Hubo protestas frente al Juzgado interviniente

“¿Por qué no puedo estar en paz? Él no tiene miedo de matar”

miércoles 24 de febrero de 2021 | 3:30hs.
“¿Por qué no puedo estar en paz? Él no tiene miedo de matar”
“¿Por qué no puedo estar en paz? Él no tiene miedo de matar”

“No paraba de golpearme”, Micaela Staggemeier repitió eso muchas veces desde el domingo a la madrugada en la localidad de Eldorado. Lo había dicho antes, lo había denunciado en otras oportunidades, pero esta vez no se quedó de brazos cruzados ante lo que, denuncia, fue la inacción judicial para contenerla.

Y esta vez también su pedido de ayuda se replicó hasta el cansancio en las redes sociales. Antes se había ido  vivir a otro país para romper ese círculo violento con su ex pareja y, sin embargo, el sábado volvió a ser agredida. Por eso dice basta y por eso muchos la acompañaron. 

Ayer, ella, sus amigas y otras militantes se manifestaron ante el edificio de los juzgados de Instrucción para pedir compromiso de parte de la Justicia. Hubo varias jóvenes con pancartas e incluso pusieron bolsas de basura en las entradas a la sede judicial.

Micaela también solicitó una restricción de acercamiento y un botón antipánico en el Juzgado de Familia. Por el miedo que sufre, no descarta en un futuro pedir custodia cuando el agresor, que ayer fue imputado por los delitos “lesiones leves y violencia de género” y completó la audiencia indagatoria, recupere su libertad. 

Según denunció, luego de estar con unas amigas en un bar la noche del sábado, Micaela se encontró con el imputado, Manuel Alejandro D.A. Él la buscó en auto con unos amigos y se dirigían a su casa cuando un nuevo episodio de golpes e insultos sucedió.

Lo que ocurrió -dijo- fue que en el viaje el grupo de amigos empezó a recordarle situaciones sensibles de su pasado de forma burlona.  “Cosas que aún me duelen, heridas que las mujeres no podemos sanar fácilmente”, especificó en una entrevista con Norte Misionero el lunes. Por eso, la joven pidió bajar, señalando que no toleraría esa falta de respeto.

La denunciante contó que fue entonces cuando, frente a sus amigos, fue agredida a golpes y tirones de pelo en plena vía pública. Uno de los amigos intervino, pero sólo para convencerla de llevarla a la casa, lo que fue peor. En el vehículo la paliza siguió durante varios kilómetros.

Pese a su insistencia de que la lleven a hogar, el automóvil -conducido por uno de los amigos del acusado- se dirigió hasta una estación de servicio con la intención de que allí la víctima se limpie la sangre de la cara. En el trayecto Micaela logró llamar a una amiga, que la asistió con el novio y otro joven.

Al ver la situación, el grupo contuvo a la víctima y retuvo el auto mientras llamaban a la Policía. El denunciado intentó huir por la avenida del lugar, pero finalmente fue detenido por una patrulla. Ahora está alojado en una celda a la espera de determinaciones de la jueza Nuria Allou, titular del Juzgado de Instrucción Dos.

“Denuncien”

Ayer, durante la manifestación y después de salir de sede judicial, Micaela accedió a hablar con El Territorio. Con la voz entrecortada, detalló su pesar e instó a las víctimas de violencia de género a realizar la denuncia mientras detrás suyo colgaban los carteles de “Justicia por Mica”, “Nos tocan a una, nos tocan a todas”, “¿Nos tienen que matar para hacer justicia?”.   

 En diálogo con Radioactiva 100.7, solicitó que el implicado siga preso: “No puede ser que me tenga que matar para que quede adentro. Cuando lo denuncié nunca lo detuvieron.  Siempre me escribió, siempre llamó. Presenté todo eso y nunca lo detuvieron. En esa oportunidad tuve la gracia de poder viajar a otro país y eso fue lo mejor que pude haber hecho, la mejor solución y la paz que pude encontrar”. 

“Volví y me volvió a atacar. Cuando estaba en Guatemala me escribía, ‘que vamos a cambiar, que yo te amo’. Fue mucha la manipulación y en alguna parte creí que iba a ser así, pero no, al final casi me mató otra vez”, agregó entre lágrimas, repitiendo que vive con miedo luego de lo ocurrido el fin de semana.   

“Él me amenaza mucho y yo sinceramente no sé si lo va a hacer o no, pero te da una inseguridad terrible. ¿Por qué no puedo estar en paz, por qué no puedo dormir tranquila? A esta persona le da paz amenazar, se siente en paz amenazando, no tienen miedo de la Justicia, no tiene miedo de matar. No tiene miedo y yo y mi familia sí lo tenemos, no es justo”, reclamó. 

Para finalizar, al ser consultada sobre que consejo le daría a una mujer que vive lo mismo, solicitó que “busquen la manera y que denuncien. Escuchen y que hagan caso cuando les dicen ‘alejate’, porque lo ven de afuera y saben lo que se viene. Que se animen, cuenten y busquen ayuda”. 

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?