Reestreno de lujo

En lo que fue la vuelta al Monumental, River derrotó 3-0 a Rosario Central por la segunda fecha de la zona 1 de la Copa de la Liga Profesional, gracias a los tantos de Rafael Santos Borré, Gonzalo Montiel y Nicolás De La Cruz.

El flamante campo de juego mostró sus desafíos y los futbolistas de uno y otro equipo sintieron las nuevas complejidades que presentó a la hora de controlar la pelota o calibrar la velocidad de los pases.

En ese contexto, el combinado local tuvo la más clara en el cuarto de hora en los pies de Jorge Carrascal. Matías Suárez desbordó por la zona derecha, con una bonita gambeta incluida, tiró el centro pasado y el colombiano –en soledad por el segundo palo– le pegó de volea en el aire, aunque tiró  el esférico por arriba del travesaño.

A los 36’, después de algunas aproximaciones del Millonario, llegó el grito de gol y con un condimento de polémica: Borré fue más rápido que su marcador y empujó la pelota abajo del arco tras el toque de Paulo Díaz que ganó la posición en un córner desde la derecha. ¿Estaba habilitado el colombiano? La duda la despejó la repetición, que mostró que estaba en la misma línea que un jugador del Canalla.

Ya en el complemento la tónica continuó hasta que a los 10’ una dudosa mano del defensor Joaquín Laso fue sancionada con penal que el lateral Montiel, el nuevo especialista desde los doce pasos, convirtió en gol dos minutos después. Un remate inatajable.

Para sumarle malas noticias a Central, el jugador Joan Mazzaco fue expulsado por una dura entrada sobre De La Cruz a los 13’.

De allí en más fue un monólogo para el elenco del Muñeco que aprovechó los espacios y las subidas de los laterales para dominar las acciones a su antojo. Precisamente el uruguayo De La Cruz estampó el 3-0 con un golazo desde afuera del área, a los 18’.

Sin dudas a esta altura ya era una exhibición del Millonario, y en ese contexto se produjo el estreno de Agustín Palavecino, uno de los seis flamantes refuerzos y del que se espera mucho. Así se fue la historia.

Luego de seis meses de incesantes obras, el conjunto millonario volvió por  a jugar en casa. El club de Núñez invirtió aproximadamente 200 millones de pesos para ostentar uno de los mejores campos de juego del continente. Con este césped híbrido (95 por ciento natural y 5 artificial) se logró que el pique sea igual al de una cancha tradicional, pero ahora la pelota rueda con una mayor velocidad.

En la próxima fecha, el equipo de Gallardo se medirá con Platense de visitante, un partido que volverá a reeditarse después de muchos años.