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El hecho se registró el 30 de octubre del año pasado en Campo Viera

El homicida de Aparicio Duarte dijo que lo apuñaló en defensa propia

Cristian “Chita” F. declaró en indagatoria y confesó la autoría del hecho. Su versión contradice a la única testigo. Discrepancias en el horario de muerte de la víctima

lunes 29 de marzo de 2021 | 6:03hs.
El homicida de Aparicio Duarte dijo que lo apuñaló en defensa propia
La testigo del caso declaró que la víctima fue herida porque quiso defenderla a ella y a sus hijos. Foto: Policía de Misiones
La testigo del caso declaró que la víctima fue herida porque quiso defenderla a ella y a sus hijos. Foto: Policía de Misiones

Acorralado por un cúmulo de pruebas en su contra, entre ellas el testimonio de su ex concubina, quien fue testigo presencial del hecho, Cristian “Chita” F. (23) confesó el homicidio de Aparicio Fabián Duarte (26), ultimado de una puñalada en la madrugada del pasado 30 de octubre en el barrio Oeste de la localidad de Campo Viera.

La semana pasada, el imputado accedió a prestar declaración indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, ocasión en la que reconoció la autoría material del hecho, aunque se justificó diciendo que actuó en defensa propia.

El imputado mencionó que si bien estaba separado de Lorena Kindler (21), en cuyo domicilio se desató el baño de sangre, seguían manteniendo contacto y él la visitaba, a pesar de que la mujer tenía una relación sentimental con la víctima.

Asimismo, señaló que sabía que Duarte no vivía en Campo Viera, puesto que tenía esposa e hijos en Oberá, tal como consta en el expediente.

En consecuencia, declaró que el 29 de octubre del año pasado acordaron en verse a las 2 (del día 30). Antes de la cita, comentó que estuvo tomando cerveza y fumando marihuana con sus amigos del mismo barrio.

Alrededor de las 3 ingresó por la ventana, como dijo que hacía usualmente para evitar que los familiares de la mujer lo vieran, ya que no lo querían y vivían en frente.

Pero una vez dentro de la humilde casa, según declaró el imputado, se topó con Duarte y trabaron en lucha. Aseguró que estaba desarmado, la pelea comenzó en la habitación y culminó en la cocina, donde tomó el cuchillo con el cual ultimó a la víctima.

Luego escapó del lugar y se mantuvo prófugo durante varias horas hasta que un familiar lo convenció de entregarse.

Discordancia horaria
Por otra parte, tanto el acusado como su ex concubina coincidieron en que el hecho se registró alrededor de las 3 de madrugada del 30 de octubre.

En tanto, la mujer aseguró que Duarte agonizó por lo menos durante dos horas, ya que la ambulancia recién llegó a las 5, luego de llamar varias veces solicitando asistencia.

Según Kindler, a las 5 la víctima aún estaba con vida, pero manifestó que murió sobre la ambulancia camino al hospital Samic de Oberá.

En tanto, la mayor discrepancia horaria radica en lo expuesto en el certificado de defunción incluido en el expediente, documento que indica que el deceso se produjo a las 10 del día 30.

En consecuencia, la Justicia afronta el desafío de determinar el horario exacto de la muerte de Duarte, lo que a su vez podría implicar algún tipo de atenuante en la conducta del sospechoso, precisaron fuentes del caso.

Como contrapartida, el testimonio de Kindler no hizo más que complicar la situación de su ex, al punto que afirmó que habría actuado con premeditación.

“Yo le estaba dando el pecho al bebé y sentí un ruido, y era Cristian que entró por la ventana. Vino para mí y para el bebé. Él varias veces me dijo que le iba a matar al bebé porque creía que no era de él. Grité y Fabián se despertó. Él nos defendió, por eso Cristian le hincó”, declaró oportunamente en sede judicial.

Precisó que es madre de una nena de tres años y de un bebé de seis meses, y que ambos llevan el apellido del acusado, aunque desde la separación de la pareja el hombre le insinuaba que el niño no era suyo.

Pero no sólo eso, ya que los propios amigos del sospechoso testificaron en el mismo sentido y señalaron que les contaba que tenía problemas con la mujer porque no le dejaba ver a los hijos. En tanto, vecinos del barrio lo vieron escapar corriendo de la escena del crimen.

