Proyectan para este año recuperación del empleo

Luego de un 2020 signado por la crisis que provocó la pandemia del Covid-19 que, entre otras cosas, significó la caída del 9,5% en los empleos registrados, se proyecta una recuperación para este año.

Según consignó la consultora privada Ecolatina, el empleo formal crecería alrededor del 8%.

“La velocidad y la magnitud de la reactivación dependerán de la profundidad del rebrote de coronavirus y su impacto sobre la producción. Cuanto menor sea éste, más acelerada será la mejora del nivel de actividad, impulsando la restauración de una parte de los puestos de trabajo perdidos durante los peores meses -económicos- de la pandemia”, precisaron desde la consultora.

En el análisis, indicaron que la recuperación del consumo vendrá impulsado por la recuperación de los puestos de trabajos que se perdieron durante 2020 por efecto de la pandemia. Ello será por encima de la recuperación del poder adquisitivo que, para este año, aún sufrirá los efectos de la inflación. En este aspecto, estiman que la reactivación de este segmento se daría a partir de 2022.

En el informe, se dio cuenta que la recuperación en los puestos laborales se daría por debajo de lo que se perdió entre marzo y diciembre de 2020.

“Como era de prever, este deterioro que provocó la pandemia del Covid-19 impactó en casi todos los frentes de la economía: la demanda, los salarios y el empleo, entre otros, sufrieron la crisis del año pasado”, explicaron. Y en este sentido, sobresalió del análisis que durante 2020 se perdieron 220.000 (-1,8%) puestos de trabajo formales, acumulando una pérdida de 446.000 (-3,6%) puestos de trabajo registrados desde diciembre de 2017. La mayor pérdida de puestos laborales se dio, en su mayoría, en rubros catalogados como esenciales sobre aquellos no esenciales.

Los asalariados privados, en tanto, fueron los que más sufrieron la crisis por la caída de 202.000 puestos laborales, que representó una caída del 3,4%. Mientras que los monotributistas y autónomos cayeron 1,4% (-40.000 puestos). En sentido contrario, el empleo público creció 0,6% en sus tres niveles de gobierno -nacional, provincial y municipal-, sumando poco más de 19.000 trabajadores a lo largo del año que estuvo marcado por la pandemia.

“Estas diferencias fueron más allá de la modalidad de contratación: también se verificaron entre las distintas ramas de actividad. Por caso, los segmentos asociados a la producción de bienes -a excepción de construcción, que por la pandemia tuvo una dinámica más parecida a servicios- destruyeron sólo el 1 por ciento e sus plantillas durante el 2020, mientras que la contracción alcanzó el 5 por ciento en el resto de las ramas de actividad”, precisaron.

Asimismo, se analizó que el empleo registrado cayó menos que el nivel de producción, que llegó a números en rojo por el parate total entre marzo y mayo. “La posibilidad de suspender trabajadores en los rubros paralizados contribuyó a conservar algunos puestos de trabajo. En tanto que las dificultades para despedir personal formal que provocaron la doble indemnización y la prohibición de despidos también ayudaron a contener la sangría”, agregaron.

En la misma dirección, el programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP), donde el Estado nacional pagó parte del sueldo de algunas firmas golpeadas por las restricciones a la circulación, contribuyó a cuidar los puestos de trabajo registrados. Como resultado, la actividad sintió más el impacto del coronavirus que el empleo”, concluyó la consultora.