Hay un boom de emprendimientos ecológicos

Auge de emprendimientos ecológicos ante el creciente uso de productos naturales

El uso de una gran variedad de materias primas locales y de conocer lo que se consume impulsa este auge. Misiones es líder en la provisión de frutos y plantas para la elaboración
domingo 21 de marzo de 2021 | 6:07hs.
Auge de emprendimientos ecológicos ante el creciente uso de productos naturales
Auge de emprendimientos ecológicos ante el creciente uso de productos naturales

El ajetreo de la rutina, la explosión de información, el desconocimiento de las sustancias y químicos que se encuentran en los alimentos, medicinas y cosméticos, todo esto hace a que cada vez sean más los que prefieren volver al paradigma de lo natural. No sólo tiene que ver con lo que se consume, sino con las costumbres y la necesidad de “desintoxicarse” del día a día. Huertas orgánicas, medicina natural, alimentos hechos en casa, cosmética ecológica, son algunas de las opciones que comienzan a verse con más fuerza. Es que aunque se trata de costumbres ancestrales, con el tiempo muchas de ellas se fueron perdiendo.

Esto genera a su vez una nueva oleada de emprendedores dedicados a lo artesanal y sustentable, con productos que utilizan materia prima local y que están en armonía con la naturaleza. La mayoría de ellos también fueron impulsados a raíz de lo que ocurrió el año pasado, con el aislamiento ante la pandemia del coronavirus, lo que puso en evidencia la necesidad de los trabajadores de buscar alternativas para ganarse la vida de forma autogestiva. Y en esa búsqueda, muchos encontraron en los recursos obtenidos de la naturaleza, un fuerte aliado.

Las redes sociales, las ferias francas y los mercados concentradores se vuelven entonces grandes mostradores de este tipo de emprendimiento que crece y va tomando un lugar preponderante en el mercado.

De la naturaleza a la mesa

La tarea de realizar con amor, dedicación y empeño es fundamental a la hora de ejecutar un buen trabajo. Así lo pone de manifiesto Teresa Nonemacher (62), madre de cinco hijos y fiel a sus principios, siempre abocada a ganarse la comida con su labor, poniéndole el pecho todos los días.

Teresa se dedica a producir mermeladas, licor, jugos concentrados e infusiones de frutas y plantas medicinales deshidratadas con producción propia. Desde hace 10 años, se levanta temprano y dedica su jornada a la siembra y cultivos que se realizan en forma manual, como a mantener limpio el terreno.

 La productora se capacitó mediante cursos hechos por internet mientras buscaba una herramienta de trabajo que le genere ingresos sin depender de alguien. Y arrancó así en la localidad de Capioví produciendo artesanalmente para luego comercializar. “Yo hago todo sola, me gusta tener mi ritmo y ser eficaz en mi trabajo”, dijo a El Territorio.

Con el paso del tiempo participó en diferentes ferias provinciales y nacionales. “Fue y sigue siendo de gran ayuda para promocionar y dar a conocer mis productos”, resaltó. “Todo esto sirvió porque quería ofrecer productos artesanales hechos con mis manos y hoy tengo la posibilidad de vender dentro de la provincia, del país y exportar”, agregó, destacando a su vez que en envíos al por mayor llegó a despachar hasta 500 unidades.

Al ser consultada sobre el cansancio y sus pocas horas de descanso, enfatizó: “Muchas veces me sucedió, pero sin quejas ni lamentos, esto requiere amor al trabajo, constancia y la mente positiva ayudan para seguir adelante”.

Teresa tiene productos hechos de grosellas, maracuyá y quinotos en almíbar. “La idea es incorporar nuevos sabores, pero lastimosamente por falta de producción, tres productos en base a arándanos no tengo en stock este año”, finalizó.

En Capioví también se encuentra Alejandro Bremm (35), propietario de Productos Maia, quien se dedica a tener variedad en sabores de masitas, miel de caña y azúcar agroecológico y otros productos artesanales.

“El trabajo comenzó junto a mis padres (Flavio José Bremm y María Sneider), a mi mamá le gustaba trabajar en la elaboración de panificados, fuimos a una feria franca, nos acoplamos los dos y arrancamos el emprendimiento”, contó.

