Oberá amplía recorridos del transporte público

Las sensaciones de la primera semana de clases contadas por sus protagonistas

El retorno a la presencialidad dejó una mezcla de alegría, sorpresa y en algunos casos decepción. Otros esperan ansiosos el lunes, cuando le toque el turno a su burbuja
sábado 13 de marzo de 2021 | 6:04hs.
Las sensaciones de la primera semana de clases contadas por sus protagonistas
Las sensaciones de la primera semana de clases contadas por sus protagonistas

El martes las calles de Posadas volvieron a llenarse de niños y adolescentes que volvieron a las aulas. Fue uno de los días más esperados por todos. La escuela a la que llegaron ya no era la misma, el aula y los recreos tampoco.

Para algunos fue la primera vez, como en el caso de Mateo Ramírez (7), quien arrancó la primaria en segundo grado, dado que el año pasado lo realizó virtualmente. Tímidamente le contó a El Territorio que le gustó la experiencia y que su materia preferida es educación física.

Su hermano, Enzo Bautista, cursa quinto grado así que ya estaba más habituado a la escuela primaria, pero nada es igual a lo que conocía. “Empecé el martes, me gustó, extrañaba un poco la escuela. Mi mamá no sabía más cómo explicarme las tareas”, comenzó contando inocentemente.

Sobre la rutina de aquel histórico primer día, recordó: “Me levanté a las 6, estaba medio dormido. Cuando entré a la escuela me encontré con algunos compañeros viejos que se cambiaron a la mañana también, porque yo antes iba a la tarde. Yo voy desde salita de 3 al mismo colegio, al Jesús Niño. Poco a poco me voy acostumbrando”.

En su caso, no solamente son nuevas reglas sino también nuevas caras y amigos por hacer. Pero eso no lo asusta, al contrario, se emociona con el año que le espera. 

“Hay varias líneas en el piso para que tomemos distancia y hay dos entradas, entonces se debe entrar por un lado y salir por otro. También te toman la temperatura y te ponen alcohol y después te vas directo a tu salón”, detalló.

La emoción y el acelere de Enzo representan la situación de muchos otros niños de su edad, quienes anhelaban ante todo el contacto con sus pares. Pero la realización de tareas en casa se había vuelto aburrida y como confesó, su madre “ya no sabía como explicarle”.  

“La semana que viene vamos a tener tarea en casa que va a ser repaso para ver si aprendimos algo, no vamos a tener Zoom pero sí tarea. En la escuela después de cada recreo tenemos algo diferente, el miércoles tuvimos Lengua y no llegué a completar los ejercicios, así que tuve que terminar en mi casa y se me acabó la tinta”, dijo entre risas mientras hurgaba en su mochila a ver si conseguía algún cartucho nuevo.

Plástica y Matemáticas son sus materias preferidas, pero todas le generan emoción por el simple hecho de estar donde todo niño es feliz: en un pupitre o patio escolar y rodeado de otros como él.

Enzo y Mateo tienen una hermanita más chica quien se aventura en sus primeros días de sala de 4, aunque en su caso aún de manera virtual.

Lucas, padre de los niños, comentó que ahora, con los nuevos protocolos, la participación de los padres es casi nula, aunque considera que eso los vuelve “más independientes”. “Ahora ellos entran a la escuela y se desligan de los padres”, dijo.

Ambos niños asisten a la misma escuela y como son hermanos, la institución priorizó los turnos y el traslado, por lo que en esos casos se determinó que les toque siempre la misma semana y en el mismo horario, para no sobrecargar a los padres.

“Fue muy lindo volver”

Micaela Scheroki cursa el último año del secundario en la Epet 10 de Puerto Rico, integra el centro de estudiantes de su escuela  y poco a poco se va adaptando a la nueva normalidad.

“Fue muy lindo volver a la escuela. Al estar separados en diferentes burbujas, tal vez no nos tocó con nuestros amigos, pero a pesar de seguir un protocolo, fue lindo y emocionante reencontrarnos y pensar en proyectar cosas”, dijo la joven estudiante.

Por otro lado, hizo referencia al tema del transporte y aseguró que “sé por mis amigos que es difícil viajar en colectivo porque las empresas no se organizaron todavía y al tener diferentes horarios de ingreso y salida, es difícil coincidir con los horarios de los coles”.

En su caso, contó que la lleva su mamá y regresa caminando y lamentó la situación de algunos compañeros, quienes deben esperar bastante tiempo el ómnibus o incluso llegan muy temprano para asegurarse de no perderlo, y la misma situación se da al regresar. A su institución asisten chicos de Capioví, Garuhapé y Puerto Rico que viven en zonas bastante lejanas.

En cuanto a sus expectativas para lo que resta del año, dijo: “Espero que a fin de año cuando la mayoría de las personas ya estén vacunadas y el pico de contagios haya disminuido podamos volver a las escuelas el curso completo y estar con nuestros compañeros y amigos todos juntos”.

Por su parte, Kiara Cabrera, quien cursa el tercer año en la Epet 13 de San Javier, no dudó al definir al año pasado como “un caos”.

Por eso, volver al aulas para ella representaba una gran expectativa. Un mundo desconocido. El motor que movía a Kiara era reencontrarse con sus compañeros, docentes y volver a vivir una jornada como las de antes, pero al llegar al colegio, sus expectativas se desvanecieron enseguida.

“Las clases no fueron lo que yo esperaba, se sentía rara esa mañana, todos tomando distancia personal... mi mayor angustia fue que nos separaron en grupos de diez alumnos y entonces no podía compartir momentos con mis otros compañeros”, expresó.

Y aunque asegura que entiende la importancia de los cuidados sanitarios en este contexto epidemiológico, admitió que esta nueva normalidad no le sienta bien. “Sé también que es necesario por la salud de todos y tengo mucha fe de que pronto terminará todo y que volveremos a nuestras juntadas entre mates o tereré y a disfrutar como lo hacíamos antes. Si todos ponemos voluntad en cuidarnos para así también proteger a los demás podremos salir de esta etapa tan triste de nuestras vidas como lo es una pandemia”, reflexionó.

Finalmente, comentó que va caminando hasta la escuela porque este trayecto la ayuda a relajarse y contó que días antes comenzó a repasar algunos contenidos, “así estaba lista por si me hacían algún tipo de pregunta”.


El transporte urbano y sus modificaciones

Respecto al transporte y con motivo de inicio del ciclo lectivo, la Comisión de Transporte y la empresa prestataria del servicio en la localidad de Oberá, continúan adaptando, modificando y ampliando recorridos para una mejor prestación.

En este caso, la línea 5 ramal E que une barrio Norte con la Terminal de Ómnibus, inicia sus servicios desde las 5.45 pasando por barrio Schuster, las oficinas de Anses, Villa Barreyro y Yerbal Viejo, hasta las 12.45.

Además, a partir de esta semana realizará tres recorridos más por la tarde desde 16.15 hasta 19.45, atendiendo a que es una línea muy utilizada por los estudiantes de la escuela técnica.

 

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