martes 16 de abril de 2024
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Empresarios aseguran que incidió el cierre de fronteras

En el último año hubo un fuerte crecimiento en la fabricación de muebles de madera

En algunos casos, la demanda aumentó hasta 150%. El pico de los pedidos se concentró a lo largo del 2020 y principios de este año. Advierten por la suba en los valores de los insumos

lunes 03 de mayo de 2021 | 5:30hs.
Misiones
Muebles a medida, un segmento que creció en pandemia. / Foto: Carina Martínez.
Muebles a medida, un segmento que creció en pandemia. / Foto: Carina Martínez.

El sector maderero experimentó a lo largo del 2020 un año con gran demanda en Misiones. Junto con la construcción, integró los rubros que tuvieron indicadores favorables en medio de un contexto de incertidumbre y crisis que provocó la pandemia del coronavirus. En este sentido, la madera fue catalogada como el ‘nuevo bitcoin’ dado el gran número de pedidos, que derivó en que muchos de los aserraderos trabajen al 100 por ciento de su capacidad para satisfacer la demanda.

Uno de los de mayor crecimiento fue el rubro de muebles, con un crecimiento de hasta un 150% de un año al otro. La pandemia y su consecuente cierre de fronteras para frenar el avance del virus concentraron los pedidos en las carpinterías y aserraderos locales. Puertas, ventanas, roperos, mesas, sillas y escritorios son algunos de los productos más solicitados en Puerto Rico y San Pedro. En tanto, en Puerto Iguazú el rubro maderero fue uno de los que menos sintió el efecto de la pandemia, ya que aseguraron que proliferaron pedidos al por menor y mayor (ver Muebles, un rubro...).

Si bien el pico de la demanda de muebles se concentró principalmente entre junio y agosto según la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima), el año inició con una estabilidad en las ventas que, estiman, podría mantenerse.

Auge de la demanda

En Puerto Rico se sitúan varios aserraderos y fábricas que trabajan con tableros y manufacturas de muebles en serie, además de carpinterías que se encargan de la producción a medida.

En este sentido, el empresario Cristian Weber recordó que en “el comienzo de la pandemia fue preocupante, no sabíamos que iba a pasar. Volvimos con mucha incertidumbre y fuimos viendo cómo se empezaba a despegar, y a razón de dos o tres meses el mercado explotó. Fue abismal la demanda de pedidos, entre los colegas del rubro sacábamos conjeturas sobre qué pasó, por qué se movía tanto. Fue un coletazo en nuestro rubro, quizás porque mucha gente no sabía qué hacer con la plata, no podía viajar, no podía invertir en pesos por la inflación, y comenzó a invertir en sus casas, hacer muebles, ampliaciones, mejoras, a stockearse en madera. Fue explosivo, con un crecimiento en un 150 por ciento y más también”.

El boom se mantuvo durante todo el 2020, y principios de este año, aunque en las últimas semanas notó una leve baja. “Se sigue trabajando muy bien pero no es la locura del año pasado, que llamaban por teléfono de todos lados, querían hacer pagos por adelantado, cosa que nunca existió en nuestro rubro de la madera”, manifestó.

Respecto de la demanda actual, contó: “Hay una gran demanda en todo lo relacionado con tableros. Tenemos clientes de grandes mueblerías en Córdoba, Chaco, también madereras en Santiago del Estero, Buenos Aires; y muchos carpinteros chicos y medianos de nuestra zona, ellos vienen y buscan directamente acá. Hoy se trabaja muy bien, pero se ve una leve baja en el mercado interno. Sí comenzaron a reaparecer pedidos para exportación”.

Respecto a la producción de muebles local, Weber contó que “se ve un leve cambio en carpinteros que usaban placas MDF y similares se están animando al finger joint, porque ven que es un producto noble, de calidad, porque nosotros acá hacemos tableros de muy buena calidad, aprendimos de las exigencias de la exportación y se mantiene esa calidad en el mercado interno. Entonces la gente confía, prueban, ven que resulta y compran, además es conveniente porque es más barato y anda muy bien, también hay fábricas de tableros de eucalipto y paraíso, se pueden hacer hermosos muebles y hay un buen mercado con tableros de esas especies”.

