1° de Mayo, el esfuerzo de todos

domingo 18 de abril de 2021 | 6:05hs.
1° de Mayo, el esfuerzo de todos
1° de Mayo, el esfuerzo de todos

El club posadeño 1° de Mayo es un fiel ejemplo del esfuerzo mancomunado por salir adelante, de progresar. Enclavado en las calles Currey e Hipólito Yrigoyen de la chacra 116, el proyecto de sede y salón comunitario nació hace poco más de diez años debido a la necesidad de los vecinos por contar con el club social y deportivo.

Gracias al movimiento de la comisión barrial se lograron las garantías suficientes para la personería jurídica, por lo que el sueño se hizo realidad con el levantamiento del Salón de Usos Múltiples (SUM), frente a la canchita de fútbol, donde se llevan adelante las actividades sociales como el merendero y el club de abuelos ‘Amar la Vida’.

El crecimiento fue sostenido, al punto de hacer debutar en el 2018 a un equipo de fútbol en la Liga Posadeña, además de planificar la construcción de un polideportivo para la práctica de vóley, básquet y bochas...pero llegó la pandemia y con ella las complicaciones.

“Somos un club de barrio que lo hace todo a pulmón, no esperamos nada de nadie. A lo largo de estos meses hicimos venta de pollos y empanadas para poder subsistir; también tenemos gente que colabora, familiares”, inició la charla el presidente del club y la comisión del barrio, Enrique Caniza.

“Hace cuatro años empezamos con el proyecto del fútbol en la Liga Posadeña, pero los costos de mantenimiento se fueron agravando con este parate y ahora la deuda es bastante importante...No pudimos solicitar subsidios porque no tenemos en regla los papeles debido a los costos, realmente es difícil”, reconoció.

Aún así los brazos nunca se bajaron, acostumbrados a remarla desde atrás, y fueron buscando soluciones: “Todo sale a flote gracias a los vecinos. Acá el fútbol es todo, el único deporte que se practica, pero tenemos otras cosas importantes para brindar como el merendero que hoy sigue adelante para chicos y abuelos, aunque con otra modalidad, pasando a buscar la merienda y no compartiendo en el lugar como antes. Además, aprovechamos este parate para arreglar un poco el barrio con ayuda de la Municipalidad, por ejemplo, que refaccionaron las calles. De a poquito vamos activando”.

“En el club de abuelos (ubicado dentro del SUM del barrio) se hacían talleres de crochet, pintura, reciclado y manualidades con plástico...hoy no está funcionando, pero cedemos el espacio a las clases de baile, kickboxing y al programa Barbijos Solidarios”.

Por supuesto que las esperanzas nunca se pierden, muy a pesar de que este 2021 todavía parece no encontrar respuestas. “Sabemos que va a ser complicado en lo económico y social, tenemos que cuidarnos”, agregó Enrique Caniza.

1° de Mayo espera paciente por la vuelta a la normalidad. No desaparecer es el objetivo primordial, y gracias a los vecinos está lejos de ese destino.

 

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