Pedro V. estuvo preso siete meses en la comisaría de Jardín América

Violó a 4 hijastras, pero prescribieron tres hechos y ahora lo liberaron

Una de las víctimas lo cruzó en la calle y el acusado se mostró amenazante. “Confiamos en la Justicia y nos sentimos defraudadas”, comentó otra hermana
martes 04 de mayo de 2021 | 7:53hs.
Violó a 4 hijastras, pero prescribieron tres hechos y ahora lo liberaron
Violó a 4 hijastras, pero prescribieron tres hechos y ahora lo liberaron

Después hablamos de la macana que hicieron”. La frase fue como un puñal para la destinataria, una joven que en agosto del año pasado denunció a su padrastro por abuso sexual y hace diez días lo cruzó en el centro de Posadas, otra vez libre y amenazante.

El hombre permaneció siete meses detenido en la comisaría de Jardín América, por orden del Juzgado de Instrucción local, luego de ser denunciado por sus cuatro hijastras por abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal.

Pero a pesar de la gravedad del caso, el imputado se vio beneficiado con la prescripción de tres de las cuatro denuncias, según precisó una de las víctimas en diálogo con El Territorio.

En consecuencia, en marzo Pedro V. (60) fue excarcelado y por ello aguardará el juicio en libertad, lo que generó el reclamo de las damnificadas. Además, dejaron constancia de que tienen temor ante posibles represalias, sobre todo a partir de la actitud amenazante que mostró el acusado al cruzarse con una de ellas.

“El 23 de abril nos enteramos de que estaba libre porque una de mis hermanas lo vio en una calle de Posadas. Él le dijo: ‘Después hablamos de la macana que hicieron’. Al enterarse de esto nuestra madre se presentó en la comisaría de Jardín América para solicitar una orden de restricción para todas, ya que al momento de la excarcelación otorgaron la perimetral sólo a favor de una de nosotras. Tememos que nos haga daño, nos amenace o quiera contactarnos”, precisó una de las hermanas.

Y agregó: “Es injusto que después de todo lo que pasamos quede en libertad hasta el momento del juicio. Nosotras confiamos en la Justicia y nos sentimos defraudadas al saber que lo podemos cruzar en cualquier momento y lugar”.

 

Abusos prolongados

Asimismo, la joven explicó que de las cuatro denuncias sólo una sigue en pie porque las otras fueron declaradas como prescriptas por el paso de los años. Actualmente todas las víctimas son mayores de edad.

“Queremos justicia, queremos vivir tranquilas. Que ni la sociedad ni la Justicia se olviden de que es un violador, un depravado. Y por más que sus delitos hayan prescripto, pedimos que en algún punto se haga justicia y que al menos consideren los otros tres casos como antecedentes de peso para la causa que irá a juicio”, subrayó.

Con relación al acusado, comentó que en 1999 inició la relación con su madre, que entonces tenía cuatro nenas menores. Fruto de ese vínculo nació una quinta nena, la única hija biológica del acusado y a la que nunca violó.

Tal como consta en la denuncia, Pedro V. abusó de sus cuatro hijastras a partir de los 7 y 8 años, y en algunos casos el martirio se prolongó por más de una década.

“Siempre aprovechó situaciones en las que estábamos solas con él, sobre todo cuando nuestra mamá se iba a trabajar. Todo comenzó conmigo, que soy la mayor, cuando tenía 8 años. Me violó hasta los 13. Se metía en la pieza y me manoseaba las partes íntimas”, indicó una de las víctimas, hoy de 30 años.

Aseguró que su padrastro la maltrataba físicamente y amenazaba para que no cuente lo que le hacía.

 

Casa del horror

Otra de las víctimas, actualmente de 24 años, precisó que los abusos en su contra comenzaron a los 8 años, una situación que naturalizó en su mente infantil.

