El repunte de casos de Covid-19 también preocupa

Francisco llegará a un Irak sumido en una profunda crisis

El papa arribará el próximo viernes a un país golpeado por la violencia, en peligro de partición y sin respuestas económicas
lunes 01 de marzo de 2021 | 6:02hs.

Hace más de un año y medio que las masivas protestas en Irak se repiten, aún en medio de los momentos más inciertos y oscuros de la pandemia de 2020 cuando todo instaba a los ciudadanos a quedarse encerrados en las casas, un clima de hartazgo y desesperación popular que desnuda la profunda crisis económica que vive el país que visitará la próxima semana el papa Francisco y para la que el Estado -endeudado, quebrado y en recesión- aun no ha podido dar respuestas efectivas.

La crisis en Irak no es nueva, pero terminó de acentuarse con la pandemia, como pasó en gran parte del mundo: el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó en octubre pasado que el país terminaría el 2020 con una contracción del 9,5% de su PBI, la peor caída desde 2003 -año de la invasión estadounidense-, provocada por la reducción de la producción petrolera acordada por la Opec, pero también por el desplome del sector de servicios y la recaudación, que empujó a una caída de casi el 50% de los ingresos del Estado sólo en los primeros siete meses del año pasado, según el Banco Mundial.

Según el Ministerio de Finanzas, actualmente siete de los casi 40 millones de habitantes viven con un salario o una pensión del Estado y, dado que por momentos no pudo cumplir con todos ellos o lo hizo con importantes retrasos, el estimado de los organismos de crédito internacionales es que la pobreza en el país aumentó del 20% en 2018 a más del 30% el año pasado.

Además, el desempleo es de más del 10%, pero desde hace tres años supera el 25% entre los jóvenes.

Todo indica que este escenario ya sombrío empeorará aun más este año con la devaluación del 20% del dinar iraquí frente al dólar que ejecutó el Gobierno en diciembre pasado, como primer paso de una hoja de ruta de reformas que presentó antes de la pandemia para reactivar la economía, un cúmulo de objetivos y medidas que fueron prometidas una infinidad de veces en el país pero nunca se aplicaron a fondo.

En un país en el que la producción agrícola de alimentos se desarrolló pero nunca para permitir romper la dependencia exterior y menos para alcanzar el ritmo de crecimiento demográfico de las últimas décadas, la devaluación ya significa para muchos iraquíes una canasta básica más cara, una realidad aún más dramática para los más de 1,4 millones de iraquíes que fueron desplazados por los combates en los últimos años y aún no han podido volver a sus hogares.

Para colmo, el papa Francisco llegará en momentos en que los casos diarios de coronavirus están alcanzando cifras récord por una segunda ola de contagios, lo que llevó a las autoridades a imponer fuertes restricciones mientras esperan el arribo del primer lote de la vacuna china Sinopharm en los próximos días.

Irak es uno de los países más afectados en Medio Oriente, con casi 700.000 casos reportados y más de 13.400 muertes desde el inicio de la pandemia.

El viaje de Francisco del 5 al 8 de marzo será el primero de un Papa a Irak, y hay quienes creen que podría ser el último al Estado iraquí tal como es hoy día.

“A la Argentina no vuelvo”

Por otra parte, Francisco afirmó que espera que la muerte lo encuentre en Roma, ya que descarta regresar a su Argentina natal, según una entrevista que forma parte de un libro del periodista Nelson Castro.

“Siendo Papa, ya sea en ejercicio o emérito. Y en Roma. A la Argentina no vuelvo”, destacó el pontífice ante la pregunta “¿cómo imagina su muerte?”. El Papa  descartó así una renuncia. 

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