Conmoción por asesinato de pastor obereño

“Fabián se instaló en Oberá desde noviembre para acompañar la enfermedad terminal de su padre, don Federico, que falleció el 11 de enero. Por eso hace recién hace dos semanas que regresó a San Miguel, provincia de Buenos Aires, para retomar sus actividades en la iglesia. Todavía no caemos, no podemos entender tanta maldad para con un hombre que dedicó su vida a servir a los demás”, reflexionó un amigo del pastor Fabián Kreischer (45), quien era vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (Ielu) y fue asesinado a puñaladas.

El oriundo de Oberá fue una de las figuras más trascendentes de la Ielu, reconocido como un hombre de valores y sincero, al punto que nunca escondió su condición sexual ni que era portador del VIH.

Su cadáver fue hallado el último domingo en el departamento que habitaba, ubicado en la calle Ángel D’Elía al 1600, San Miguel. Según trascendió, presentaba diez heridas de arma blanca entre el cuello, el tórax, la mejilla y el omóplato izquierdo. 

El cuerpo estaba recostado en la cama y tenía dos extremidades amarradas con una soga a una de las patas de la cama.

Si bien los investigadores no descartan ninguna hipótesis, fuentes del caso anticiparon que podría tratarse de un crimen de odio, ya que en el lugar hallaron la billetera de Kreischer, su teléfono celular, un televisor y otros objetos de valor.

La investigación está a cargo de la UFI Nº 21 de Malvinas Argentinas, con la fiscal Mirna Sánchez a la cabeza, quien aguarda una serie de pruebas, como el resultado de la autopsia y el análisis de las cámaras de seguridad de la zona.

Con tales elementos, más el análisis de celular de la víctima, la justicia pretende determinar el móvil y el o los autores del aberrante hecho.

“Justicia por Fabián”

En diálogo con El Territorio, Gustavo Gómez, pastor presidente de la Ielu, expresó su consternación y el de la comunidad que preside, al tiempo que destacó la figura de Kreischer y la necesidad de esclarecer el caso.

“Era una máquina de trabajar. Era muy detallista y muy crítico. Otra característica central era que era muy carismático y muy querido, de Ushuaia a la Quiaca y trascendiendo las fronteras de Argentina. Montón de gente de las condiciones más diversas, de las latitudes más diversas, de las formas de pensar más diversas, y todos lo queríamos igual”, destacó emocionado.

Asimismo, reconoció que “era muy frontal, no era de los que se quedaban calladitos. Él te iba a decir lo que pensaba, iba por su idea. Esa integridad que tenía en su vida, de hacer lo que decía. También reunía las características de una persona muy tradicional, de un varón clásico en su pulcritud al vestirse, en su forma de hablar y su forma de tratar; y a la vez tenía cuestiones muy disruptivas y osadas. Esa mezcla entre lo clásico y lo muy nuevo también era una característica de Fabi”.

Y fue su enorme dedicación a la comunidad, lo que se traducía en una comunicación fluida, lo que derivó en el primer indicio de que algo andaba mal, tras lo cual se descubrió el crimen.

“El domingo la gente de la comunidad estaba muy sorprendida porque no respondía los mensajes, cosa que siempre hacía. Se acercaron a la casa, tampoco abrió y luego llamaron a la Policía. El resto es lo que ya sabemos”, mencionó.

En tanto, consultado al respecto indicó que “la gente de la iglesia está aportando y declarando lo que sabe”.

“Sentimos mucho dolor y mucha impotencia por la pérdida de una persona de tanta potencia de vida, con tanto proyecto y liderazgo. A él le arrebataron la vida y a nosotros nos arrebataron a él. Por eso vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que se haga justicia por Fabián”, agregó.

Lucha y convicción

Gómez subrayó que su iglesia se puso a disposición de la fiscalía para colaborar en todo lo que puedan.

“Confiamos en que la Justicia cursará su investigación velando por el respeto hacia a la víctima”, remarcó.

Además, destacó el compromiso del obereño con las personas más débiles y necesitadas.

“Su vocación pastoral, afirmada desde su juventud, lo llevó a abrazar a muchas personas, y durante los últimos tres años de su ministerio sirvió como pastor en la Congregación San Pablo y como vicepresidente de la Ielu. Fabi fue un luchador de la vida, por muchas situaciones dolorosas que vivió”, señaló.

Y las vicisitudes no fueron pocas, según recordó un amigo de Oberá, como cuando fue rechazado por su condición sexual en otra iglesia.

“Era estudiante de teología en el seminario Concordia, en Buenos Aires, pero cuando ‘descubren’ su orientación sexual lo desligan del estudio. Volvió a Oberá y se acercó a nuestra iglesia, que lo recibió como miembro y a partir de allí empezó el camino hacia el ministerio pastoral. Nunca escondió su condición sexual, tampoco que era portador del VIH”, destacó emocionado.

Ocurre que si bien en la Iglesia Luterana no existe el celibato y los pastores y pastoras se pueden casar o tener pareja, en algunas ramas no aceptan la diversidad sexual, como sí en la Ielu, precisaron.

Referente

Asimismo, en los últimos años Kreischer afrontó la pérdida de Néstor, quien fue pareja, fallecido en 2018 por cáncer. Luego padeció las muertes de una hermana y de su padre, cuyo deceso se produjo hace un mes.

Precisamente, el pastor llegó a Oberá en noviembre para acompañar y asistir a su padre en sus últimos días.

“Nos pidió viajar a Oberá para poder cuidar a su papá. Así estuvo tres meses dándole de comer, cambiándole los pañales. Haciendo todo. Y cuando murió su viejo, se derrumbó un poco”, detalló Gómez.

Pero hace dos semanas, Kreischer decidió regresar a su actividad en la iglesia, ya que extrañaba el contacto con los fieles.

“Volvió a trabajar en las últimas dos semanas, entre los últimos días de enero y los primeros de febrero. Estaba recuperándose, volviendo a ser el de siempre. Y ahora le pasó esto. No salimos del asombro”, lamentó el titular de la Ielu.

Sobre su condición sexual, destacó que “vivió con una naturalidad su homosexualidad dentro de la iglesia, se terminó transformando un ejemplo para todos”.

Y agregó: “En la Iglesia Luterana mantenemos algunos valores distintos a las mayorías de las iglesias evangélicas. Hemos apoyado la legalización del aborto así como las relaciones homosexuales. Pero de todos modos, una cosa es decirlo y otra hacerlo. Fabián tuvo que superar y soportar momentos muy difíciles aún dentro de nuestra iglesia al asumirse como gay. Pero al final se convirtió en un referente y hasta en un ejemplo para fieles que no sabían cómo hacer pública esa misma condición”.