Justo una semana después de un millonario asalto en Parada Leis, investigadores policiales lograron dar con otros tres sospechosos y desplegaron ayer varios allanamientos para su detención. Según se supo, uno de ellos es pareja de una efectivo de la Policía de Misiones.

Los voceros consultados expresaron que diferentes comisiones de la Unidad Regional X concretaron en total cuatro allanamientos con presencia de las autoridades del Juzgado de Instrucción Dos de Posadas, a cargo del juez Juan Manuel Monte. Además de los apresados, se incautó dinero, celulares y también marihuana.

El primer procedimiento se hizo al mediodía en el barrio San Isidro de Posadas. Los investigadores llegaron hasta allí bajo la pista de un automóvil Nissan Tiida que había sido visto en las inmediaciones del lugar el día y el momento del hecho. Según se detalló, cámaras de seguridad lo registraron circulando a gran velocidad. Se detalló que se hicieron mejoras de imágenes para tener certezas.

El implicado, poseedor del coche, fue identificado como Mauricio José R. (30), quien es pareja de una agente de la fuerza provincial con prestación de servicios en la Dirección General de Telecomunicaciones. Además de la detención y la incautación del rodado, los pesquisas dieron con una pistola tipo aire comprimido.

En el mismo barrio, pero en otro de los puntos allanados, los efectivos de la Dirección de Investigaciones dieron con  siete kilos de marihuana, lo que derivó en la intervención de la Dirección de Drogas Peligrosas y del Juzgado Federal de Posadas. En ese domicilio no se registraron detenciones.

Las otras dos aprehensiones se concretaron en el barrio Club Educación. Los implicados fueron identificados como Raúl M. (57) y Guillermo Marcelo B. (38).  Todos irán al Juzgado en los próximos días y tendrán la posibilidad de dar su versión de los hechos.

Cuatro presos

Con estos procedimientos, son cinco los implicados por el caso, aunque uno de ellos fue liberado porque no hay mayores pruebas en su contra. Se trata de Juan Daniel K. (28), detenido el 15 de abril y ligado a una seguidilla de golpes en Garupá, entre ellos el millonario robo de 20 aires acondicionados de una iglesia evangélica.

Los investigadores también habían llegado a él por la pista de los vehículos. Lo que se reconstruyó hasta el momento es que la banda -de entre 8 y 10 personas - huyó tras el asalto en dos vehículos grises, por lo que un Fiat Siena de Juan Daniel quedó en la mira. Además, siempre según fuentes de la Policía, también lo habían señalado algunas testimoniales.

En su casa del barrio Ñu Porá los pesquisas encontraron un juego de llaves que, se pensó, podrían haber sido sustraídos en el golpe. Sin embargo, luego se comprobó que no tenían ninguna relación con el hecho. Si bien el sujeto no fue desligado completamente del caso, sigue el proceso en libertad luego de concretar la audiencia indagatoria.

Quien sigue detenido es Jorge Óscar S. (33), atrapado el último viernes en un allanamiento en Garupá. El operativo fue efectuado por el personal de la División Robo y Hurto de la Dirección Investigaciones Complejas, quienes actuaron en conjunto con los efectivos de la Brigada de la UR X.

El atraco ocurrió el martes 13 en la propiedad de un productor ganadero identificado como Gerardo K. (59), a unos 5 kilómetros de la ruta provincial 105. Cerca de las 8.30, el grupo se presentó en el lugar con el ardid de que estaba interesado en comprar vacas, aunque rápidamente extrajeron una pistola -al parecer una 9 milímetros- y sometieron al trabajador con golpes en la cara.

En el lugar también había una mujer de 77 años. Ambos fueron atados de pies y manos, mientras que el grupo de delincuentes empezó a hurgar por toda la casa. En pocos minutos obtuvieron lo que querían y rápidamente huyeron del lugar, dejando a las víctimas maniatadas. Se llevaron los teléfonos celulares y las llaves de una camioneta.

Luego de que ambos se liberaran y llamen a la Policía se constató el faltante de 350.000 pesos en efectivo y 10.000 dólares. Al cambio oficial, el dinero suma más o menos 1,3 millones de pesos, aunque la moneda extranjera tiene un valor mucho más alto en la calle.