Remedios subieron muy por encima de la inflación general

Los precios de medicamentos siguen escalando sin freno, pasando los valores incluso que se registran de inflación. Sólo en marzo se estima que sufrieron incrementos de entre un 5,5 y un 8 por ciento promedio, de acuerdo al tipo, marca y forma de venta.

Esta medición fue realizada por el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar), que desde hace meses vienen señalando esta suba desmesurada que supera ampliamente los valores de otros productos cotidianos.

De esta manera, según se pudo distinguir, los aumentos en el primer trimestre de 2021 estuvieron en el orden de entre el 15 y el 21 por ciento.

Ya el mes pasado, Ceprofar había dado a conocer un informe en el que daban cuenta del importante incremento que sufrieron los medicamentos en 2020.

De acuerdo a lo que había especificado, durante el año pasado los medicamentos más usados aumentaron -en promedio- un 46,1%, mientras que el índice de precios al consumidor nivel general (IPC) en el año fue del 36.1 por ciento.

No obstante, advirtieron que hay gran variación de precios entre distintas marcas con el mismo principio activo: hasta del 261% para medicamentos de uso muy habitual y de alta incidencia sanitaria, mientras que hubo aumentos promedio del 500% en medicamentos para pacientes internados por Covid.

En Misiones

Lorena Schtainer, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Misiones, explicó a El Territorio en primer término que “las farmacias no son formadoras de precios”, por lo que cada una de ellas debe amoldarse a los valores determinados por la industria y la Nación.

Asimismo, aseveró que “el aumento de precios viene acompañando a la inflación y a veces, dependiendo la marca y en productos puntuales, incluso se va un poquito más. Esto nos afecta porque tenemos prácticamente el 50 por ciento y más de nuestras ventas a obras sociales y la principal es el Pami”.

“Con el Pami nos manejamos con un precio de venta, un valor predeterminado, cuyo aumento el año pasado no superó el 10 por ciento, muy inferior a lo que fue la inflación”, adujo.

En tanto, recordó que los pacientes y consumidores que se acercan a las farmacias cuentan con el asesoramiento del profesional farmacéutico para comprar el mismo medicamento prescripto, pero de marcas más económicas, por ejemplo.

“Se puede hacer sustitución de esos medicamentos con otros con la misma presentación, misma composición y dosificación”, atestó.

Por su parte, Alberto Ruiz, vicepresidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias, explicó que este comportamiento de incrementos se viene visualizando desde hace tiempo y se pudo ver con claridad en los dos primeros meses del año, puesto que en febrero la suba osciló un 6 por ciento mientras que en febrero escaló al 7 por ciento en lo que refiere a medicamentos recetados. En tanto, los de venta libre suelen tener incluso mayores aumentos con varios puntos por encima.

“En marzo, el promedio de aumento de productos de venta libre ronda el 8 por ciento”, detalló, coincidiendo en que ese valor significa más del doble de lo que marcaría la inflación de marzo.

“Nosotros en las farmacias con bastante experiencia nos damos cuenta de que los medicamentos a veces no siguen el ritmo de la inflación, yo tengo la impresión de que es un colchón que van haciendo los laboratorios para los momentos en que se pacta algún acuerdo relacionado con dejar estabilizados los precios durante tres, cuatro meses, cosa que ocurre llamativamente cumpliendo al primer mes, pero al segundo o tercero ya queda sin efecto”, expresó en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.

En se sentido, consultado por la posibilidad de un retroceso en los precios, manifestó que “ha ocurrido que, por ejemplo, el año pasado, por febrero, el gobierno acordó con los laboratorios un retroceso en los precios a noviembre de 2019. Pero sí, fue una gestión que duró tres meses, porque al comienzo de la pandemia también hubo un acuerdo de no modificar los precios en marzo pero para mayo ya hubo movimiento en las listas”.