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“Me alegro de retirarme en Misiones, acá me siento uno más”

Tras su último partido con Atlético Posadas en el Regional, el ex Independiente, afincado en la provincia, proyecta su futuro como DT.

lunes 08 de febrero de 2021 | 6:05hs.
“Me alegro de retirarme en Misiones, acá me siento uno más”

Fue un domingo diferente, en familia. No hubo que armar el bolso para ir a jugar. Hoy no habrá entrenamiento y tampoco durante la semana. Se cerró una etapa de 20 años, pero mientras prepara el mate, Juan Eluchans aclara que no se arrepiente y que está convencido de que era el momento justo.

Luego de 20 años de carrera como jugador de fútbol, el nacido hace 40 años en Tandil dijo adiós. El sábado y con la camiseta de Atlético Posadas, el ahora ex mediocampista se despidió con un gol en Curuzú Cuatiá.

“Cuando salí no pude evitar llorar. Son muchos años y se te pasan muchas cosas por la cabeza, de las buenas, de las no tan buenas. Era lo que quería y que venía amasando hace muchos años. No era algo físico o mental, sino que quiero enfocar mi energía en lo que viene y salir de ese papel de jugador y encarar mi carrera como DT”, contó Eluchans.

Mate en mano, como en tantas concentraciones y viajes por Argentina, Chile y Francia, el misionero por adopción -como se define-, empezó a repasar su carrera, sus ganas de seguir ligado al fútbol, comparó la vida en el país y la diferencia de jugar afuera. Pese a la, a veces, insoportable presión de tener que ganar o ganar y la poca continuidad de los proyectos, asegura que volvería a ser futbolista.

“Creo que con la experiencia que tengo y después de recibirme estoy capacitado para empezar a dirigir. Creo que era mi momento para decir chau. Le di todo al fútbol y me dio todo. Lo exprimí al máximo, pero era el momento de decir basta. Lo hice contento, que era lo principal. Colgué los botines contento”, confesó el campeón con Independiente en 2002.

“Al club (Atlético Posadas) voy a seguir yendo, porque se formó un grupo bárbaro. Salimos campeones después de mucho tiempo y siempre va a estar ligado a mi carrera. Me alegro que haya sido en Misiones, tengo un hijo que nació acá y me siento uno más de la Tierra Colorada. Siempre me lo hicieron sentir, no es fácil incorporar a una persona de afuera y nunca me sentí un extraño. Por eso decidí venir acá y soy un agradecido”, expresó quien ahora empezará a desandar el camino para estar en el banco de suplentes como DT.

De Tandil a Ferro. Del Verde al Rojo. De la Quinta División a su debut en Independiente en el 2000, justamente ante la Universidad Católica. Desde ese momento hasta su retiro en el Decano posadeño, Eluchans se ganó, a base de esfuerzo y perseverancia, el reconocimiento de muchos compañeros, entrenadores e hinchas.

Su título con Independiente en el Apertura 2002 lo festejó como un hincha más y con la corona en 2010 con la Universidad Católica se ganó el corazón de parte del pueblo trasandino. En Francia le tocó sufrir el descenso y festejar la vuelta a Primera con Caen. De las buenas y de las malas aprendió.

“En el lugar que siempre me sentí bien y cómodo y del que nunca me hubiese ido fue Independiente. Hice inferiores, me tocó debutar en Primera, salí campeón. A Independiente siempre lo consideré mi casa. Tuve buenos pasajes futbolísticos por Chile, por Francia, que fueron tres años increíbles en un club (Caen) y logramos cosas importantes”, repasó Eluchans.

“Ir a jugar a Europa con 27 años no es fácil. En general los clubes buscan jóvenes promesas. En Chile pasé un año súper intenso, salimos campeones del Bicentenario, metí un gol importante por el que todavía me mandan mensajes y se acuerdan”, agregó.

