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El 20 de marzo de 2020 se paralizó el país

Los cambios y evolución a un año del día en que se declaró la cuarentena

Los cruces ilegales siguen preocupando a los jefes comunales, principalmente del Alto Uruguay. Advierten que en ciudades aledañas las medidas son demasiado leves

sábado 20 de marzo de 2021 | 5:43hs.
Los cambios y evolución  a un año del día en que se  declaró la cuarentena
Los pasos formales son controlados pero hay mucha porosidad en la frontera. Foto: Natalia guerrero
Los pasos formales son controlados pero hay mucha porosidad en la frontera. Foto: Natalia guerrero

Hoy se cumple un año desde que la Nación declaró el Aislamiento, que luego se convertiría en Distanciamiento Social. Desde entonces, se tomaron numerosas medidas tanto en el país como en Misiones. En la provincia, se adoptaron la llamadas “medida binarias”, para equilibrar la atención sanitaria y económica. Tales acciones mitigaron los efectos de la pandemia. Pero a un año, surgió otra amenaza: una nueva cepa del coronavirus que está a metros de algunas localidades fronterizas.

Tanto esta situación como lo que representó el año de pandemia, hace que cambiara el intercambio comercial y cultural que se daba habitualmente y de forma natural entre Misiones y los países limítrofes, Brasil y Paraguay. Y si bien vecinos y autoridades añoran esos tiempos de hermandad, hoy más que nunca la provincia busca mantener las puertas cerradas, ante un virus que no cesa y por el contrario, se multiplica de manera exponencial en las ciudades contiguas, principalmente en las que están del lado brasileño.

En lo económico, el impacto fue dispar puesto que mientras algunas comunas sufren la ausencia de clientes y turistas  -como en aquellos negocios que se encuentran en el límite del paso fronterizo entre Bernardo de Irigoyen y Dionisio Cerqueira -, otras viven sus momentos más prósperos de abundancia, como sucede con el sector comercial de Posadas.

De la misma manera, hay muchos pobladores de ciudades vecinas, como el caso de Encarnación, que lamentan la situación, principalmente por la grave crisis comercial que están viviendo por la falta de consumidores argentinos, además de que muchos de ellos cruzaban el puente para trabajar en Misiones.

La opinión es entonces distinta en cada caso: hay quienes piden a gritos la apertura de las fronteras y otros que prefieren que siga cerrado lo máximo posible.

Sin embargo, una realidad que no se puede dejar de ver es la permeabilidad que sigue teniendo la provincia con los pasos fronterizos ilegales. Ya sea a través del río o por tierra firme, las fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura) no dan abasto para contener a la cantidad de vecinos que se escabullen para seguir comercializando, trabajando o visitando suelo extranjero.

Esto hace que las autoridades, sobre todo los intendentes, se pongan en alerta junto a sus comités de crisis, en un trabajo arduo para contener al virus del Covid-19 que sigue -a un año- siendo una de las mayores preocupaciones, y más aún con la aparición de una nueva cepa más agresiva en Brasil.

Frontera permeable

Los jefes comunales manifestaron que se encuentran en constante comunicación con sus pares de ciudades aledañas. En ese sentido, alcaldes misioneros conocen la situación que está ocurriendo del otro lado y se preocupan de lo que pueda llegar a pasar en la provincia si la nueva cepa ingresara.

En diálogo con El Territorio, los intendentes del Alto Uruguay indicaron que la intranquilidad deviene del escenario que se presenta del lado brasileño. Aducen que muchos de sus colegas prefeitos de ciudades vecinas no tienen más herramientas para frenar el virus y las políticas tomadas a nivel nacional impiden que puedan disponer de nuevas medidas.

A esto se suma la fragilidad que tienen algunas zonas, por donde siguen pasando gente,  incluso con contrabando de mercaderías.

José Márquez da Silva, intendente de Campo Ramón, expresó que “con el tema del aislamiento - como en toda la provincia - seguimos trabajando tanto en Campo Ramón como en Villa Bonita, siempre con los protocolos. No obstante, en cuanto a la frontera, un poco se tranquilizó el movimiento pero siguen pasando, no tomaron conciencia los chiveros de la situación”.

“Yo siempre dije que lo que estuvo a mi alcance lo hice y seguimos trabajando con la Policía, Gendarmería, pero siguen pasando cosas desde Brasil y siguen llevando cosas desde la Argentina también”, exclamó.

De la misma manera, el intendente de Alba Posse, Lucas Gerhardt, contó que se están extremando los cuidados en las zonas fronterizas, con mayor despliegue de efectivos debido a la cantidad de casos que hay en las ciudades aledañas y a la presencia de la nueva cepa de coronavirus en Río Grande do Sul.

