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La más reciente fue el martes por el deceso de un bebé

En un mes, tres denuncias por presunta mala praxis en el Samic de Oberá

Se suceden acusaciones por supuesta violencia obstétrica. “Quiero justicia para mi hijo, que nadie más pase por lo que pasamos”, subrayó Talía González, madre del bebé fallecido

viernes 09 de abril de 2021 | 3:30hs.
Otra denunciante
Lorena Roman es otra denunciante. Su hijo quedó con secuelas irreversibles. / FOTO: Archivo El Territorio
Lorena Roman es otra denunciante. Su hijo quedó con secuelas irreversibles. / FOTO: Archivo El Territorio

A Lorena Román (25), Débora López (19) y Talía González (21) las une el dolor por la presunta mala praxis y violencia obstétrica que padecieron en el hospital Samic de Oberá, tal como cada una de ellas denunció recientemente en sede policial o judicial.

Las tres denuncias fueron radicadas en el lapso de un mes. La más reciente se concretó el último martes ante la Fiscalía de Instrucción Uno de Oberá por parte del estudio jurídico que representa a Talía González, residente en la localidad de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón.
El pasado 27 de marzo la joven dio a luz a su primer hijo, Izan Thaiel, pero el pequeño nunca despertó y falleció al quinto día.

Según la denuncia, a las 40 semanas de embarazo la damnificada llegó al Samic para una consulta porque no presentaba contracciones y la profesional que la atendió recomendó su internación porque estaba con la presión arterial muy alta.

“Estuve ocho horas con la bolsa rota y por eso a mi bebé le faltó oxígeno. Nació casi sin signos vitales, lo tuvieron que reanimar y lo internaron en neo con oxígeno. Yo me cuidé nueve meses, lo soñé, lo esperé con todo el amor del mundo. Estoy destrozada. Quiero justicia para mi hijo, que nadie más pase por lo que pasamos”, expresó González.

Por su parte, Lorena Román, como ya publicó El Territorio en ediciones anteriores, denunció la presunta mala praxis en perjuicio de su hijo Loan Marcelo Román, nacido el 3 de agosto del año pasado en el Samic, quien padece secuelas irreversibles.

En tanto, el caso de Débora López no es menos grave, ya que en septiembre del año pasado fue intervenida quirúrgicamente por un supuesto embarazo ectópico, aunque luego se  constató que el óvulo está bien ubicado y el embarazo sigue su curso.

El peor final

Con relación a la denuncia de Talía González, en diálogo con El Territorio la joven precisó que el jueves 25 de marzo por la mañana se presentó en el hospital para consulta porque ya estaba de 40 semanas y no tenía contracciones.

Se hallaba con la presión alta, quedó internada y comenzaron a suministrarle pastillas vaginales para inducir contracciones, según le explicaron.

En el lapso de diez horas le colocaron cuatro pastillas y a las 3 de la madrugada comenzó con contracciones.

“A eso de las 5 fue la doctora, me hizo tacto y me dijo ‘no mamá, tu bebé falta’, y se fue. A las 7 volvió y me colocó la quinta pastilla. Yo le pedía por favor porque no podía más y ella me decía ‘no, tu bebé falta’ y me hacía tacto. A las 10 de la mañana del sábado rompí bolsa y sentía que mi bebé estaba por nacer. La doctora me hizo tacto y decía que no, pero yo ni podía bajarme de la camilla”, detalló la mujer.

Siempre según su relato, recién pasadas las 16.30 la llevaron a la sala de partos y “sentí la cabecita de mi bebé que ya estaba por nacer. Fui apenas sujetando la cabecita de mi bebé, si cuando subí a la camilla de parto en menos de cinco segundos le tuve”.

Luego de esa situación a González le informaron que a su bebé la faltó oxígeno, por lo que tuvieron que reanimarlo y lo trasladaron a neonatología. Un dato que la sobresaltó fue que no escuchó llorar al recién nacido.

Pasó todo el fin de semana con mucha angustia por el estado de su pequeño, hasta que el lunes un médico le explicó lo sucedido.

“Me dijo que mi bebé sufrió mucho por la falta de oxígeno en las ocho horas que me dejaron con la bolsa rota, que eso perjudicó todo su organismo y su cerebro estaba muy inflamado. Por eso no despertó ni lloró. Me fui a sala con el corazón destrozado y le pedí a Dios que cuidara a mi bebé”, recordó González.

La peor noticia llegó el miércoles 31, a las 23.30, cuando le informaron que su pequeño había fallecido.

Secuelas de por vida

La denuncia de Lorena Román por la presunta mala praxis en perjuicio de su pequeño de ocho meses se basa en el diagnóstico emitido por el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, nosocomio al que decidió acudir en busca de las respuestas que no habría encontrado en el Samic de Oberá.

El pequeño padece parálisis braquial obstétrica (PBO), lesión que afecta a la extremidad superior y sobreviene por un traumatismo producido en el mecanismo del parto.
Se trata de una lesión irreversible que le impide la movilidad del brazo derecho, incluyendo hombro y mano.

Roman comentó que los controles previos al parto no arrojaron ninguna anormalidad ni se fijó una cesárea, a pesar de que el pequeño nació con cinco kilogramos de peso.
El 3 de agosto del año pasado llegó al Samic con muchos dolores, ingresó por guardia y la ubicaron en el sector de parturientas.

“Pasó un buen rato, me llevaron a la sala de partos y me decían que empuje fuerte. La partera me tocó y sintió que el bebé era grande, pero no sé por qué no me hicieron una cesárea. Pasó como una hora, no tenía más fuerza para empujar y sentía que mi iba. Me pusieron oxígeno; en eso sentí el estirón y la partera dijo: ‘La puta madre’, y le pidió a la enfermera que llame al doctor. Vino un doctor medio robusto, directamente se trepó encima de mí y empujaba mi panza con los codos. Me lastimó todo”, mencionó.

El recuerdo del parto aún la conmueve. Un momento tan esperado para cualquier mujer, convertido en “una verdadera pesadilla”, según graficó la entrevistada.
Meses después el pequeño fue derivado al hospital Neonatal de Posadas, donde halló la contención necesaria, destacó Roman. También ponderó el apoyo del “doctor Váldez del Samic, que me dio la derivación a Buenos Aires”.

Sanción administrativa

Con relación a la denuncia presentada por Talía González, el director del Samic, Héctor González, mencionó que “cuando ocurre un caso como este, el hospital en sí tiene un comité interno para la mortalidad materna e infantil, donde se hace un análisis exhaustivo de las causas de la muerte, donde se ve si realmente fueron causas relacionadas al manejo del profesional”.

“Desde el comité elevamos un informe sobre la mortalidad al Ministerio de Salud, donde también analizan mediante la ficha médica si hubo inconvenientes durante la estadía o hubo otras complicaciones”, mencionó en diálogo con los medios.

Y agregó: “Esto continúa en investigación y faltarían ver detalles para constatar si corresponde o no un tipo de sanción al personal. Mientras tanto, al ser una causa donde hubo un fallecido, tanto al médico como la partera involucrada fueron preventivamente separados (de sus funciones), hasta tanto se defina lo que sucedió”.

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