Por la bajante del río, el agua peligró en Iguazú otra vez

Los problemas en el suministro de agua potable en la Ciudad de las Cataratas continúan. La inestabilidad del río Iguazú provocada por las maniobras de cierre de las compuertas en la represa Baixo Iguazú perjudicó nuevamente en la mañana de ayer la producción, que se redujo al 20 por ciento de su capacidad durante seis horas: de 7 a 13.

Durante ese tiempo, el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas), solicitó a la comunidad el cuidado del agua ya que esas seis horas provocaron la pérdida de presión en la red de distribución y algunos barrios se vieron más afectados, sobre todos los más altos, que reciben el líquido vital por bombeo.

“Debido a la bajante abrupta los técnicos de Imas pusieron a punto los equipos de la balsa que  descargan sobre el caño de aducción y comunican al cárcamo, luego de unas horas se logró estabilizar el caudal de las bombas de extracción de agua en el cárcamo pese a que el río continúa muy por debajo del nivel de operación mínimo que necesita para funcionar de manera normal”, explicaron.

Este es el tercer descenso abrupto del nivel del río Iguazú que se registra en el mes de abril, y que deja fuera de servicio el sistema de la toma de agua. “En esta oportunidad logramos reducir el tiempo en la respuesta a la adaptación de las bombas y creemos que en horas de la madrugada de este lunes (hoy) estaría normalizado el servicio de distribución del líquido vital”, detallaron desde el Imas.

Cabe destacar que la planta potabilizadora funcionó con el caudal de agua que toman del arroyo Mboca-í y produjo 200 metros cúbicos por hora de agua potable. Si bien el caudal que llega desde el mencionado arroyo es mucho menor, se espera que -una vez finalizada las obras previstas en la zona- se duplique alcanzando los 400 metros cúbicos por hora.