Juicio por el doble homicidio de Puerto Rosario, día 2

El ex policía, más complicado tras testimonio clave

El sargento primero Víctor Dos Santos identificó a los tres imputados. Contó que el ex policía dijo que la moto que llevaba en el baúl era suya, pero luego se probó que era de las víctimas
viernes 23 de abril de 2021 | 6:05hs.
El ex policía, más complicado tras testimonio clave
El ex policía, más complicado tras testimonio clave

Si aquel martes 28 de marzo de 2017 no hubiese habido un control de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) sobre la ruta costera 2, oportunidad en la que identificaron a los tres imputados, tal vez el paradero de Olivia Márquez (46) y su concubino Sandro Leiva (40) seguiría siendo un misterio sin resolver.

Pero aquella tarde, el cabo de GNA Hugo Semelak y el sargento primero Víctor Dos Santos estuvieron atentos a su labor y notaron la actitud sospechosa del conductor de un Chevrolet Aveo, a quien hicieron estacionar a un costado. Sin saberlo, estaban colaborando en resolver un doble homicidio.

Ayer, en la segunda jornada del debate oral que se desarrolla en el Tribunal Penal Uno de Oberá, el testimonio del cabo Dos Santos no hizo más que complicar la situación del ex cabo de la Policía de Misiones Víctor Javier Dlugokinski (35) y de su cuñado Leandro Bublitz (38), quienes están siendo juzgados.

Por el mismo delito también fue imputado Pablo Roberto Dlugokisnki, hermano del primero, quien se halla preso en Brasil.

Además de mencionar detalles de la requisa del Aveo, en cuyo baúl trasladaban la moto desarmada de las víctimas, el gendarme confirmó que en el auto viajaban los tres implicados y que el ex policía aseguró que la moto era suya, lo que contradice su declaración del miércoles, cuando manifestó que no sabía de quién era el rodado y que lo movilizaba por pedido de su hermano. 

“Transitaban en sentido Panambí-Santa Rita y dijo que llevaba la moto a la casa de un amigo para reparar, pero no dijo quién era el amigo. En ese momento comentó que hacía tres años que tenía la moto y la llevaba a reparar”, señaló Dos Santos.

Arma y plata 

Ante el Tribunal, el gendarme precisó que conoció a Víctor Dlugokinski en el citado control de ruta e iba acompañado por otros dos hombres.

“Se identificó como policía y exhibió su DNI, pero los otros dos no tenían documentación”, precisó. Luego agregó que el conductor le dijo que uno de sus acompañantes era su hermano, mientras que a Bublitz lo reconoció después, en ronda de presos en la Seccional Tercera de Oberá. 

Sobre el procedimiento del 28 de marzo de 2017, el mismo día en que ultimaron y sepultaron a Márquez y Leiva, mencionó que el conductor del Aveo estaba con el torso desnudo, pero luego se puso una chomba de la Policía.

“Al requisar el vehículo encontramos una pistola 9 milímetros en la puerta del conductor y un maletín con dinero que habría sido de un cobro de tabaco en el banco Macro. En el baúl había una moto roja desarmada. El auto no estaba a nombre del conductor ni tenían los papeles de la moto”, detalló.

Ante la irregularidad detectada, los hermanos y su cuñado fueron trasladados a la Sección Panambí de GNA para verificar en el sistema de la fuerza los antecedentes de ambos vehículos.

Además, se contactaron con la comisaría local y para consultar si el conductor del Aveo era policía en actividad, lo que fue confirmado. Al momento del hecho, Víctor Dlugokinski cumplía labores en la finca de oficiales de Oberá.

“El sistema de Gendarmería no arrojó ningún impedimento, por eso no se labró ningún actuación y fueron liberados. Luego volvieron hacia Panambí, no fueron para Santa Rita, hacia donde había dicho que iba”, recordó Dos Santos.

José Reyes, defensor del ex policía preguntó si hubo algún testigo civil que haya observado el procedimiento, a lo que el gendarme respondió que el conductor se presentó como policía y autorizó la requisa.

Sin coartada

El aporte de Dos Santos puso en evidencia las contradicciones que el ex policía expresó en la primera jornada del debate, sobre todo en relación a la moto de las víctimas que llevaba en el baúl de su coche.

