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Femicidio de Ramona Mercedes Giménez Gauto en 2010

Las pruebas que derivaron en la perpetua para Jorge De Jesús

Mientras se aguardan los resultados de nuevas pericias ordenadas por la Justicia, la situación del condenado no va a variar. Su esperanza, la Corte Suprema de la Nación

lunes 22 de marzo de 2021 | 6:05hs.
Las pruebas que derivaron en la perpetua para Jorge De Jesús
El acusado (centro) la noche en que se descubrió el crimen, el 29 de mayo de 2010.
El acusado (centro) la noche en que se descubrió el crimen, el 29 de mayo de 2010.

El sorpresivo pedido de detención de cuatro hombres por el crimen de Ramona Mercedes Giménez Gauto (37), en el marco de un expediente paralelo al que terminó con la condena de Jorge De Jesús, se impuso en la escena mediática y judicial. Tres hermanos que trabajaron para la víctima comparecieron la semana pasada ante el Juzgado de Instrucción Dos, a cargo del juez Juan Manuel Monte, donde se les extrajeron muestras genéticas para compararlas con las halladas en la escena del crimen hace casi once años.

Como señaló este medio, el futuro procesal de los tres no cambiaría la situación del condenado a prisión perpetua y en un hipotético escenario en el cual sean imputados por el crimen, será como coautores. Esto también lo dejó en claro el hijo de Gauto y De Jesús, principal impulsor de la reactivación de esta investigación, aunque su motivación es clara cuando dice que quiere encontrar “a los verdaderos culpables”.

El crimen ocurrió en mayo del 2010, De Jesús fue condenado por homicidio agravado por el vínculo por el Tribunal Penal II de Posadas el 17 de abril del 2015 y la sentencia fue ratificada por el Superior Tribunal de Justicia en octubre del 2017. Justamente a este último documento recurrió El Territorio para recordar los elementos que hay en su contra y que lo mantienen en la celda a la espera de que la Corte Suprema de la Nación revise su caso.

En su voto -ratificado por su pares-, la ministra Ramona Beatriz Velázquez expresó que “luego de un análisis completo e integral de la sentencia recurrida, entiendo que la misma se encuentra debidamente fundada, con basamento en las pruebas legalmente incorporadas a la causa, circunstancias particulares y en la normativa vigente, sin que a mi criterio se hayan quebrantado las reglas de la sana crítica racional ni se hayan vulnerado derechos o garantías del condenado, o padezca del vicio de arbitrariedad. En consecuencia, corresponde se rechace el Recurso de Casación impetrado, confirmando la sentencia condenatoria en todas su partes”.

Zapatillas
En el recurso presentado por los abogados Eduardo Paredes y José Luis Rey se destaca el cuestionamiento por valoración arbitraria a lo que se considera como principal prueba del caso, ya que ubica a De Jesús en la escena del crimen: las zapatillas Diportto talle 41 que le había regalado Gauto y que fueron secuestradas la misma noche que hallaron a la víctima, mientras él lloraba en medio del operativo policial.

Dos improntas fueron halladas en el departamento, una en un mueble de plástico y otra en la frente de la empresaria asesinada. Paredes y Rey dijeron que “en el caso de autos, el indicio débil de la semejanza de una zapatilla ha sido refutada por todos los datos obrantes”, aunque esto fue contrapuesto por los profesionales encargados de las pericias.

Respecto a este punto, en la sentencia los jueces Marcela Leiva, Roque Martín González y Marcelo Cardozo expusieron que en el debate oral y público “se exhibe ante la Audiencia Power Point, realizado con las fotografías de zapatillas de distintas marcas que presentó la defensa técnica del imputado como material probatorio durante la instrucción de la causa, que lejos de generar dudas respecto a la posibilidad de que ‘cualquier’ zapatilla haya marcado el rostro de Ramona Mercedes Gauto cuando estaba siendo brutalmente asesinada, reforzaron la conclusión de los especialistas respecto a que tal marca coincidía con el diseño de zapatilla que llevaba calzada el esposo de la víctima”.

Al respecto, el informe técnico indica que “en la base de plástico color negro, con soportes, perteneciente a un estante desmontable de tres niveles, se localizó una huella de pie calzado, lado izquierdo, realizado el cotejo - confronte con la impresión tomada del par de zapatillas marca Diportto calce 41, se determinó en forma categórica coincidencia entre la impresión lado izquierdo (indubitado) con la huella de pie calzado”.

