La víctima padeció muerte violenta por traumatismo de cráneo gravísimo

Acusada de matar a su bebé será sometida a rehabilitación a las drogas

Micaela D. S. y Oscar D. S. están imputados por el homicidio de su hijo. La mujer quiso declarar, pero suspendieron la audiencia porque sufre síndrome de abstinencia
lunes 12 de abril de 2021 | 6:03hs.
Acusada de matar a su bebé será sometida a rehabilitación a las drogas
Acusada de matar a su bebé será sometida a rehabilitación a las drogas

La semana pasada dijo estar dispuesta a contar su versión de los hechos y defenderse de las graves acusaciones que pesan sobre ella. En consecuencia, Micaela Karina D. S. (23) fue trasladada desde la Seccional Segunda hasta el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá para prestar declaración indagatoria, por primera vez desde que fue detenida, el pasado 7 de enero.

Pero más allá de su intención, lo cierto es que la audiencia tuvo que ser suspendida porque la imputada no se hallaba en condiciones de declarar, al punto que concluido el trámite fue trasladada al hospital Samic donde evaluaron su estado y le suministraron medicación específica para contrarrestar el síndrome de abstinencia que padece.

“Por drogarse no es inimputable, pero en estas condiciones no se puede defender. Por eso necesita un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación”, precisó una fuente del caso.

Ante la falta de una institución específica, dicho tratamiento podría realizarse de manera ambulatoria, con custodia policial, siempre y cuando el juzgado lo autorice.

Por el momento, la mujer continúa detenida en la Seccional Segunda, donde le suministran la medicación prescrita.

Con relación a la fallida audiencia indagatoria, desde su arribo a la sede judicial la imputada se mostró visiblemente alterada, lloraba y le costaba hilar una frase.

“En dos renglones se contradecía tres veces. Claramente no estaba en condiciones y no hubo más opción que suspender la audiencia y llevarla al hospital. Se determinó que padece un cuadro de abstinencia por su adicción a las drogas durante muchos años”, mencionaron.

Paralelamente, se aguarda el informe psicológico tras la reciente evaluación realizada por profesionales del Cuerpo Médico Forense.

Muerte violenta

Micaela Karina D. S. está imputada por el homicidio de su propio hijo, Oscar D. S., cuyo cadáver fue hallado el pasado 12 de enero sepultado a orillas del arroyo El Barrero, en la localidad de San Martín.

Al momento de su deceso el pequeño tenía poco más de tres meses de vida. Fue su propia madre quien indicó el lugar exacto adonde estaba enterrado el cuerpo.

La mujer había sido detenida cinco días antes en el marco de la investigación por una serie de hurtos y robos perpetrados en la zona rural de Colonia Alberdi.

En esa circunstancia, una de sus hermanas se acercó a la Seccional Segunda para interiorizarse de su situación y preguntarle por el bebé, ante lo cual la progenitora entró en contradicciones.

Tardó cinco días en confesar que el niño estaba muerto. Luego aseguró que su concubino lo mató a golpes y guió a la Policía hasta el lugar del macabro hecho.

Posteriormente, la autopsia confirmó que la víctima sufrió una “muerte violenta por traumatismo cráneo encefálico gravísimo”.

Asimismo, por el estado de descomposición del cuerpo se estableció que el deceso se produjo entre cuatro y cinco días antes al hallazgo del mismo.

En consecuencia, la mujer y su pareja, identificado como Oscar Héctor D. S . (32), fueron imputados de “homicidio calificado por el vínculo”, aunque el avance de la instrucción podría sumar la figura de “alevosía”, anticiparon fuentes del caso, habida cuenta el informe forense.

En tanto, testigos no hicieron más que complicar a los acusados, sobre todo a la mujer, cuyas hermanas reconocieron que golpeaba al bebé fallecido.

Búsqueda viral

De todas formas, por el momento no se sabe quién fue el autor material del hecho. Su madre acusa al padre; pero ella también está imputada porque demoró varios días en confesar el horrendo crimen y luego condujo a la Policía hasta el lugar exacto donde sepultaron al pequeño.

“Sin el aporte de la progenitora nunca se hubiera encontrado el cadáver. Es decir que desde el primer momento supo dónde fue enterrado”, opinó el comisario mayor Héctor Araujo, jefe de la Unidad Regional II de Oberá, asentando su posición sobre el presunto rol de encubridora, como mínimo, que podría corresponder a la mamá.

