Entrevista a Pablo Echarri

“La gente ya no quiere héroes y villanos, los personajes deben mostrar esa dualidad que nos hace humanos”

El actor está en la provincia junto a Mora Recalde y el director Martín Desalvo, para presentar el premiado thriller ‘El silencio del cazador’, rodado en la tierra colorada
domingo 25 de abril de 2021 | 6:05hs.
“La gente ya no quiere héroes y villanos, los personajes deben mostrar esa dualidad que nos hace humanos”
“La gente ya no quiere héroes y villanos, los personajes deben mostrar esa dualidad que nos hace humanos”

“Llegué a ver el último que apareció por acá. Lo vi cuando los colonos lo bajaban muerto, tres días estuvieron celebrando”, recuerda Ismael Guzmán (Pablo Echarri), y señala una huella fresca de lo que cree es un yaguareté cerca de un curso de agua.

En un campamento de caza improvisado monte adentro, El Polaco Venneck (Alberto Ammann) revive la remota anécdota de infancia pero en tono muy diferente, fue su padre el que concretó la hazaña: “Entre seis lo tuvieron que cargar, a esa edad me parecía gigante. Unas garras y una cabeza enorme, el pelaje... no volví a ver una cosa así en mi vida”.

Guzmán es un guardaparque que expone su vida para ahuyentar a los cazadores furtivos y cuidar la fauna silvestre, mientras que El Polaco no se resigna a dejar la costumbre de ir tras la presa y no le detiene la ley en su linaje de capanga.

De la rivalidad de estos dos hombres, del antagonismo que les viene heredado y que ellos se ocupan de acrecentar, va la trama de la película ‘El silencio del cazador’, del director Martín Desalvo, que se filmó en la tierra colorada a fines de 2018 y tuvo su estreno anoche en una función especial en el Imax del Conocimiento de Posadas, con la visita de Echarri, Mora Recalde y Desalvo.

La proyección se repetirá hoy en Oberá también con la presencia de los protagonistas.

Un western misionero
Antes del arribo del equipo de la película a Posadas previsto para la tarde de ayer, Echarri charló con El Territorio, por teléfono, sobre esta historia que además de plantear la hostilidad entre los personajes principales desanda otros tópicos como el amor y el odio, la masculinidad, las tensiones de la desigualdad social y la pobreza, la explotación codiciosa de los recursos naturales por los poderosos, que adquieren localía echados a jugar en las luces y sombras del monte.

“‘El silencio del cazador’ es un thriller y es también un western misionero, que es una buena forma de calificarla, es una historia que va muy de la mano con el paisaje”, dijo Echarri.

Y profundizó: “Es la historia de un enfrentamiento histórico entre dos hombres de dos clases sociales opuestas. Guzmán, que es mi personaje, es un guardaparque que tiene un enfrentamiento histórico con El Polaco, que es un hijo de colonos y un terrateniente. El padre de Guzmán trabajó con los padres de El Polaco, se conocen, y el enfrentamiento es rancio, viejo, anquilosado”.

La historia comienza a contarse cuando Guzmán y Sara (Recalde) están buscando un hijo. Sara es la médica del lugar y fue novia de El Polaco en la adolescencia. “Además de la lucha de clases está este triángulo amoroso, y toda la historia se potencia con los indicios de que aparece un yaguareté en el parque. Guzmán quiere protegerlo pero los colonos quieren matarlo, primero porque tienen miedo y después también porque encuentran cierto placer en cazar semejante belleza natural, y El Polaco representa esta tradición del cazador. Así planteada la historia uno puede llegar a pensar hacia adelante que las cosas van a complicarse... Y bueno, se complican. Es una película que te atrapa”, detalló.

El actor expuso que había conocido Misiones cuando lo invitaron a ser padrino del Festival Internacional de Cine de las Tres Fronteras en Puerto Iguazú, en 2014.