“No fue una carrera común y corriente. Quizás uno la toma así, como una más, pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta que dejaste esas imágenes que te da el fútbol. Dejarle eso a la gente es súper importante y eso me impulsa a tener nuevos sueños como el de ser entrenador o seguir ligado al deporte y al fútbol”, analizó el ex jugador.

En cuanto a lo que se viene explicó que “la idea es volcar mi conocimiento y experiencia a los futuros jugadores y futuras personas, porque los valores deportivos van de la mano con los educativos”.

El mundo fútbol

El sueño de ser futbolista en Argentina debe ser uno de los más comunes, pero llegar no es nada sencillo. Llegar y mantenerse es aún más complicado.

“El mundo del fútbol es bravo. A mí me tocó vivir varias etapas desde mi debut en el 2000. Es difícil mantenerse. Siempre traté de decirle a los más chicos que el llegar no te da nada. Lo difícil es mantenerse en un nivel medio y para arriba, no desaparecer”, reflexionó.

“Te lesionás, estás 15 días afuera, vino otro y perdiste el lugar. Es tanta la competencia, hay tanta cantidad de jugadores, que siempre tenés que sentirte uno más y prescindible. Salvo Messi y Cristiano Ronaldo, el resto es imprescindible”, se sinceró Eluchans y mostró una cara despiadada del mundo de la redonda: “Me di cuenta, a medida que fui creciendo, y cuando volví a Argentina que, mientras les sirvas (a ese mundo), va todo bárbaro, pero cuando no les servís te mandan a un costado”. La noticia del sábado del suicidio de Santiago ‘Morro’ García también dejó ver esa parte inhumana del fútbol, de las presiones, del vacío al que muchos jóvenes están inmersos mientras van detrás de ese ‘gran sueño’ que es jugar en Primera.

“La noticia del Morro García me impactó mucho. Lo entendí desde otro lugar. Vienen una o dos personas y te dicen que ya cumpliste y que te tenés que correr a un costado. Vos seguís siendo un ser humano con sentimientos, tenés a tu familia y no podés apartar eso de tu trabajo. Como cabeza de grupo tenés que ser lo más humano posible y, últimamente, estamos siendo inhumanos con las personas”, se lamentó el tandilense.

“El jugador de fútbol no es un robot. Tiene los mismos problemas, o tal vez más, porque está expuesto y es una persona pública y tenés más presiones, quizás, que otras personas. Estás siempre bajo la lupa, no podés jugar mal un partido porque te pegan. Hay que equilibrar”, analizó.

“Si jugaste mal un partido no vas a ser el peor. Cuando te dicen sos el culpable de un descenso, no es así. Hay un conjunto que es culpable, desde los jugadores hasta los dirigentes e hinchas y cuando lográs cosas lindas también. Es un conjunto que logra cosas, pero siempre están a la cabeza el DT y los jugadores. Siempre vuela el técnico primero para descomprimir y no es la solución. Me tocó estar en clubes en los que los técnicos tenían siete años trabajando con dos descensos y dos ascensos. Creían en la persona y en su trabajo y creo que hay que empezar a inculcar eso”, aseguró.

Apostar a futuro

Hace un par de años Eluchans decidió empezar a darle forma al siguiente paso dentro de su carrera en el fútbol. Se recibió de DT y tuvo su primera experiencia en las inferiores de Crucero. El ex jugador reconoce que no es una tarea sencilla y que se mezclan muchos intereses. De hecho ya lo vio de cerca con un antiguo compañero.

“Lo que pasó con Lucas Pusineri a mi me dolió mucho, como ex compañero, porque lo conozco y sé cómo trabaja. Agarró Independiente en un momento difícil y no tuvo apoyo en un club grande que te puede marcar para bien o para mal. Tenés que hacerle un contrato de dos años y dejarlo trabajar tranquilo, traerle lo que te pide dentro de su idea y no lo que vos (como dirigente) querés”, explicó.

“El fútbol es mucho diálogo, es tener los mismos objetivos. Tenés que pensar qué técnico va para tu perfil como club y apostar, como el Tigre Gareca en Vélez, que hizo un trabajo increíble. Ese es un trabajo de 4 ó 5 años de inferiores y en conjunto para un objetivo que era que lleguen a Primera División”, rememoró.

