Trío brasileño y sus cómplices fueron detenidos tras un asalto en San Martín

En cuestión de minutos y en plena madrugada de ayer, una numerosa comitiva integrada por distintas dependencias de la Policía de Misiones rodeó bajo estricta vigilancia un predio de la localidad de Panambí donde tres peligrosos delincuentes brasileños dormían mientras esperaban el amanecer para cruzar el río Uruguay y retornar a su país.

El exitoso despliegue policial evitó cualquier posibilidad de escape por parte de los tres malvivientes que, según las investigaciones de la Justicia de Oberá, están más que implicados en el violento asalto ocurrido el último jueves contra un empresario de 70 años de la localidad de San Martín de Tours, a quien maniataron junto a un empleado para luego huir con su camioneta 4x4. 

De acuerdo a los datos proporcionados a este medio por voceros que trabajaron de cerca en el caso, los brasileños fueron identificados como Felipe Da Silva Pereyra (29), de Santa Rosa, y Sidiney Da Rosa (45) y Ederaldo Rodríguez Dos Santos (54), ambos de Ijuí, Río Grande do Sul.

A partir del entrecruzamiento de datos con el vecino país se pudo reconstruir además que estos están vinculados a numerosos hechos de robo con uso de arma de fuego en Brasil. 

Por si fuera poco, además de los brasileños, otros cuatro hombres de entre 29 y 53 años -dos de ellos conocidos por registrar antecedentes con la Justicia provincial y federal- también fueron detenidos entre el jueves y el viernes durante una serie de allanamientos desplegados por la Policía en distintos puntos de Oberá.

Se cree que estos cuatro últimos tuvieron un rol más que importante en la organización del último hecho investigado y que fueron los responsables del alojamiento como del traslado de los tres brasileños, sindicados como los autores materiales del ilícito. 

Las andanzas de la peligrosa banda delictiva comenzaron a ser seguidas de cerca a partir del robo que sufrió el último jueves en horas de la siesta el empresario Mario Raúl N. (70) dentro de su establecimiento ubicado en el Lote 84 del paraje Kilómetro 20, en la localidad de San Martín.

Tal como consta en la presentación policial hecha por el propio damnificado ante los investigadores, cerca de las 14 fue abordado dentro de su terreno por tres desconocidos que portaban armas de fuego, barbijos y gorras de color negro. 

En pocos minutos, tanto él como su empleado Ricardo P. (23) fueron maniatados y golpeados por los malvivientes, quienes en todo momento no ocultaron su acento brasileño mientras exigían al empresario la entrega de una fuerte suma de dinero. 

Pero, al ver que este último no disponía de dicha cantidad de efectivo, los ladrones optaron por despojar de los teléfonos celulares a sus víctimas, un arma de fuego calibre 22 que había en la propiedad y por último escapar en una Toyota Hilux propiedad del septuagenario. 

Dicha camioneta fue hallada abandonada y con las puertas abiertas esa misma noche por una patrulla policial en medio de una zona de montes de la localidad y a unos 4 kilómetros de la casa del empresario.

Por ese entonces no se sabía del rastros de los delincuentes hasta que el aporte de testigos, sumado a una serie de averiguaciones por parte de la policía se logró dar con dos posibles sospechosos y que al parecer habrían sido de mucha ayuda para los ladrones horas antes del hecho.

Allanamientos

A partir de las distintas testimoniales recolectadas por los pesquisas policiales se pudo establecer que horas antes al hecho, a la vivienda de José Guillermo Z., un vecino de 53 años del barrio Caballeriza de Oberá que es conocido por tener antecedentes delictivos, habrían llegado tres desconocidos con acento brasileño. Y que estos tres fueron llevados por otro hombre del mismo barrio: Jaime Andrés P. (33). 

Ante la fuerte sospecha de que ambos pudieron dar apoyo a los malvivientes, por orden del Juzgado de Instrucción en turno, ese mismo jueves a la noche se concretaron allanamientos en las casas de los implicados y que derivaron en resultados positivos para la pesquisa.

En el inmueble de José Guillermo, más precisamente dentro de una pequeña casilla de madera ubicada en la parte posterior del terreno, los investigadores secuestraron una mochila que llevaba en su interior distintas prendas de vestir de marca brasileña, como así también elementos de higiene de los tres delincuentes.

Incluso se halló un documento de identidad a nombre de Felipe Da Silva Ferreyra, junto con un teléfono celular.

Por otro lado, en un allanamiento paralelo que se desplegó en casa de Jaime Andrés en barrio Norte de Oberá, se logró el secuestro de un Volkswagen Fox gris con el que el dueño de casa habría trasladado a los brasileños hasta la casa del primer implicado.

Con esto, la causa registraba sus dos primeras detenciones, aunque al día siguiente otros dos miembros de la pata local también fueron puestos a disposición de la Justicia. Y es que mediante investigaciones se pudo establecer que cerca de la medianoche del viernes, los tres brasileños habrían vuelto al barrio Caballeriza para recuperar las pertenencias que habían dejado en casa de José Guillermo, aunque al ver la presencia policial rápidamente huyeron del lugar en un Chevrolet Corsa.

Justamente el conductor de este último vehículo, identificado como Miguel Roberto V. (40) y que posee antecedentes por delitos federales, fue detenido en el barrio Aeroclub.

Aunque para esa altura los tres brasileños ya habían viajado hasta la localidad de Panambí en donde durante la mañana de ayer tenían pensado cruzar al Brasil. 

En tanto, un cuarto implicado en la organización delictiva fue atrapado también en el mismo barrio Aeroclub. Se trata de Gabriel S. (29), quien se sospecha fue el responsable del traslado de los malvivientes hasta la propiedad del empresario en San Martín. 

Rodeados y atrapados

Cerca de las 4 de ayer, el predio al que los brasileños habían llegado para pasar la noche fue rápidamente custodiado por una importante presencia de uniformados de diversas divisiones de la Unidad Regional II.

La peligrosidad de quienes pernoctaban en ese lugar, hizo que los efectivos montaron guardia y aguardaran el momento exacto para entrar. Y tras dialogar con el dueño del lugar, con autorización de este último, los efectivos ingresaron sigilosamente hasta llegar hasta un quincho en donde los tres malvivientes descansaban.

Allí se produjo el arresto de estos y su posterior traslado a una dependencia policial de Oberá en donde junto a los otros cuatro implicados permanecen alojados a disposición de la Justicia.