Héctor Kattz fue liberado y regresó a su domicilio en Salto Encantado

En la mañana de este viernes, el productor tealero Héctor Kattz (65) fue beneficiado con la excarcelación por el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, a cargo del expediente por el homicidio de Sergio Gustavo Presti (31), quien el último sábado habría intentado asaltar al primero en su propiedad ubicada en el municipio de Salto Encantado.

De esta forma, Kattz recuperó la libertad y regresó a su localidad en el mismo móvil policial que lo trasladó a Oberá para ser notificado de la resolución judicial. El colono estuvo acompañado por su abogado Luciano Luna.

A pesar de la excarcelación, el imputado continuará ligado a la causa caratulada como homicidio simple con exceso en la legítima defensa, y uso ilegal de arma de fuego.

En tanto, desde la defensa aguardan una serie de pericias pendientes y apuntan al sobreseimiento definitivo.

Para la justicia, al menos hasta el momento, hay elementos que confirmarían la versión del productor –ratificada por su esposa- quien argumentó que actuó en defensa propia para disuadir al asaltante, que actuó con un cómplice que ya fue detenido.

El hecho

El hecho ocurrió el sábado pasadoen el Lote 76 a unos 3.000 metros de la ruta nacional 14. La pareja está conformada por Héctor K. (65) y Laura (58), quienes viven solos en el lugar. Ambos estaban en su domicilio cuando recibieron una visita que alteró por completo su tranquilidad.

 Según la reconstrucción que se hizo hasta el momento en base a sus testimonios, en la morada se presentaron dos hombres en una motocicleta diciendo que habían tenido inconvenientes mecánicos y pidieron guardar el rodado allí hasta el otro día. Lo primero que llamó la atención de los productores es que ambos usaban guantes y no se quitaron los cascos durante la conversación.

 Quien había salido a atenderlos al corredor fue la mujer, mientras que Héctor, a través de la ventana, observaba la situación. El hombre pronto se dio cuenta de las verdaderas intenciones del dúo al notar que al menos uno de ellos estaba armado. Se metió rápidamente a una de las habitaciones y, al verse descubiertos en sus planes, uno de los delincuentes sujetó a la mujer del cuello y empezó a exigir dinero.

 El otro, en tanto, buscó observar los movimientos del dueño de casa a través de una ventana, situación que lo dejó desprotegido ante la muerte. Posiblemente no esperaba que Héctor también estuviera armado y cuando lo buscaba con los ojos a través del vidrio recibió un disparo en la frente que provocó su muerte instantánea.

Cuando se desvaneció en el lugar, a su cómplice no le quedó otra que huir, dejando también la motocicleta supuestamente averiada.