad de Puerto Iguazú.

Agradeció la solidaridad y el entendimiento que le brindaron, tanto personas desconocidas, como integrantes de distintos colectivos feministas y hasta del propio Colegio de Abogados de Misiones (Ver Repudio...), quienes también repudiaron los hechos mediante un comunicado. 

Sin embargo, la muchacha aclaró que “debido a que el Superior Tribunal no hizo absolutamente nada hasta ahora, siendo que una chica ya denunció formalmente además de mí, hoy (por ayer) tomé la decisión junto a mi familia de hacer la denuncia de manera formal”. 


Más chicas afectadas

En un tramo de la entrevista, la joven reconoció que a las pocas horas de trascender su denuncia pública en las redes, ocho chicas desconocidas y de distintos puntos de la provincia, se pusieron en contacto con ella para narrar episodios similares que habrían vivido de parte del juez. 

También sostuvo que lo mismo sucedió con otras trabajadoras del juzgado que le confiaron situaciones similares: “Lamentablemente no soy la única, tengo compañeras que trabajaban conmigo, de mi misma edad y que tomaron la decisión de irse. Y yo cuando le pregunté qué había pasado me decían que era por otros motivos y que ahora que yo conté lo mío cuentan que ellas habían sufrido lo mismo. Conozco fácilmente a tres chicas que les pasó esto”. 

“Quiero dejar en claro que tengo compañeras mujeres que me dicen ‘yo no me siento segura trabajando acá’  porque si está pasando todo esto y no están haciendo nada qué puedo esperar yo mujer que trabaja en el poder judicial. Que puede venir un tipo, tocarme, besarme y yo voy a denunciar y no va a pasar nada”, apuntó la denunciante.

Por otra parte, comentó que durante las últimas horas recibió mensajes anónimos en sus redes sociales en donde es amenazada de muerte y que a partir de visibilizar la denuncia, tanto ella como su familia “comenzó a tratar con gente pesada”. 

Por último, y en otro episodio no menos grave, la joven estudiante de abogacía contó que apenas una hora después de formalizar su denuncia en fiscalía, durante la mañana de ayer, la esposa del juez se presentó en el estudio jurídico de sus padres para reprochar la acusación.

Señaló además que, delante de sus hermanos, la mujer profirió graves amenazas que derivaron en otra denuncia en sede policial.

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