Tres décadas de pasión

El Colo Breitenbruch cumplió 30 años de enseñanza en la natación. Formador de grandes deportistas, compartió anécdotas y sueños
jueves 11 de marzo de 2021 | 6:01hs.
Tres décadas de pasión
Tres décadas de pasión

“Entrenarlos es mi momento de placer, el trabajo viene después...yo disfruto mucho. Es parte de mi vida, de mis hábitos. Me siento pleno con la parte pedagógica, me gusta enseñar ”, reconoce Gustavo ‘el Colo’ Breitenbruch (51) sobre ese momento de la mañana, específicamente desde las 5, en el que comienza en la pileta del Capri su día, junto al equipo de natación.

Para ello a las 4.30 está arriba y minutos después encara con su bicicleta para el club. “Tengo que dar el ejemplo”, dice con picardía. Es que justamente cumple 30 años de profesión. A sus 21 años obtuvo el título de profesor de educación física y la bicicleta siempre fue el medio de transporte del Colo. “Ahí está el auto y la moto estacionada, pero yo me muevo en la bici”, recalca.

En aquellos inicios de los años 90, el polaco de los ojos azules se inmiscuía en el triatlón, ello lo llevó a entrar en el mundillo de los deportes y pronto se sumaron los libros y las prácticas en el Montoya para poder volcar sus conocimientos.

“Comencé con el Rafa Larraburu en el club del Ejército, él me llevó. Después me llegó una propuesta de ir a entrenar a un grupito de nadadores en el club del Banco Provincia con la misma cantidad de padres entusiastas”, recordó entre risas.

También tuvo su escuela de atletismo denominada Tierra Colorada; “me gusta también el atletismo, tuve buenos atletas” y más tarde llegó el ‘pase del año’ al Pirá Pytá, que en esa época tuvo sus años dorados con una flamante pileta climatizada, un ‘boom’ que hizo que la natación posadeña creciera y naciera el mano a mano con los obereños, que ya tenían temibles nadadores.

“Fueron hermosos años, eran tantos nadadores. Oberá ya tenía una natación muy buena y Posadas empezó a tener sus primeras armas. El provincial atraía a cientos de nadadores, ojalá pronto se pueda volver a tener todo eso”, añoró el profe.

Hablar con el Colo es hablar con parte de la historia de las brazadas en la Tierra Colorada, la charla va de adelante para atrás, luego hay un freno de mano y nuevamente hay marcha atrás con los recuerdos que sacan una risa a cada rato.

De este puñado en el Banco Provincia pasó mucha agua bajo el puente. Y hoy el Colo es un referente, que lo lleva a ser el entrenador del programa nacional encargado del desarrollo de la natación en el NEA, lugar bien ganado ya que hace 20 años abastece a la selección nacional de nadadores misioneros.

“Primero con Gonzalo Acuña en Menores y de ahí no paramos más, son muchos años. También con Marión -Báez Breard-, Lisandro Monzón, Astrid Olmedo, Oriana Duarte; y ahora viene una camada que está increíblemente fuerte”, destaca.

En la actualidad ya resuenan los nombres de Sebastián Méndez Brandt y Catalina Addiechi, que aún siendo juveniles, ya está compitiendo con la elite del país. “Ellos son el hoy, pero hay una camada de nadadores que nada muy, muy fuerte y son chicos. Así que estoy contento”, tira el Colo; y para un apasionado como él, eso es fundamental como motor personal.

Porque el Colo no sólo es el profe y el entrenador, es en parte psicólogo, medio padre, medio amigo y todos los roles que cumple un formador de alto rendimiento ante las exigencias. “Hoy muchos ex nadadores son entrenadores como Marión, Andrea Friedrich y Gabi Londero, y eso me da paz, porque ellos saben de qué se trata esto y trabajamos en equipo. Además son buenas personas. Porque las medallas son una anécdota, lo que siempre busqué es que fueran buenas personas, que tengan herramientas y valores. Hoy todos son buenos ciudadanos”.

Tal es el caso de Lisandro Monzón y Gonzalo Acuña esos dos pichones que lo llevaron muy lejos o él los llevó, o en conjunto fueron, según la óptica, de manera literal -con el Torpedo hasta fue al Mundial de Roma-, el Colo sigue teniendo un lazo muy fuerte.

“Lisandro para la tesis de la Licenciatura en Comunicación Social me pidió que fuera parte, junto a sus padres, -risas-; y Gonzalo cuando se casó el año pasado me dijo ‘Colo tenés que estar’ y yo justo tenía un evento en el club después de muchos meses por la pandemia, así que no podía faltar, y fui después de la pileta como estaba, de buzo del club, un impresentable…” recordó a las carcajadas.

Acerca de qué lo llevó a ser profesor de educación física, el Colo, lo pensó y dijo “no sé si fue algo en particular, pero recuerdo que cuando era muy chico, en tercer grado en la escuela rural a la que iba en Bonpland, porque yo me crié en la chacra, llegaron cuatro entusiastas, que nos acercaron al deporte con actividades muy lindas y eso me encantó, ese mes fue una experiencia inolvidable e incluso fueron a almorzar a casa. Lo loco es que un día, en el 2010 en Mar del Plata, en la concentración nacional, estábamos sentados hablando con el head couch de la selección, que era Tato Moccagatta, también entrenador de Meolans, y me dijo ‘Colo yo hice mis prácticas en Misiones, me recibí con eso’ y le pregunté dónde y me contestó ‘hice pasantías en una escuela rural en el interior, cerca de Santa Ana, yendo para Alem…”.

Y su relato fue cerrando. “Le dije sino era en Bonpland, se rió y me contestó ‘si, en Bonpland’, yo no podía creer porque esos cuatro locos habían marcado una parte en mí y también le pregunté si no se acordaba de un polaquito de tercer grado que lo invitó a su casa… y me dijo emocionado que si ¡era yo!; fue muy loco porque habían pasado mil años  y nos juntamos por la natación, en un torneo y salió la charla por estar esperando aburridos a que empiecen a nadar”.

Así una anécdota más del libro que puede escribir sin dudas el profe, que se sonroja ante cada presentación de una charla que va a dar o una clase de natación a la que lo invitan. “Cuando me elogian mucho me pongo más colorado de lo que soy, porque yo realmente no le doy pelota a eso, a los pergaminos, eso es parte de lo que se fue dando en mi vida”.

La pileta del Cepard: “Me dijeron que se terminaría este año”

Uno de los propulsores de la construcción de la pileta olímpica -de 50 metros- en el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (Cepard) es sin dudas el Colo, que sabe que la natación tendrá un antes y un después con esa infraestructura funcionando -hoy tiene una parte construída- y a disposición no sólo de Misiones, sino del NEA y el Mercosur. “Me dijeron que se culminaría a más tardar a fines de año. Estamos ansiosos por tener la pileta que es una de las dos homologadas por la Fina (Federación Internacional de Natación) y va a atraer a lo mejor de la natación y eso implicaría a miles de personas para el crecimiento porque estamos en un lugar estratégico”, explicó.

Y agregó que “tenemos a una de las potencias de la natación mundial de vecinos, como lo son los brasileros, y esto va a abrir esas puertas. Tenemos que aprovechar esto y hacer un polo de la natación acá. Y que todos los chicos aprendan al menos a flotar, como seguro de vida, porque estamos rodeados de agua en Misiones”.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?