La investigación comenzó el pasado 8 de enero, cuando Agostina N. llamó a la Policía para avisar que en su propiedad de Colonia Alberdi había una mujer que le pidió auxilio porque su concubino la sometía a maltratos y la obligaba a robar bajo amenazas de lastimar a su bebé.

Por ello, en primera instancia Micaela Karina D. S. fue detenida en averiguación a una serie de hurtos y robos perpetrados en la zona.

Al enterarse de la detención, Vilma D. S. -hermana de la acusada- se presentó en la Seccional Segunda y le preguntó por el bebé, a lo cual le respondió que su pareja lo había vendido. 

Por ello, Vilma publicó una foto de su sobrinito que se hizo viral por las redes sociales.

“Se busca desesperadamente a este bebé, la madre está detenida y no se sabe si lo dio o lo vendió. Cualquier información por favor comunicarse con la comisaría de Cien Hectáreas”, citaba el mensaje que en pocos minutos trascendió por varios grupos.

Tan poca entidad se le dio oficialmente a la desaparición del bebé, que el 12 de enero al mediodía el Juzgado de Instrucción Uno ordenó la liberación de Micaela Karina D. S.

Final horrendo

Pero entonces surgió la figura de otra de sus hermanas, María D. S., quien la convenció para dijera la verdad sobre el paradero del pequeño, ya que en los días previos había variado su explicación al respecto.

Por momentos decía que el bebé estaba con el padre, Oscar Héctor D. S., pero después cambiaba la versión y decía que se lo habían entregado a una pareja de desconocidos.

“Le hablé con el corazón y le dije que era el momento, que no tenga miedo y que diga la verdad. Ahí se quebró, se largó a llorar y un policía nos llevó a una oficina. Se arrodilló y pidió perdón, que no pudo hacer nada para salvar a su hijo. Contó que el bebé estaba inquieto, le empezó a dar la teta y Oscar agarró la cabeza del bebé con las dos manos, le estiró para arriba y le tiró al piso. Ella le alzó y le mojó la cabecita en el arroyo, pero el bebé no respiraba. Sólo le sangraba la nariz”, precisó María.

Y agregó: “Ahí nomás él le dijo que había que enterrar el bebé, hizo un pocito con el machete y le puso ahí. Dice que después tapó y zapateó sobre la tierra para aplanar bien el lugar. Como si había enterrado un perro muerto”.

Luego de confesar ante María lo que había sucedido, la propia madre fue quien guió a la Policía hasta el lugar donde estaba sepultado su pequeño.

El cadáver estaba envuelto en una manta, sepultado a una profundidad de 30 centímetros, aproximadamente, a orillas del arroyo El Barrero.

El bebé nació el 19 de septiembre del año pasado en perfecto estado de salud, por lo que al momento de su deceso tenía poco más de tres meses de vida.  

“Era re sanito. En las fotos se ve que era un bebé grandote, gordito. Era hermoso. Acá era el mimado de todos”, recordó una de las hermanas de la acusada.

Antecedente macabro
En sede judicial, una pareja anterior de la mujer aseguró que años atrás la imputada quemó la casa que compartían. Pero el dato más aterrador fue cuando manifestó que en más de una ocasión la sospechosa amenazó con asesinar al hijo de ambos, una criatura que también desapareció en dudosas circunstancias.

El progenitor del primer bebé aseguró que en una oportunidad discutieron y la imputada juntó y llevó todas sus cosas al domicillio de un hermano, tras lo cual incendió su propia casa.

Luego la mujer acusó a su pareja del hecho y el hombre afronta una causa en la cual le dictaron falta de mérito, según la constancia que exhibió.

Contó que en otra ocasión, tras una acalorada discusión, la mujer tomó un cuchillo y amenazó con matar al bebé.

El padre denunció aquel hecho y oportunamente el Juzgado de Familia entregó a la criatura en guarda a una de las hermanas de Micaela Karina D. S. Transcurrido un tiempo, el mismo juzgado restituyó al menor a su padre. Luego el pequeño desapareció y su padre sospecha que fue asesinado, tal como manifestó en su declaración.

Lo cierto es que la desaparición del primer hijo de la mujer era un secreto a voces en el entorno de la propia familia, pero nunca ningún familiar denunció las sospechas. Una de las hermanas mencionó que “del primer hijo que tuvo, contó que él (por el acusado) le mató; pero él, en cambio, dijo que vendieron la criatura, En esa época vivían en Corrientes”.

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