Gallego Rojas: guardó silencio el principal sospechoso del crimen

Mientras se aguarda el traslado a Misiones del segundo implicado en el expediente que investiga el crimen del colombiano Gustavo Gallego Rojas (32), el primer detenido y principal sospechoso del caso se abstuvo de declarar ayer.

De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por El Territorio, Brayan Damián C. A. (25), también colombiano y ex compañero de trabajo de la víctima, fue trasladado ayer a la mañana hasta la sede del Juzgado de Instrucción Siete, a cargo del magistrado Miguel Mattos.

Un día antes el detenido ya había designado abogado defensor oficial y ayer volvió a ser trasladado hasta los estrados de Mattos para prestar declaración indagatoria.

En esa instancia, el sospechoso optó por guardar silencio y no declarar, tal como lo ampara su derecho.

En la misma audiencia, las autoridades judiciales al frente del caso le notificaron el hecho que se le acusa y le detallaron los indicios que por el momento se tienen en su contra.

Finalmente, el hombre fue imputado provisoriamente por el delito de 'homicidio calificado', aunque todo puede modificarse conforme al avance la causa que lleva menos de una semana en etapa de instrucción.

Ahora, los pesquisas se abocarán a continuar reuniendo elementos de prueba para fortalecer el expediente y se aguarda con expectativas el traslado hacia la tierra colorada del segundo involucrado: José Ramón R. (26).

Cabe mencionar que este muchacho fue detenido el jueves a la mañana en Corrientes capital y hasta el momento continúa en la provincia vecina, mientras las fuerzas provinciales y juzgados intervinientes arbitran los mecanismos necesarios para que una comisión policial misionera vaya a buscarlo.

Una vez puesto en territorio posadeño, este implicado deberá atravesar el mismo periplo judicial de su consorte de causa. Es decir, designar abogado defensor y comparecer en indagatoria.

La causa

El crimen de Gallego Rojas, prestamista y dedicado a la venta de muebles, fue reportado el domingo, poco después de la 00.30, cuando sus vecinos oyeron gritos provenientes de su departamento en la chacra 103 (barrio Yacyretá) y al acudir en su auxilio lo encontraron sin vida en el lavadero del lugar.

Allí se constató que el hombre había sufrido al menos 15 heridas cortantes en diversas partes del cuerpo, aunque luego el examen de autopsia determinó que la lesión mortal estaba localizada en el tórax.

Ante ese panorama comenzó a trabajar el personal de la Dirección Homicidios abocado a la investigación, labor mediante la cual se pudieron recoger varios testimonios que apuntaron haber visto a dos personas salir del lugar con una caja fuerte portátil (con 70.000 pesos dentro) en mano y utilizando la moto Honda Titán de la víctima.

Se estima, en base a fuertes indicios, que esas dos personas pudieron tratarse de los dos sujetos actualmente detenidos. Los últimos elementos recolectados indican que tiempo atrás Brayan era el “cobrador” de Gallego Rojas, en tanto que el conflicto entre ambos surgió cuando el ahora detenido se habría quedado con un dinero que no le correspondía y con la moto de su compatriota.

La reconstrucción realizada señala que después de ese inconveniente Gallego Rojas logró recuperar lo suyo, pero en esa instancia Brayan lo habría amenazado de muerte.

Es por eso que Brayan aparece como el principal sospechoso del hecho. Además de antecedente entre ambos, hay más testimonios que lo vinculan con el caso, como quienes indicaron haberlo visto conducir la Honda Titán robada a la víctima tras el crimen.

Con los elementos que se tienen sobre la mesa, la hipótesis del caso indica que entre el viernes a la noche y el sábado a la madrugada Brayan vino con su presunto cómplice desde Corrientes a Posadas y se alojó en la casa de un conocido a 200 metros del departamento de Gallego Rojas.

Desde allí, el domingo a la madrugada, fueron a la casa de la víctima y lo asesinaron, tras lo cual se lavaron las manos en el baño del lugar -indicio que surge a partir de las pruebas de luminol- y a bordo de la moto del prestamista huyeron de la escena.

Esa moto luego fue dejada en la casa de otro conocido de ellos que nada sabía del homicidio ni de la trama detrás del rodado. La moto allí fue incautada y uno a uno fueron cayendo los sospechosos.