Respecto del consumo interno, manifestó que se vende actualmente de 20.000 a 40.000 metros cuadrados de madera al mes, el equivalente de dos a cuatro camiones por semana. Sin embargo, advirtió por una suba considerable en los precios en el mercado externo, dado el gran caudal de demanda proveniente de otros países.

Por su parte, el productor Daniel Kleinubing detalló que actualmente “la gente busca mucho el precio, hay diferente tipo de mercado, el más pequeño es de las personas que buscan un mueble particular hecho a medida, con algún diseño particular. Ese mercado es mucho más chico pero constante, el que se ve afectado es el mercado de producción estandarizada, del volumen más grande de gente que necesita una mesa y compra una mesa estándar”.

Gran caudal de pedidos

En San Pedro, la demanda aumentó durante el año de pandemia y lo atribuyen a dos factores: por un lado la inversión por parte de la clientela; por otro lado, el cierre de fronteras.
Actualmente, los pedidos son tantos que no llegan a dar abasto, lo que significa un crecimiento en la actividad. Empero, el alto costo que demanda la producción perjudica en lo que respecta la rentabilidad y la posibilidad de renovar las maquinarias.

Uno de los incrementos más notorios ocurrió con el valor de la madera, que quintuplicó de un año al otro. “La madera aumentó exageradamente, se quintuplicó el valor durante la pandemia. A eso le sumas los aumentos de combustibles, hubo veces que tuve que actualizar los precios tres veces en el mes”, aseguró el empresario Gerardo Olivera.

Quitando el factor inflacionario, persiste la buena expectativa en el sector y las ventas se mantienen en alza. Los propietarios también se adaptan al trabajo con otro tipo de madera ya que la madera dura es muy escasa. En uno de los casos donde la mayoría de los muebles eran construidos con madera dura, ahora fueron reemplazados por pino, adquiridos en la localidad de San Vicente u otras localidades aledañas.

Una de las carpinterías es Doña Ana de los hermanos Olivera, que son pioneros en la localidad en lo que respecta a la producción a gran escala, siendo una de las únicas que cuenta con una gran infraestructura. En este caso, los muebles tienen como destino las mueblerías; son muy pocos los trabajos particulares que realizan.

“Trabajamos con la fabricación de muebles al por mayor. Es en ese tipo de venta donde está el progreso, al hacer por cantidad a diferencia de los particulares, donde el margen de ganancia es un poco mejor. La pandemia no nos afectó. Una vez que las mueblerías comenzaron a trabajar los pedidos sólo tienden a incrementarse”, indicó Olivera, quien es uno de los propietarios.
El incremento en la venta lo atribuye a dos factores que se dieron durante la pandemia del Covid-19. Por un lado la incertidumbre económica, que llevó a muchos a invertir el capital destinado al ocio o las vacaciones. Por otro lado, el cierre de fronteras, ya que previo a la pandemia era habitual el cruce hacia Brasil para la compra de muebles; ello significó que los pedidos se concentren exclusivamente en los negocios de la comuna.

“Fue muy positivo para nuestro rubro el cierre de frontera porque la gente traía muchos muebles aglomerados desde Brasil. La gente no sólo se da cuenta la corta vida de ese material, sino que debe comprar acá y al momento de elegir, escogen los de madera que superan enormemente la durabilidad”, argumentaron desde la carpintería Doña Ana, donde el principal material utilizado para la fabricación de muebles son placas esfinge de pino y terciados. En algunos casos utilizan madera rústica aplicada en los detalles, mientras que las estructuras son armadas con las placas de pino que vienen cortadas a medida.