Esas experiencias parecen lejanas, parecen hasta utópicas, pero para Eluchans son posibles: “Se puede hacer. Es cierto que hay otros clubes con otra infraestructura y con otro cachet, pero hay que apostar a eso, a tener una buena infraestructura y mantenerla. Apuntar a las inferiores de los clubes”.

“La mayoría de los clubes grandes van a buscar a los chicos del interior. Sabiendo eso tenés que generarlo acá, con paciencia y con inversión. A veces se piensa que todo es gasto, por eso hay que renovar la mentalidad de los dirigentes, de los técnicos, de los profes y de la educación. Hay que apostar y creer”, sintetizó.

De Avellaneda al Tajamar

Eluchans debutó en el 2000 en la Primera de Independiente y fue campeón del Apertura 2002 con el Tolo Gallego como DT. En 2006 Julio Falcioni no lo tuvo en cuenta y se fue un año a Rosario Central. Jugó la Libertadores con el Canalla y regresó al Rojo.

En 2007 pegó el salto a Europa. Eluchans desembarcó en el Caen francés, con el que descendió, salió campeón en la Ligue 2 y regresó a la Ligue 1. Tras tres años en el fútbol galo pegó la vuelta a Sudamérica para jugar en Chile.

Pese a estar solamente un año en la Universidad Católica, el tandilense fue campeón y convirtió uno de los goles más importantes de la campaña del equipo de Juan Antonio Pizzi. Tras el título, cruzó la cordillera de Los Andes y se puso la camiseta de Banfield y luego jugó en Atlético de Rafaela.

Finalmente Misiones apareció en el mapa en 2016. El mediocampista llegó a Villa Sarita para ser parte de Guaraní, pero en 2018 por diferencias con la dirigencia se alejó un tiempo de las canchas, hasta su regreso con la camiseta de Atlético Posadas.

Lejos de subestimar la camiseta del Decano, Eluchans le dio mucho valor al título de la Liga Posadeña 2019 y también a su último gol del sábado.

“Fue muy especial. Lo voy a considerar dentro de los más especiales. Yo estaba desilusionado de mí, porque había hecho una buena pretemporada y una semana antes me pasó lo de la lesión, que no me dejó rendir al cien por ciento. Yo estaba ilusionado con el ascenso, con muchas cosas y hacer ese gol fue importantísimo. El objetivo era ganar para que un equipo misionero siga. Fue el último gol de mi carrera y será siempre muy especial”, contó.

La apilada de rivales y el toque sutil ante la salida del arquero quedará siempre marcada en la historia de Eluchans y también en la de Atlético Posadas, su última casa.

“Siempre voy a estar agradecido al Decano porque me abrió las puertas después de casi dos años de estar ausente de las canchas. No la había pasado bien el último semestre en Guaraní (en 2018) por cuestiones extra futbolísticas y decidí alejarme y me hizo muy bien. Desde el primer día que volví disfruté todo, más allá de ganar o perder. Disfruté desde otro lugar, sabiendo que eran los últimos momentos siendo jugador. Por eso les agradezco a todos, porque más allá de los problemas del día a día, disfruté todo”, expresó.

“Traté siempre de inculcar el profesionalismo desde el ejemplo. Siempre fui primero a entrenar y mis compañeros no querían que me vaya, pero le di todo al fútbol y mi familia estuvo hasta el final, que para mí fue muy importante”, cerró Eluchans, quien ayer comenzó una nueva etapa de su vida, que espera siga siendo cerca de una cancha de fútbol.


“El equipo que mejor juega tiene más chances de ganar”
“Mi esquema ideal es jugar 4-3-3. Siempre hay que tener en cuenta los jugadores que hay en el plantel, la historia del club, un montón de cosas. Depende de la categoría. En el ascenso no podés jugar a lo Guardiola, pero sí tener un equilibrio”, tiró Juan Eluchans sobre lo que imagina sobre su equipo en el futuro.