La máxima pena
El acusado y la madre de sus hijos estaban separados desde hacía alrededor de dos meses, aunque se cruzaban a diario puesto que ambos residían en el barrio Oeste de Campo Viera.

Asimismo, en el expediente judicial también aparece el testimonio de otra mujer residente en Oberá que aseguró ser la pareja de Duarte, con el que tuvo hijos, por lo que se desprende que el fallecido mantenía una doble relación sentimental.

Si bien al momento del hecho el implicado habría estado bajo los efectos de alcohol y drogas, tal como lo reconocieron él y sus compañeros de tragos, para la Justicia ello no implicaría la atenuación de la pena.

En ese sentido, podría ser acusado de “homicidio agravado por razón de género”, Ley 26.791, delito que estipula la pena de prisión perpetua a quien matare “con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación”, entre otros términos.

También se tipifica el llamado “femicidio vinculado” que abarca la muerte perpetrada por un femicida para castigar o destruir psíquicamente a una mujer sobre la cual ejerce la dominación.

Además, a partir de la declaración de Kindler, única y principal testigo presencial, se sumaría el agravante de la premeditación.

El juez de Instrucción Dos Horacio Alarcón se inhibió por razones particulares, por lo que la subrogación estará a cargo de la jueza Correccional y de Menores de Oberá, Adriana Zajaczkowski.

Homicidio y fuga
El hecho se registró en la madrugada del viernes 30 de octubre. Alrededor de las 3 el sospechoso irrumpió en el domicilio de su ex tras violentar una ventana y se dirigió directamente a la habitación.

La mujer se hallaba en su cama dándole el pecho a su bebé y al lado dormía Duarte.

Según el relato de la mujer, el agresor quiso lastimar al pequeño, pero ella gritó y despertó a su novio, quien se interpuso para proteger al pequeño, aunque poco pudo hacer porque el otro estaba armado con un cuchillo y le asestó una puñalada a la altura del cuello.

Luego el asesino escapó por la misma ventana por la cual había ingresado.

Al ver a su pareja agonizando, Kindler dio avisó a uno de sus hermanos, quien a su vez requirió asistencia de una ambulancia del hospital local, desde donde dieron aviso a la Policía.

Por la gravedad del cuadro el herido fue trasladado al hospital Samic de Oberá.

En tanto, desde un primer momento, vecinos y allegados a las partes indicaron que Cristian F. nunca habría aceptado la ruptura con su ex pareja y hasta juró venganza, lo que luego corroboró la mujer.

“Ellos se separaron y él se fue a vivir a la casa de la mamá, también en barrio Oeste, mientras que la chica se mudó con su nueva pareja a otra casita. Por eso todos los días se cruzaban y parece que había pica, sobre todo del lado de Chita, que le tenía bronca por celos”, comentó un vecino a las pocas horas del suceso.

El sospechoso se dedicaba a realizar changas y, desde su propio entorno, reconocieron que tendría antecedentes por peleas y disturbios en la vía pública propiciados por el consumo de alcohol.

 

Negociaciones para entregarse a la Policía

Luego del hecho el sospechoso se mantuvo prófugo por casi 18 horas, lapso en que efectivos de diferentes dependencias fueron tras sus pasos y recorrieron colonias y picadas de Campo Viera.

Entrada ya la noche del 30 de octubre y cuando la oscuridad hacía muy dificultoso y hasta riesgoso continuar con la pesquisa, un hermano del implicado se acercó a las autoridades policiales y mencionó que el joven se contactó con él y le expresó sus intenciones de entregarse.

En tanto, el improvisado negociador mencionó el único requerimiento que tenía su hermano: “Dice que se va a entregar, pero sólo si es con la gente de la Brigada (División Investigaciones), porque si le llevan a la comisaría tiene miedo que le peguen”.

La propuesta fue aceptada de inmediato por la superioridad policial y se acordó un lugar para el encuentro y la entrega de Cristian F., quien “en todo momento se mostró predispuesto, colaborativo y arrepentido por lo que hizo. Incluso, en un momento reconoció lo que hizo. Dijo: “Estaba re pasado de droga y me mandé una macana muy grande”. Después fue revisado por el médico policial y quedó detenido a disposición del juzgado interviniente”, detalló una fuente de la UR II.

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