En abril se abre una nueva edición

El club de las historias que son vida

Reivindicando el poder de la narración oral, el taller del club de narradores se potencia con la diversidad y amplitud de voces que da hoy la tecnología
domingo 14 de marzo de 2021 | 6:00hs.
El club de las historias que son vida
El club de las historias que son vida

‘Había una vez...’, ‘No sabés lo que me pasó’, ‘Te acordás en ese viaje...’ ‘Fue lo más difícil que me tocó en la vida...’ ‘Aro, aro aroo’ . Hay mil maneras de arrancar a contar una historia, algunas muletillas son tan cotidianas que no notamos la fuerza del relato que conllevan y la mayoría son autorreferenciales o ‘lo que le pasó al amigo de un amigo’.

Esa habilidad convertida en intrínseca necesidad humana va más allá de comunicarse, es transmitir una experiencia de vida; los acontecimientos y su trasfondo, pensamientos, emociones, interrogantes. Todo eso se comprende en un relato, y desde Posadas, un club de narradores orales va expandiendo sus límites, geográficos y mentales, y reivindica esta labor de poder contar historias.

“Partimos de la narración oral autobiográfica. Es decir, todos tenemos historias para contar, para evocar desde lo comunitario, desde la narración oral escénica, desde aquel amplio repertorio que nos ofrece la literatura para poder contar, recrear desde esa figura del narrador que vive la historia y la cuenta”, detalló Marita Santos, que junto a Alexis Rasftopolo coordina el taller, proyecto de extensión de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam.

Si bien los encuentros solían ser presenciales, la pandemia, una vez más, cambió los modos, aceleró la digitalización y así ahora las reuniones son vía Zoom, lo que permitió también en el último año abrir el espectro y que se sumaran personas de distintas provincias.

En esa línea es que también se reflexiona que a pesar de cambiar algunas formas, la narración persiste, sigue siendo el modo de transmitir mucho más que emoticones.

“Cambió la comunicación entre las personas, vivimos mediados por las tecnologías, sobre todo en este tiempo de pandemia. El narrador necesita de la mirada de los otros, de esa escucha atenta y amorosa que alimenta el relato y eso hoy, frente a la pantalla, supone un gran desafío. Lograr la conectividad, escucharme, que el público me escuche, sentir que los tengo ahí y alternar la mirada a la cámara para jugar con los distintos planos y también por momentos verlos en la vista de galería en la plataforma Zoom para tener un registro de qué va sucediendo, es un aprendizaje que los narradores hemos hecho en este tiempo”, arrancó refiriendo Santos sobre estas nuevas formas de narrar.

“Pasar de la ronda de la plaza, del escenario de un teatro, del salón de clases en una escuela a contar en la pantalla no es sencillo. Sin embargo, muchos de nosotros coincidimos en el Club que la energía que se genera está presente en la pantalla, la sensación de movilización interior que produce contar y escuchar también se produce online. Debe ser porque en ese momento todos y todas decidimos desconectarnos de otros dispositivos y conectarnos con eso que escuchamos para permitirnos sentir, en un acto de generosidad y de entrega que hace que nos vinculemos y empaticemos”, profundizó sobre el lazo que se crea dentro del taller.

“La Alicia narradora y persona que soy hoy es distinta y es mucho más rica que la que comenzó este curso. Agradezco las emociones, las historias que se han contado acá y que disparan y rescatan historias de mi vida, de mi gente, de mis lecturas previas”, reflexionó Alicia Ducasse, tras experimental el taller desde Córdoba.

“Nuestras narraciones, muchas son autorreferenciales y nuestras historias con ellas se resignifican y le podemos dar un nuevo sentido al pasado”, agregó al destacar los conocimientos adquiridos y “toda esta gente hermosa que he podido conocer en el Club de Narradores”.

Por su parte, Andrés Barchuk ponderó:  “No conocía la narración oral, vengo de experimentación en teatro y encontré una dramaticidad muy sutil, muy sencilla. Uno la siente muy ancestral y muy efectiva. Muy reparadora por ese efecto de crear imágenes de una manera muy natural y envolverse en estados relacionados a esas imágenes que el narrador va regalando. Es una experiencia de mucha calidez y mucha cercanía con el otro, de la que uno sale muy agradecido”.

Es que tal como define la cita elegida de Gabriel García Márquez que invita al curso, ‘la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla...’, los relatos son clave. Además, la riqueza también se encuentra en la diversidad y pluralidad de voces que afloran en el taller, ya que no hay límite de edad ni ninguna otra condición para ser partícipe, simplemente el apetito de contar.

Cabe resaltar que esta es la cuarta edición del Club de Narradores. Son seis encuentros que arrancarán el 10 de abril, por Zoom los sábados de 9 a 12.

Según resaltaron, se abordará: la voz y el cuerpo al momento de contar, las historias que nos encantan, las historias que nunca contamos. Habrá dos talleres especiales sobre cómo contar a partir de las imágenes, con la ilustradora marplatense Inés Solari, y otro taller de Repertorio de cuentos para niños y niñas con el especialista Sebastián Franco. Al finalizar el hay una ‘contada’ de cierre donde los participantes eligen qué narrar. El espacio es abierto a la comunidad.

Se puede solicitar el link de inscripción en Facebook o bien al WhatsApp 376-4714819.

Toda nuestra vida está signada por narraciones de todo tipo, cuentos que nos contaron de niños, payadas, cómics, películas y por qué no hilos de Twitter, series web y mucho más. Lejos de limitarnos, la tecnología nos abre hoy, más y más formas de transmitir lo que nos sucede, sucedió, ansiamos suceda... y a la vez, nos pone como espectadores de todo acontecimiento, chisme, relato mágico que ofrece el de al lado.

En definitiva, intercambiar narraciones, mirarnos, encontrarnos, es otra manera de buscar el cara a cara con un otro, de conocernos y reconocernos en él y continuar la rueda infinita de poder crear una nueva historia.

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