“Para mí el equipo que mejor juega siempre tiene más chances de ganar, siempre. Me tocó tener técnicos más conservadores, que pensaban más en la destrucción del juego rival, que es válido, pero tenés que tener un equilibrio”, ahondó.

“Podés pensar en destruir una parte del juego rival para construir en otro lado. Mi juego es siempre construir. A mí me tocó siempre mirar más al arco rival, pero siempre que mantengamos el cero vamos a estar más cerca”, reflexionó.

“Hay que manejar todas las facetas más allá del esquema. Vos mirás al Barcelona y decís defiende con tres. No, defiende con todo el equipo. Cuando tienen la pelota quedan en el medio el 2 y el 5, pero cuando no la tienen vuelven todos y hasta defienden a 10 metros del área”, analizó quien ahora estará del otro lado de la línea de cal.


La Doble Visera, el Independiente-Racing, Juan Antonio Pizzi y volver a ser futbolista
Si bien no es fácil repasar 20 años de carrera, Juan Eluchans eligió a quienes marcaron su carrera, los escenarios que visitó y el clásico entre Independiente y Racing.

Un compañero…

Tengo muchos, podría decir el Pocho (Insúa), el Rolfi (Montenegro), pero me voy a quedar con Pablo Barzola, que lo tuve tres años en Francia y en Guaraní también y somos amigos.

Un técnico…

El Tolo, el Flaco Menotti, Burruchaga, pero me voy a quedar con Pizzi. Lo tuve un año (en Universidad Católica), pero aprendí mucho. Un señor. Estuve sin jugar con él al principio, pero terminé siendo su comodín. Me gusta su estilo de juego y aprendí mucho de lo que quiero para estar el día de mañana frente a un plantel.

Un gol…

El de Calama me marcó mucho en Universidad Católica por lo que significó (NdR: Católica ganó con su tanto ante Cobreloa y la siguiente fecha fue campeón) y el primero en Independiente, que lo hice con el pie derecho, a Newell’s en la Doble Visera. Ese lo recuerdo a flor de piel.

Una cancha…

Jugar en la Bombonera es hermoso, el Cilindro es muy lindo para jugar y me tocó ganar varias veces ahí. Me tocó jugar en el Stade de France y en el estadio del Lyon, pero me quedo con la Doble Visera y, desde otro lugar, con el Libertadores de América (fue como jugador de Rafaela). La cancha de Católica es imponente, con las montañas detrás, jugar contra Peñarol en el Centenario también, pero me quedo con la de Independiente.

Un pendiente…

La selección. Entrené casi tres meses con el sub 17 en su momento, pero no fui al Mundial. Siempre me dijeron que como fui muy de perfil bajo, quizás no ayudó. Tal vez me faltó eso, pero no me arrepiento. Nunca fui así.

¿Volverías a ser futbolista?

Lo pensé mucho. Se dejan muchas cosas de lado y se pierden muchas cosas, pero rescato más cosas positivas que negativas y volvería a hacer lo que hice, sabiendo que me perdería casamientos, cumpleaños, que voy a estar lejos de casa. El futbolista tiene que estar metido 24/7. La gente piensa que son dos horas al día y nada más, pero hay que dedicarle mucho tiempo. Tiene cosas malas, pero la gratitud de la gente es impagable.

Un clásico…

Independiente-Racing. Central-Newell’s es picante, pero es concentrado. Independiente-Racing es en todo el país.

Un partido…

El último clásico en la Doble Visera. Le ganamos a Racing 2-0 y en el inicio del partido tiro un caño que todavía se me pone la piel de gallina cuando me acuerdo. Otro es con la Católica, que le ganamos al Vélez de Gareca 4-3 sobre la hora e hicimos historia, porque nunca un equipo chileno había ganado en Argentina y Brasil en la misma Copa. Le ganamos a Vélez tras ir perdiendo 3-1 y después le ganamos a Gremio allá.

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