Felicitas Pizarro y el bullying machista

lunes 15 de febrero de 2021 | 3:45hs.
Felicitas Pizarro y el bullying machista
Felicitas Pizarro y el bullying machista

La que habló este sábado fue Felicitas Pizarro, reconocida por su labor como jurado de El gran premio de la cocina, el certamen culinario que se emite por El Trece. Actualmente de licencia luego de dar a luz a su segundo hijo, Indalecio, la cocinera se refirió al tema en el programa Agarrate Catalina y su testimonio se alineó dentro de la explosión del #MeToo gastronómico.

“En las cocinas el machismo está en ebullición constante, tal vez en el último tiempo ha ido aminorando también depende mucho de la mujer, de cómo te plantes en la cocina”, señaló Pizarro ante la consulta de la conductora, Catalina Dlugi acerca de las recientes denuncias. La cocinera reveló algunas prácticas censurables dentro del ambiente, que parecen sacadas de manuales de disciplina de otros tiempos: “Tengo amigas que sus jefes le golpeaban las rodillas con una vara para que se paren más derechas, hay algo de eso, pero ahí, siendo mujer o siendo hombre”, reconoció. En cuestiones más vinculadas al género, Felicitas admitió que hay dentro del ambiente gastronómica una referencia a la mujer como el sexo débil. “Para llegar a hacer los platos principales o los fuegos, la mujer tenía que demostrar que se la iba a bancar mucho más que los hombres”, comparó, y confió en que a partir de las denuncias la situación pueda cambiar: “A la mujer le costó mucho llegar, pero gracias a las redes, la comunicación, hay muchas abanderadas, esto no va a pasar más o no debería”.

“¿Te pasó alguna vez sentir acoso, sentir abuso verbal o físico?”, preguntó Catalina y la conductora recordó una experiencia en un restaurant: “No sé si llamarlo acoso, pero sí sentir ese bullying por ser mujer: en un trabajo había un parrillero que no me dejaba estar en la parrilla, yo quería acceder a aprender de él y escuchaba que por detrás mío decía, ‘ésta acá no dura ni una semana’... comentarios así, y yo me iba a mi casa angustiada”, detalló.

En este sentido, señaló que es un ambiente en el que hay que pagar derecho de piso: “Hay cierto abuso hacia los aprendices, sean hombres o mujeres”, señaló, y se refirió puntualmente a su experiencia con Pablo Massey, el chef involucrado en la denuncia: “He trabajado con él en algún evento. Me llamó la atención, obvio. Que alguien pueda tocar a otra persona en un ambiente laboral, me llama la atención”, cerró.

Según contó en un video que publicó en su Instagram, Trinidad Benedetti tenía veinte años cuando trabajó durante unos meses en La panadería de Pablo, el local de Massey en el que sufrió el acoso del dueño: “¿Es normal que Pablo les toque el culo a las empleadas?”, le preguntó Trinidad a una de las encargadas. “Me dijo que sí. Que había dos opciones: no hacer nada porque es un viejo gagá o pegarle una cachetada. No le pegué”

Luego del violento episodio con el cocinero, Trinidad habló con los encargados, Rodrigo Calderone y Rodrigo Da Costa, creyendo que podría encontrar ayuda: “Se mostraron sorprendidos. Me dijeron que iban a tomar cartas en el asunto. Les pedí que no me dejaran sola con él, que me sentía incómoda, que no sabía qué hacer. Me la pasaba nerviosa cuando escuchaba la voz de Pablo...”, continuó con su relato.

El posteo de Trinidad generó una ola de reacciones a la que se sumaron algunas voces conocidas, como las de Narda Lepes, Ximena Sáenz y Valu Ramallo. Sus testimonios, aunque no apuntaban directamente contra Massey, daban cuenta que los abusos sexuales y verbales son moneda corriente en el ambiente gastronómico, especialmente entre quienes hacen sus primeros pasos. 

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