Pinceladas de historia

Misiones disputada por Corrientes y Paraguay (1821-1866)

domingo 14 de febrero de 2021 | 6:00hs.

En la historia misionera hay un período en que el territorio estuvo prácticamente despoblado y sujeto a las disputas entre Paraguay y Corrientes. Es el período posterior a las guerras artiguistas cuando el caos, la confusión, el abandono de los pueblos incendiados era la característica dominante de Misiones. La inmensa mayoría de los pobladores sobrevivientes a las guerras migraron en diferentes direcciones, hacia la Banda Oriental, Entre Ríos, Río Grande do Sul, Corrientes y algunos trasladados forzosamente hacia el Paraguay.

Durante el artiguismo, en 1817, el gobierno de Gaspar Rodríguez de Francia hizo destruir e incendiar los pueblos del departamento de Candelaria como medio de preservar al Paraguay de las guerras con los luso-brasileños. La mayoría de sus pobladores fueron evacuados hacia Paraguay y algunos que lograron huir fundaron los pueblos de Loreto y San Miguel, a orillas del Iberá, tema de nuestro anterior artículo. Paraguay mantuvo el control de ese espacio desde Itapúa (Encarnación).

En 1821 un calificado botánico francés, Aimé Bonpland llegó a Misiones a instancias de Francisco Ramírez con el propósito de conocer los yerbales y estudiar su aprovechamiento económico. Luego de recorrer Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus, se detuvo allí para describir su ruina: “Corpus está enteramente destruido y apenas queda su solo corredor en pie para ponerse al abrigo”. En Santa Ana, Bonpland instaló sus cultivos experimentales. Estando allí, el 21 de diciembre de 1821 fue apresado por fuerzas paraguayas y detenido hasta 1829 cerca de Asunción.

El gobierno paraguayo mantuvo bajo su vigilancia todo el sector sur de la actual provincia de Misiones y utilizó esa área como zona protegida y de paso para el intercambio comercial con Brasil. Desde San Borja una serie de postas (Hormiguero, Caazapá, Santa María, Vuelta del Ombú, San Alonso, San Carlos, San Borjita) comunicaban la frontera del Brasil con la rinconada de San José (hoy Posadas). Desde allí se cruzaban las mercaderías a Itapúa.

Corrientes por su parte ejerció dominio sobre el sur misionero a partir de un convenio firmado el 19 de abril de 1830 con unos pocos pobladores que habían sobrevivido al caos en La Cruz. En ese convenio se señaló que ese espacio quedaría bajo dominio correntino hasta que un Congreso resolviera sobre el particular. Esa parte de Misiones quedó inicialmente bajo la autoridad de la Comandancia de Curuzú Cuatiá, hasta que en 1842, en momentos de paz entre Corrientes y Paraguay, se creó el departamento de Santo Tomé incluyendo los pueblos de Yapeyú, La Cruz, Santo Tomé e incluso Concepción. Para entonces el dominio paraguayo se concentraba en dos sitios estratégicos: la tranquera de Loreto (Ituzaingó) y la rinconada de San José, donde en la década de 1830 habían fundado la Trinchera de San José. Allí, donde hoy se asienta Posadas, se había establecido un campamento permanente levantándose una muralla semicircular con bloques de piedra extraídos de Candelaria.

En 1841 se firmaron unos tratados de amistad y también de límites entre Corrientes y Paraguay donde aquel gobierno reconocía que la rinconada de San José y seis pueblos de Misiones pertenecían al Paraguay. En 1845 ambos gobiernos se aliaron en contra de Rosas, pero pocos años después nuevos conflictos entre ambos estados llevaron al Paraguay a enviar fuerzas de ocupación a los pueblos de Santo Tomé y La Cruz. Esta tensión continuó hasta la derrota de Rosas y el reconocimiento, en 1852, de la independencia del Paraguay, la que había sido sistemáticamente negada por el gobierno rosista. En el tratado entre la Confederación Argentina y el Paraguay se acordó que el límite bilateral se hallaba en el río Paraná pero el Congreso reunido en Paraná no ratificó esa parte del tratado por no estar claros los límites en el Chaco. Hubo que esperar hasta la Guerra de la Triple Alianza para que Misiones vuelva a ser parte integrante del territorio argentino.

Hasta 1865 no hubo mayores novedades en la ocupación de Misiones. Fuerzas militares paraguayas dominaron la tranquera de Loreto y la Trinchera de San José mientras Corrientes había designado un Jefe Militar de Misiones en Santo Tomé. En 1863 el juez de paz de esa localidad había propuesto al gobierno de Corrientes el poblamiento de San Javier pues en sus cercanías existían unos 600 pobladores dedicados a la explotación de la yerba mate y sería muy favorable concentrarlos en un poblado. Junto con ese proyecto se abrió un camino que llevaba a los yerbales de Ñú Guazú y un año después se dictó un reglamento para la extracción y laboreo de la yerba. Surgieron en esos años unos modestos ingenios dedicados a la industria yerbatera.

Este breve período de armonía fue quebrado por la ruptura de relaciones entre Brasil y Paraguay desde 1864. Con destino a Uruguayana una fuerza paraguaya al mando del Coronel Antonio Estigarribia cruzó Misiones hasta San Borja y desde allí hasta aquella población donde se encontraría con otra fuerza paraguaya que no llegó a destino por ser vencida en la batalla de Yatay el 17 de agosto de 1865. Como consecuencia de ello las fuerzas paraguayas se retiraron de Trinchera de San José que fue ocupada por fuerzas brasileñas que se mantuvieron hasta 1869.

El límite internacional del río Paraná se conformó definitivamente con el tratado de paz acordado entre Argentina y Paraguay en 1876.

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