“Trabajamos desde el Ejecutivo con las fuerzas nacionales que son Prefectura y Gendarmería, además de las provinciales, en lo que es infantería, tránsito, comando y comisaría. Estamos preocupados por la nueva cepa y las políticas que tomó el vecino país, sin aislamiento ni nada. Estamos solos tratando de frenar el virus en la frontera, por eso  siempre nos preocupa el paso informal, clandestino”, dijo.

Y seguidamente, añadió: “Veníamos controlando muy bien pero después la gente se empezó a relajar un poco, por eso empezamos un trabajo de mayores cuidados en las zonas fronterizas, con despliegue de más efectivos. Pero por más controles que se hagan, la frontera siempre fue permeable, más en esta época que muchos jóvenes se van a trabajar a Brasil”. 

“Siempre hablo mucho con los intendentes de Brasil y están preocupados también porque en varios puntos de Río Grande do Sul ya tienen la nueva cepa. Ellos toman algunas medidas que pueden pero la política de estado del gobierno nacional de ellos no les deja tomar otras medidas más drásticas”, sostuvo.

Por esa razón, y ante la aparición de nuevos casos, el intendente junto al Comité de Crisis decidieron hace dos meses restringir actividades y reuniones, medida que se extenderá, por lo menos, hasta el próximo 28 de marzo.

Temores

Guillermo Fernández, alcalde de Bernardo de Irigoyen, manifestó que se sigue trabajando mucho con “la presencia de Gendarmería Nacional con diferentes puestos, además de que en la aduana de camiones está salud pública controlando síntomas, temperatura a los choferes de camiones, con mucha prevención siempre”.

Sin embargo, aseveró la preocupación ante el panorama que se vive en algunas ciudades de Brasil también. “Sabemos que hay localidades brasileñas en las que hay muchos casos y no podemos bajar los brazos, por eso tratamos de llevar un control, para tener un mínimo de casos. Como irigoyense, por supuesto que quiero que todo vuelva a la normalidad, que la Aduana se abra, porque nunca se vio una aduana cerrada, es algo histórico, pero creo que ahora se prioriza la salud”, afirmó.

Al tiempo que insistió: “Pedimos a la comunidad que acompañe porque es un trabajo de todos para poder cuidar a nuestros abuelos, familia. Creo que ya todos aprendimos el riesgo que hay y la llegada de la vacuna es la esperanza”.

En tanto, Fabián Rodríguez, alcalde de San Vicente, explicó que “estamos teniendo un índice alto de contagios, por eso volvimos con medidas para atrás. Hacemos mucho hincapié en los protocolos, pero lamentablemente la gente se relajó bastante”.

“Nosotros estamos a 50 kilómetros de El Soberbio, la gente siempre suele pasar  por la frontera pero no vemos una gran afluencia de personas, porque también hay bastante controles. Sin dudas, estamos a la expectativa pero por ahora no vemos gente de Brasil que venga para esta zona”, agregó.

Por su parte, el intendente de El Soberbio Roque Soboczinski, remarcó que “justamente en estos días se observó un dispositivo más preparado en la frontera y esto provoca sin dudas que la gente vea eso y no se anime a pasar por los pasos fronterizos”.

“En la frontera como siempre, dependemos de las fuerzas de seguridad. Por nuestra parte, con el Comité de Crisis se vienen llevando a cabo los trabajos, porque vemos que es peligroso, con todo lo que se cuenta de Brasil, con esta nueva cepa que es más contagiosa y agresiva”, dijo.

Y concluyó: “Hay comunicación con los municipios vecinos pero más que nada nosotros estamos midiendo los casos para tomar medidas más firmes si empiezan a aparecer más. No hay que bajar la guardia”.


Sin playas en Río y toque de queda en Foz

La ciudad de Río de Janeiro (Brasil) decretó ayer la prohibición del uso de las playas y del baño de mar durante este fin de semana, con toque de queda nocturno.

La medida establece el cese de entradas de pasajeros a la ciudad en ómnibus y combis, salvo los de los hoteles, con retenes en los principales accesos.

Esta semana la ocupación de camas de terapia intensiva en la ciudad de Río en la red pública llegó a 95%.

La medida dura hasta las 5 del lunes y tiene como finalidad reducir aglomeraciones para enfrentar la demanda hospitalaria.

En tanto, Foz de Iguazú tendrá un nuevo toque de queda este fin de semana. El objetivo es contener la circulación del coronavirus y reducir el número de casos. La medida se aplicará entonces desde hoy a las 18 hasta el lunes a las 5.

 

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