Quedó varada por la pandemia y su primo le vendió la vivienda

Es otra de esas increíbles historias que entremezclan la imprevisibilidad de una pandemia con sus respectivas restricciones y el oportunismo delictivo.

Sucedió en Garupá y es la historia de una joven que hace unos días regresó a su casa tras haber quedado varada en Paraguay el año pasado y descubrió que su primo había vendido la vivienda entera.

El hecho salió a la luz en las últimas horas, cuando la Policía comunicó la detención del inescrupuloso familiar de la víctima y la recuperación de gran parte de los artículos del hogar que habían sido vendidos por separado al inmueble.

La historia

De acuerdo a lo que pudo reconstruir El Territorio en base a diversas fuentes consultadas, todo comenzó en marzo del año pasado, cuando Yésica (24) se fue de paseo a la vecina ciudad paraguaya de Encarnación y dejó a su primo, identificado como Ezequiel E. (22), al cuidado de la casa que ella tenía en un terreno fiscal ubicado sobre la calle Carlos Gardel, en el barrio Piedras Blancas de Garupá.

Sin embargo, todo se complicó debido a la declaración de la pandemia y la imposición de las diversas medidas sanitarias para contener el avance del virus, entre ellas el cierre de las fronteras.

La situación provocó que el regreso de Yésica a Misiones se prolongue mucho más de lo previsto. Su tranquilidad era que había dejado su casa segura, pero ocurrió todo lo contrario.

Es que el último martes, casi un año después, la muchacha pudo volver a pisar territorio argentino para regresar a su casa, pero al llegar se topó con una increíble situación.

Una vez en su propia casa, la muchacha se encontró con otra persona que no era su primo, ni tampoco un amigo, ni mucho menos un intruso. Era, ni más ni menos, que el nuevo dueño del inmueble.

En su denuncia radicada ante la Comisaría Quinta, la joven señaló que en el inmueble se encontró con un hombre de 29 años que, al ser consultado sobre su presencia en el lugar, narró que había comprado la vivienda por una suma de aproximadamente  290.000 pesos tras una transacción realizada con Ezequiel, quien antes de la venta se llevó todos los muebles de la vivienda, desde un frezzer hasta un juego de living de tres piezas y un ropero con cubiertos y ollas.

La Policía comenzó entonces con la búsqueda del primo de la damnificada y para ello se montó un trabajo encubierto en varios domicilios que el sospechoso podía frecuentar.

La inteligencia tuvo éxito finalmente en una casa del barrio Fátima, donde el implicado fue localizado y tras su correspondiente identificación fue detenido en averiguación del hecho.

Ahora, el joven de 22 años se encuentra a disposición del Juzgado de Instrucción Siete, a cargo del magistrado Miguel Mattos, que deberá decidir los próximos pasos a seguir en el marco de la causa penal que se abre en su contra.

Pero el trabajo no estaba culminado todavía. Tras la detención del implicado, los efectivos de la Mini Brigada de Investigaciones de la Comisaría Quinta, dependiente de la Unidad Regional X, siguieron con la búsqueda de los muebles sustraídos.

De esa forma llegaron hasta una casa en el barrio Las Tacuaritas (Ex Hipódromo) donde se encontraron con una joven de 18 años que contó haber comprado la vivienda con todos los muebles incluidos a 80.000 pesos a otro muchacho y que nunca se enteró que los artículos eran mal habidos.

La Justicia ordenó que la muchacha preste declaración como testigo en la causa y que posteriormente se incauten todos los elementos que habían sido denunciados como robados.

De esa forma se recuperaron una garrafa, un televisor, una mesa de plástico, una cocina, una heladera, dos camas, entre otros artículos y electrodomésticos, que serán restituidos.