En cuanto a la forma de pago, es otro de los puntos favorables porque en los últimos tiempos se dejó de recibir cheques y las compras son generalmente de contado. En lo que respecta a la preferencia de los clientes, entre los muebles que más salen se encuentran roperos y placares de las líneas económicas elaboradas con terciados.

Corresponsalías San Pedro y Puerto Rico


Muebles, un rubro que creció en pandemia en Puerto Iguazú

Puerto Iguazú es el municipio más golpeado por el efecto de la pandemia debido a la parálisis del turismo internacional. Sin embargo, algunos rubros sobrevivieron e, incluso, lograron generar puestos de trabajo, como ocurrió con las fábricas de muebles de madera, melanina y artesanales.
“No podemos decir que la pandemia fue buena, empero, hubo situaciones que nos favorecieron, como el cierre de la frontera. La gente no podía traer muebles de Brasil, además el hecho de que las personas que tenían ahorros para sus vacaciones decidieron invertir en sus casas, incluso tuvimos trabajos grandes en hoteles que estaban en reformas”, indicó Mauricio Calvo Lenuzza, socio gerente de Mael, una firma que desde hace ocho años trabaja con melanina, un material solicitado por ser sustentable.

Durante la pandemia hicimos trabajos grandes, ya que no solamente trabajamos con pedidos pequeños como ser un placar o una cocina de una vivienda familiar, si no que tenemos la capacidad de trabajar con pedidos de hoteles. Si bien nuestra empresa sólo cuenta con dos empleados y dos jóvenes de la oficina de empleo municipal, cuando tenemos trabajos grandes formamos una cooperativa y damos trabajos a otras carpinterías, y entre todos nos ayudamos. Hemos trabajado bien, pagamos a todos en tiempo y forma y lo más importante es que no nos endeudamos como en los otros rubros”, explicó Elías Prituluk, quien también es socio de Mael.
Los pedidos más comunes de los clientes son cocinas y placares, aunque la empresa realiza amoblamiento para oficinas y también anexaron aberturas metálicas debido a que el mercado estaba bastante descubierto. “No hemos trabajado todo lo que queríamos, porque siempre pensamos que podemos hacer más, pero trabajamos bien. En los primeros tiempos de la pandemia cuando estuvimos encerrados pensamos que no saldríamos del pozo, pero una vez que volvimos trabajamos bien y generamos para estar al día con todos” señaló el empresario Mauricio Calvo Lenuzza, también socio.

Trabajo artesanal para ganar

Muchos trabajadores del turismo, sobre todo aquellos que son monotributistas y trabajadores sin relación de dependencia debieron reinventarse y comenzar a explorar otro campo para salir adelante y poder sobrevivir. Este fue el caso de Andrés Barrios, quien es timonel y ofrece paseos en las Cataratas.

“Teníamos dos ingresos y de repente pasamos a contar con medio sueldo. Teníamos que mantenernos y enviar dineros nuestro hijo que está en la facultad en Mendoza. Yo ya hacía trabajos de metalúrgica en mis tiempos libres, trabajos como estructuras de techo, entre otras cosas. Y como los guías de turismo comenzaron con la feria de emprendedores, comenzamos a fabricar muebles a pedido y a participar en las ferias”, explicó Barrios.

Para ello, destinó un espacio de su casa para hacer un taller y fabrica muebles que mezclan la madera con metal. Además de los muebles, fabrica parrillas y discos gastronómicos. “Realizamos mesas, maquilladores, mesas, taburetes, parrillas, una variedad de productos. Incluso, hace unos días instalé en El Soberbio un destilador de esencia, que es el tercero que fabrico e instalo en la región”, recordó.

“A mí me ayudó mucho la exposición de los productos en las ferias. Si bien no se vende mucho, levanto pedidos. Incluso mis productos han llegado a varias provincias del país, porque los turistas recorren las ferias y encuentran interesante y novedoso lo que hacemos. El trabajo artesanal siempre se impone”, destacó Barrios.

Corresponsalía Puerto Iguazú

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