“Se ganó nuestra confianza, jugábamos juntos y le decíamos a papá. Nos daba golosinas o plata. En un momento empezó a decirme que éramos novios, me besaba, me manoseaba”, comentó, dando detalles de cómo fueron los ultrajes.

También la obligaba a mirar pornografía y luego tenía que imitar lo que veía.

La joven señaló que la acosaba todo el tiempo y “hasta me decía: ‘te amo’. Si bien tomaba mucho, las veces que me violó no estaba alcoholizado”.

Según el expediente, su caso es el más complejo de los cuatro porque los abusos se extendieron durante casi 15 años, ya que seguía residiendo bajo el mismo techo que el imputado.

Al respecto, comentó que es madre soltera y en abril del 2019 tuvo su segundo hijo por cesárea, pero el bebé falleció.

“Una mañana estaba durmiendo con mi nene, que tenía 4 años, cuando sentí algo entre mis piernas y lo vi (al acusado) sobre mí. Quise pero no pude defenderme, ya que hacía presión sobre mi cesárea, que era reciente, y me dolía. Al irme a bañar me dijo: ‘Por qué no me avistaste, así nos bañamos juntos’, entre risas y burlas”, rememoró con angustia.

Aseguró que el sujeto siempre la amenazó y si bien pensaba en irse, no quería dejar sola a su mamá con el abusador.

Una de sus hermanas agregó que “ella fue la que vivió las peores cosas. Es aberrante todo lo que padeció y a lo último ya no podía comer por estar cerca de ese tipo”.

 

Las amenazas
También aportó testimonio otra víctima que hoy tiene 25 años, la que padeció abusos desde los 8 a los 13.

“Me llevaba a la cama y empezaba como un juego, estando junto mis dos hermanas menores. También me tocaba, me besaba y me hacía mirar pornografía. Todo pasaba cuando mamá no estaba. Incluso me espiaba cuando me bañaba, por las rendijas de la pared de madera”, detalló.

Mencionó que Pedro V. siempre fue violento, condición que se acentuaba cuando tomaba alcohol, al punto que tenían que encerrarse en la habitación.

“Nos insultaba, nos decía que éramos prostitutas. Y si por ahí venía una amiga a casa nos daba vergüenza por la forma en que la miraba. Al ser mayores fuimos conscientes de que ya no podíamos seguir cargando con todo lo que nos hizo. Empezamos a hablar y nos dimos cuenta de que todas pasamos por lo mismo”, explicó.

Indicó que el implicado utilizaba a su única hija biológica “como escudo, porque decía que si contábamos algo le iba a hacer lo mismo a ella, que es la más chica de todas”.

Y agregó: “Un día todas estábamos en la casa de mi mamá y él no estaba. Todas estábamos tristes, cargando con algo que ya no nos dejaba vivir, aunque todavía seguíamos con miedo de denunciar. Pero ahí nos enteramos de que en abril del año pasado le violó a mi hermana que había tenido la cesárea y dijimos basta, porque vimos que no paraba. Eso nos motivó a denunciar”.

 

Otro relato
Otra de las víctimas, hoy de 27 años, contó que a los 7 años la manoseó por primera vez, a poco de instalarse con ellas.

“Aprovechaba que mi mamá estaba ocupada, recuerdo que un día estaba cocinando y él fue a nuestra pieza y empezó a manosearme y a besarme. Lo recuerdo como que era normal que me haga eso, como que estaba naturalizado. Un día que llovía y mi mamá se fue a trabajar, él me llevó a su pieza y me obligó a tocarle”, indicó.

Además eran continuos los maltratos físicos y psicológicos. “Un día amenacé con que le iba a contar a mi abuela y creo que por eso dejó de tocarme, pero nunca aceptó que tengamos amigos o novios”, agregó.

La única hija biológica del acusado comentó que “si bien nunca me tocó, al menos que recuerde, crecí en ese ambiente tenso, con miedo a él. Es un alcohólico que un día está bien y al otro puede ser un total desconocido, y muchas veces noté la manera en que miraba a mis hermanas”.

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