El perito Juan Carlos Vázquez complementó en el juicio: “Hicimos la pericia con la suela de la zapatilla secuestrada con la indubitada tomada en la escena del crimen. En este caso dio coincidencia inobjetable”.

En referencia a la marca en el cuerpo de Gauto, la pericia señala que “estudiada la impronta que se encuentra localizada en la parte frontal izquierda del rostro de la víctima se determinó coincidencia morfológica con la impresión de la zapatilla marca Diportto, lado derecho, sector externo de la segunda y tercer hilera de la suela”. En tanto, en el juicio la perito Cecilia Isabel González reafirmó que “coincide morfológicamente, es decir en cuanto a la forma geométrica de la marca encontrada en el rostro con la de la zapatilla sometida a pericia”.

Con todos estos elementos, el STJ desestimó arbitrariedad en la valoración de esta prueba.

Perfil y testimonios
Por último se hizo un análisis de las pericias psiquiátricas a De Jesús, que lo señalaron como una persona violenta, sin empatía ni capacidad de mantener relaciones duraderas, sentir culpas y una marcada tendencia a responsabilizar a los demás de sus actos. Esto fue cuestionado por la defensa, que también consideró que “se aplica culpabilidad por conducción de vida, habida cuenta que las relaciones afectivas del imputado no se vinculan al hecho inculpado”.

Al respecto, la ministra Velázquez concluyó que las pruebas fueron analizadas y valoradas en conjunto correctamente, haciendo referencia a los diez testimonios de familiares, amigos y vecinos expuestos en la instrucción y en el debate, en los que quedó claro la violencia que ejercía De Jesús sobre Gauto, traducida en serias consecuencias físicas contra la víctima.

Pero no sólo eso, también se referenció una denuncia por violencia de género de la empresaria del 10 de marzo de 2009 y otra de quien al momento del debate era la pareja del hombre.

La de Gauto señalaba: “…hace 8 años que soy víctima de maltratos físicos, psicológicos verbales y físicos, él es una persona agresiva violenta que todo el tiempo me insulta me destrata como persona diciéndome ‘sos una rata, basura, te voy a dejar sin nada, yo te voy a dejar en la calle, no sos nada, puta de mierda loca, enferma, tenés que ver a un médico porque estás loca’, él hace karate y siempre me agarra de la cara y me grita o me da patadas por las piernas, por el brazo, lastimándome y dejándome moretones…en la víspera siendo las 15.30 horas aproximadamente, momentos en que me encontraba acostada en la cama de mi dormitorio ingresó al mismo mi esposo diciéndome ‘te vas a quedar sin nada y en la calle, por guiarte por chismes’…como seguíamos discutiendo mi esposo toma el ventilador de pie que estaba cerca suyo y me arroja por el rostro, luego cierra con una traba pasante la puerta de acceso al dormitorio, dándome golpes de puño en el rostro, en la cabeza, me propinó patadas por todo el cuerpo, luego me estiró del cabello, y me arrastró hasta la cocina tomando un cuchillo de la cocina con mango color negro, nuevamente me arrojó en la cama y colocó el cuchillo en mi cuello, presionando con fuerza diciéndome ‘de esta pieza no vas a salir viva, gritá todo lo que quieras nadie te va a escuchar, ni tus vecinos’, sin darme cuenta activé la alarma de seguridad de mi casa con el control remoto que tenía puesto en mi cintura, al sonar la alarma mi esposo me soltó y yo pude correr hasta el freezer donde saqué hielo para ponerme en el rostro porque estaba perdiendo sangre, luego mi esposo siguió insultándome ‘te voy a matar no vas a zafar de mí’”.

Con estos elementos el representante del Ministerio Fiscal, Rolando Oliva, describió al condenado en sus alegatos como una persona “cruel y sanguinaria”, con “un elevado conocimiento de las artes marciales”, del cual se valió para “apabullar a la víctima con certeros golpes en zonas vitales”, sin dejar pasar que ambos se veían todos los sábados para tener relaciones sexuales.

En conclusión, más allá de las esperanzas del acusado y sus hijos para revertir su situación en el máximo órgano judicial del país, una prueba clave que lo ubica en la escena del crimen y muy serios antecedentes de violencia de género explican la convicción de mantenerlo tras las rejas.

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