“Mi primera experiencia en Misiones como padrino del Festival de Cine de las Tres Fronteras fue hermosa, viajé varias veces a Puerto Iguazú y así conocí la belleza inigualable de la provincia. Y cuando Martín Desalvo me convoca para este proyecto de una historia que transcurría en Misiones, me pareció una oportunidad única para poder viajar y conocer más de cerca, estuve cinco semanas instalado en Misiones durante el rodaje, me encantó la tierra y la gente, la cultura, la música... Estuve a punto de comprarme un terreno en Misiones, después vino la pandemia y nos cambió todos los planes”.

Sobre la interpretación de su personaje -acento incluido-, un guardaparque, hijo de un trabajador paraguayo, explicó que, “para el personaje estuvimos primero trabajando en Buenos Aires. Con el acento, tanto Mora como yo trabajamos con una coach, y a ese trabajo lo tuvimos que contrastar y ajustar cuando estuvimos en Misiones. La película tiene actores de Buenos Aires y también tiene un crédito importante de actores misioneros y de técnicos misioneros. Los actores locales tienen una gran calidad interpretativa y le aportaron mucha verosimilitud. Nosotros trabajamos para que los personajes tengan esta verosimilitud. A mí el acento misionero -que tiene mucho de guaraní- me encanta, me gustó practicarlo y disfruté mucho haciéndolo”.

Resaltó que fue “una extraordinaria noticia saber que Misiones está a un nivel importante en materia de producción audiovisual, con actores y equipo técnico de excelente nivel y con una política provincial de fomento a la industria audiovisual, todo eso hace que a la hora de pensar un proyecto, Misiones sea siempre un destino posible”.

En el transcurso de la narrativa, los personajes se van dejando ganar por la intensidad de sus emociones, hasta el punto de que ni el cazador es tan despreciable ni el ecologista es un héroe.

“Para mí eso es un gran punto de la película, que presenta a los personajes como bien definidos, con Guzmán que podría ser el héroe y El Polaco que podría ser el malo, un terrateniente que arregla todo con dinero y que sólo quiere satisfacer su propio deseo. Pero la historia se encarga de ir desdibujando estos límites, y ya no es muy claro. Escena a escena se empieza a jugar con la empatía de forma opuesta y el espectador gana mucho con ello. Es un signo de los tiempos que corren, antes las películas o novelas tenían héroes y villanos bien marcados que no se podían correr de esos roles. Pero hoy la gente ya no quiere héroes y villanos, los personajes deben mostrar esa dualidad que nos hace humanos. Y en esa dualidad, las historias nos sorprenden, porque dentro del espíritu del ser humano están los sentimientos de nobleza y los sentimientos reñidos con la nobleza. Los personajes tienen sus valores y convicciones bien claros, pero en esa especie de guerra, los celos, las broncas, son tan grandes, que al final a su alrededor los desconocen, nadie puede decir quién es quién”.

Sobre la pandemia
Por último, el actor se refirió a la delicada situación sanitaria en Buenos Aires, donde la segunda ola de coronavirus llegó con un crecimiento exponencial de casos. “Buenos Aires está viviendo una tragedia en materia sanitaria”, indicó el artista que apoya al gobierno de Alberto Fernández, a la vez que declaró su rechazo a la decisión de Rodríguez Larreta de desconocer el DNU de suspensión de clases presenciales por 15 días.

“Creo que la oposición está embarcada en una escalada cruel, con deseos de gastar al adversario político y usa herramientas que no se deben utilizar. No se puede jugar con la salud, con la vida, con el bienestar de la población, como lo hace la oposición”.

 

Para agendar

En Oberá
Hoy a las 16 es la avant premiere de ‘El silencio del cazador’ en el Espacio Incaa del Cine Teatro Oberá, con la presencia de Mora Recalde, Pablo Echarri y el director Martín Desalvo. Estará en cartelera hasta el 2 de mayo.

“La gente ya no quiere héroes y villanos, los personajes deben mostrar esa dualidad que nos hace humanos”
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