Lo que se inició como un emprendimiento familiar en un horno a leña, fue creciendo con el correr del tiempo. “En esa época se vendían más de 25 variedades de galletitas distintas”, sostuvo Alejandro y contó más: “Terminé la secundaria, me fui a estudiar, no estaba abocado a la tarea de mis padres, cuando volví, hice otros trabajos y no me resultaban, una vez le invitaron a mi mamá a una feria franca y no podía ir, fui yo y vi un gran movimiento. Ahí fue donde pensé en invertir para que lo nuestro crezca”. Fue así que se dedicó a mejorar la presentación del producto y a modificar las fabricaciones.

Con el impulso de Alejandro, se redujo la variedad de galletitas, un total de 10 sabores, pero se agregó un producto especial de la casa, que son los chizitos de almidón de mandioca, que es un producto de snack hecho en base de almidón de mandioca. “Nosotros tratamos de trabajar con la mayor variedad en lo natural como sea posible, decimos que es como hecho en casa”, expresó. El emprendimiento se ubica en su chacra, usa cocina a leña, tiene una gran plantación de mandioca y produce el almidón de mandioca.

En tiempos de pandemia, el productor comentó sobre su trabajo: “Primero no sabíamos cómo afrontar la situación, pero le encontramos la vuelta, si bien se redujeron los puntos de venta y distribución, pero pudimos agregar panificados, como ser pastas, pizzas congeladas, variedades de sorrentinos, tallarines. Además, vendemos pan de lomo, pan de hamburguesa y más productos; nos reconvertimos más que nada en una panadería, igual las galletitas gracias a Dios mantuvieron su nivel de venta, así supimos sobrellevar los momentos complicados”, cerró.

Cosmética

Con la mirada puesta en la belleza y el cuidado de la salud sobre todas las cosas, pero con una impronta ecológica e incluso ambientalista, la emprendedora Adriana Borelli desarrolla su firma en Eldorado. Cremas y maquillajes, además de otras emulsiones, son comercializadas bajo la marca “Ecos”.

Adriana resaltó que trata de usar la mayor cantidad de ingredientes de Misiones, no sólo por la diversidad de esencias que se pueden encontrar, sino también para ayudar a los emprendedores locales. “Por ejemplo, usamos aceites esenciales de la cooperativa de El Soberbio. La idea es usar materia prima de Misiones, porque es genial ese ida y vuelta solidario”, dijo. Además, cuentan con un cultivo orgánico propio, en el cual plantan aloe vera lavanda y caléndula.

Asimismo, expresó que más allá de la parte natural, los productos no pueden estar sin conservación. Sin embargo, en Ecos utilizan conservantes que también están avalados por la cosmetología ecológica.“Las mujeres nos ponemos muchísimas cosas todo el tiempo y los parabenos están cuestionados porque no se metabolizan, quedan dentro de nuestro cuerpo. Por eso, esto surge de la pregunta que uno se hace de si todo lo que uno está usando te hace bien o es efectivo”, señaló Adriana y añadió que la gente “está tendiendo más a lo natural, porque hay tantas enfermedades, afecciones”.

De esta forma, los emprendedores naturalistas comienzan a copar un mercado que va en sintonía con el entorno, con la sustentabilidad y el ambiente, con conocer lo que se consume, elaborarlo con las propias manos, con utilizar ingredientes locales, volviendo, de a poco, al origen y a la esencia de las cosas.

La medicina natural
Mariana Mampaey es médica y se dedica además a la fitoterapia. En una entrevista brindada a El Territorio para el informe denominado “El regreso a la medicina natural” había comentado las bendiciones que tiene la tierra pero de las cuales poco se conocen aún.

“La medicina popular, haciéndola bien, es excelente y mucho más barata, pero requiere más estudio: terminar la facultad de medicina, estudiar fitoterapia, analizar cada planta, qué efectos indeseables tiene, qué dosis dar, cuándo, a quiénes. Porque es como todo, si tomás o comés algo en dosis alta, por más sano que sea se va a volver tóxico para la salud”, había distinguido.

Y en efecto, había argumentado que serán los jóvenes los que volverán al paradigma de lo natural. “Es bueno saber que cada vez son más los médicos que se interesan por la fitoterapia, y con los jóvenes será el verdadero cambio de paradigma. Los jóvenes ya no se tragan todos los sapos que nos tragábamos nosotros y la piensan un poco más”, había indicado.

 

Nota relacinada

La terapia floral como una alternativa de vida

¿Que opinión tenés sobre esta nota?