La adolescente estuvo tres meses huyendo en la selva

Crudo relato de sobreviviente de la masacre de Concepción

Tania Villalba (15), prima de las dos niñas misioneras acribilladas en Yby Yaú el año pasado, contó cómo huyó del ejército paraguayo
lunes 08 de marzo de 2021 | 6:03hs.

“Vimos cómo se la llevaban a María, escuchamos los gritos de socorro, no nos queremos imaginar todo lo que les pudieron llegar a hacer. Es evidente que las torturaron muy mal”.

El crudo relato corresponde a Tania Tamara Villalba (15), prima de las dos misioneras acribilladas presuntamente por integrantes del Ejército paraguayo el pasado 2 de septiembre en un campamento de donde la entrevistada pudo escapar casi de milagro.

La menor, quien pasó más de tres meses huyendo en la selva paraguaya hasta que finalmente pudo cruzar a territorio argentino, recordó cómo fue su convivencia con sus primas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, desde el momento en que las tres, junto a otros familiares, llegaron hasta Yby Yaú, en el norte de Paraguay, para conocer a familiares.

En una entrevista que dio al portal elDiarioAR la muchacha comentó que el día del ataque al campamento se dio en pleno desayuno. Y recordó: “Estábamos todos dispersos, en su mayoría mujeres y empiezan los dispararon. En ningún momento hubo un alteamiento (voz de alto), nada, los disparos vienen de lejos. Cuando intento escapar alcanzo a ver cómo llevan a Lilita (Lilian Mariana)”.

Y comentó que en medio del desesperado ataque “ese día nosotros caminamos y los helicópteros pasaban arriba nuestro”.

“Yo me fui con Anita y algunos militantes del EPP. De ahí pudimos salir. Unos días adelante nos volvimos a encontrar con mi tía Laura y vimos que Lichita estaba herida en la pierna izquierda, en la parte de la pantorrilla, tenía una herida muy grande, estaba totalmente pálida, muy amarillenta y tenía los ojos negrazos. Perdió mucha sangre”, añadió Tania en relación a la gravedad de las lesiones que presentaba otra de sus primas, Lichita Villalba, quien aún continúa desaparecida.

Sobre las condiciones de vida que tenían en la selva, la menor indicó: “Nosotros nos dormíamos en el suelo, porque en el campamento se quedaron nuestras hamacas. Esa es una zona donde trabajan marihuaneros y tienen sus ranchos y de esos ranchos reciclábamos materiales para realizar algunas cosas para poder usar, como una carpita, una hamaca. La idea era salir del lugar. Comíamos coco y a veces tomamos nuestro orín”.

Por otro lado, mencionó que el 20 de diciembre volvieron a ser atacados por una patrulla del Ejército, momento en donde fueron ultimados los tres miembros del EPP que los acompañaban en la huida.

“Anita, Lichita, mi tía Laura y yo nos escondimos. Los disparos venían todos de arriba. Estábamos saliendo del monte y ahí los disparos venían de los cerros, y nosotras estábamos en el campo pelado, sin posibilidad de nada. Con mis primas y mi tía nosotras rodamos y rodamos, y llegamos a un montecito donde permanecimos ahí durante 15 días esperando a que algo pase, no sabíamos qué hacer, nada, esperamos simplemente, sin comida”, revivió la adolescente, quien se refugia en Misiones con familiares en la clandestinidad por su seguridad.

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