Como declaró el miércoles, en el sumario administrativo iniciado por la Policía afirmó que hacía tres años que tenía esa moto, lo que luego desmintió.

“En el administrativo me presionaron para que haga de tal forma”, indicó ante el Tribunal, tras lo cual argumentó que en realidad su hermano Pablo le pidió para llevar la moto a un taller.

Pero en la víspera, el relato del gendarme coincidió con lo que inicialmente Dlugokinski declaró en el ámbito institucional, lo que desestimó las presuntas presiones que dijo haber recibido. 

Del mismo control participó el cabo Hugo Semelak, quien se halla prestando servicio en Campo de Mayo, Buenos Aires, por lo que su testimonio -coincidente con el aporte de Dos Santos- fue incorporado por lectura, según acordaron las partes.

Apuro por vender

A su turno, el testigo Omar Dos Reis (52) se refirió a una frustrada transacción que realizó con el ex policía, quien a finales de marzo del 2017 se mostró apresurado en vender su auto, tras lo cual cruzó al Brasil por un paso clandestino. Días después fue apresado.

Primero, Dos Reis comentó que el suegro de Víctor Dlugokinski le preguntó si quería alquilar o vender una casa de su propiedad porque su yerno estaba interesado en mudarse, ya que la mujer quedó “traumada” por lo que pasó con el suegro, Ildo Victorino Dlugokinski (58), quien el 25 de marzo del mismo año murió calcinado en su casa.

En ese entonces el policía y su familia residían a metros de donde se produjo el incendio.

Dos Reis y Dlugokisnki iniciaron las negociaciones y el policía propuso entregarle su auto y un par de hectáreas de la chacra.

“Fuimos a ver la tierra y le mencioné lo que pasó con el padre. Ahí quedó rojo y le cayeron unas lágrimas, entonces no le pregunté más”, detalló el testigo.

El viernes 31 de marzo fue a la finca de oficiales de Oberá para concretar el negocio, circunstancia en la que notó que el policía estaba muy desmejorado y le dijo que se lleve el auto.

“Comentó que estaba enfermo. No era el hombre que había conocido, músico y siempre contento. Se notaba que estaba mal”, remarcó Dos Reis, sin saber que a esa altura Dlugokinski ya era sospechoso de la desaparición de la pareja.

El sábado a la noche una comisión policial llegó a la casa del testigo y le informó que debían secuestrar el auto en el marco de una causa judicial. Al otro día hallaron los cadáveres en la misma chacra del policía, que por esas horas ya había cruzado a Brasil.

Tras culminar con los testimonios del día, el Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, a partir de las 8.30, ocasión en la que se prevé la declaración de tres otros tres testigos, entre ellos Silvia Márquez de Bastos, esposa de Bublitz.

Al respecto, el abogado Juan Szymczak, querellante en representación de Daiana Mouls, hija de Olivia Márquez, consideró que “en apenas dos jornadas quedaron en evidencia las contradicciones de Dlugokisnki, lo que se irá acentuando con el correr del debate”. 


Temor evidente
En la víspera también se presentó Leonela Eichemberg, esposa del ex policía, la que de todas formas se abstuvo de declarar, tal como se prevé en el Código Penal.

En consecuencia, se incorporaron por lectura sus dichos en la instrucción de la causa.

También testificó Hugo Leiva (55), hermano del fallecido Sandro Leiva, quien se mostró muy cerrado y hasta con temor a contar lo que sabía.

“Mucho no hay”, dijo de entrada al ser consultado. “La verdad ni idea”, respondió más tarde ante la insistencia de la fiscal Estela Salguero. 

De manera muy escueta mencionó que se enteró del hecho por la Policía cuando fueron a su casa en busca de indicios sobre el paradero de su hermano y la concubina.

“El que más se involucró fue mi hermano Mario”, indicó.

La fiscal insistió en preguntarle qué le dijo la Policía sobre el caso, a lo que contestó “que le habían asesinado, pero hasta ahora no sé por qué. Mi hermano era buenito, no se metía con nadie. Hasta ahora estamos en la duda, pero confiamos en la Justicia”.

El ex policía Dlugokinski junto a su abogado defensor José Reyes.
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