Vendedores de comida se sostienen por clientela fija

lunes 29 de marzo de 2021 | 6:04hs.
Vendedores de comida se sostienen por clientela fija
Vendedores de comida se sostienen por clientela fija

Puerto Iguazú cuenta con un gran número de vendedores ambulantes y de productos artesanales, pese a que no existe un registro oficial. Muchos de ellos se ubican en los sitios turísticos de la ciudad o en las ferias itinerantes, que se multiplican en la temporada alta y más aún los fines de semana, en la nueva normalidad para el destino por la pandemia del Covid-19.

Sin embargo, los carritos hamburgueseros se mantienen fijos en diferentes puntos de la ciudad con mucho trabajo en tiempos de gran afluencia de turistas y con los vecinos de la comuna que, en muchos casos, son parte de la clientela habitual en este segmento.

Entre la multiplicidad de carritos está el de Ingrid Holland, que hace dos años atiende un puesto de venta de panchos y hamburguesas. Diariamente monta el carro en el Paseo de la Identidad a partir de las 19 y trabaja hasta la 1am, si hay movimiento de gente.

“Mi marido es músico y mantenemos a la familia con el carrito hamburguesero. Nos iba bien hasta que hace un año nos golpeó la pandemia. El no poder salir a trabajar nos dejó sin el pan y fueron meses muy duros. En noviembre volvimos a trabajar y ahora logramos mantenernos, aún no es como antes, nos faltan los turistas, pero la vamos llevando”, explicó en diálogo con este matutino.

Ingrid comentó que su ubicación siempre fue la misma, pero que actualmente su carro ganó mayor visibilidad en la zona del paseo. “Actualmente trabajamos mucho con nuestros clientes fijos. Los hijos de los artesanos que están ubicados en la plaza que está frente al puesto vienen siempre a comer panchitos. Por suerte hay ventas, porque nuestro único ingreso ahora es el carrito, ya que mi marido aún sigue parado porque las actividades culturales están en veremos”, dijo.

En cuanto a la habilitación municipal para trabajar como vendedora ambulante, Ingrid manifestó: “Nosotros tenemos autorización para trabajar y estamos inscriptos en la Dirección de Cultura. Hicimos todos los trámites como corresponde y tenemos habilitación municipal. Cada tanto, el sector de Bromatología de la Municipalidad hace la inspección correspondiente y siempre aprobamos sin ningún problema. Cuido mucho todo lo referido a la limpieza porque busco dar el mejor producto para que vuelvan siempre”.

Con los ingresos del carro hamburguesero sobreviven Ingrid Holland, su esposo, su hija y su nieta, quienes diariamente colaboran con las tareas de montaje y desarme del carrito ubicado en pleno centro de la ciudad.

Sin números oficiales
En la mayoría de los paseos turísticos y públicos de Iguazú se puede observar una gran cantidad de vendedores ambulantes de diferentes rubros. Por un lado, están los vendedores que caminan por la tarde a los largo de la avenida Costanera con sus carros con juguetes; también los carros pochocleros, los dedicados a las ventas de jugos naturales. Por otro lado, los vendedores de alfajores caseros, y los artesanos con sus mantas o puestos en el Hito de las Tres Fronteras o plaza San Martin, entre otros rubros.

Empero, desde el municipio no cuentan con un registro formal y se desconoce el número fehaciente de cuántos vendendores trabajan en las calles la Ciudad de las Cataratas.

Desde la Dirección de Bromatologia, Daniel Chávez confirmó que no llevan un registro de exacto de vendedores ambulantes. “En 2018 fue la última vez que realizamos un relevamiento de vendedores ambulantes y llevábamos un control. La idea era volver a realizar el relevamiento el año pasado, pero por cuestiones del aislamiento social y la pandemia, todos los vendedores se retiraron y volvieron a trabajar de a poco. Este año, el objetivo es volver a contabilizar los puestos”, aseguró.

Si bien Chávez destacó que se observa un número de trabajadores dedicados a la venta ambulante, en diversos rubros, señaló que la situación económica de la ciudad por la ausencia de turistas internacionales incidió tanto en el número como en el caudal de ventas para este segmento, uno de los más afectados por el parate de la pandemia. “Vemos a muchos vendedores nuevos y creemos que cuando todo vuelva a la normalidad, y el destino comience a remontar, muchos de ellos volverán a sus antiguas actividades”, mencionó.

Respecto a los registros, Chávez aclaró que tiene conocimiento que la Dirección de Cultura lleva un registro de artesanos pero desconoce si está actualizado. Y consideró que la ordenanza que regula las actividades ambulantes ha quedado obsoleta. “Se debe realizar una reforma de la ordenanza porque tenemos un vacío legal para el control. La ordenanza vigente es del año 99 y habla de carros movidos a tracción animal y no contempla muchos rubros. Es necesario revisar la normativa vigente y aggiornarla”, apuntó el funcionario.

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