Pediatras misioneros hacen un llamamiento a cumplir con el calendario

Alertan que cayó hasta un 50% la vacunación obligatoria en niños

Por temor a contagios de Covid-19 o falta de transporte muchos padres demoraron los esquemas. Llaman a ponerse al día para lograr inmunidad en los más pequeños
domingo 07 de febrero de 2021 | 6:06hs.
Alertan que cayó hasta un 50% la vacunación obligatoria en niños
Alertan que cayó hasta un 50% la vacunación obligatoria en niños

La tasa de cobertura de las vacunas obligatorias en niños incluidas en el Calendario Nacional alcanzó el 49,6% hasta noviembre de 2020, según datos de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación. Los números son alarmantes si se tiene en cuenta que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es lograr un cobertura del 90% como mínimo.

La información fue difundida por el sitio Chequeado a través de un pedido de acceso a la información pública y se repite en todo el país.

Uno de los factores determinantes en el incumplimiento de la vacunación fueron los diversos problemas generados por la pandemia de Covid-19, explicaron desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), entre ellos el miedo al contagio por coronavirus, la falta de acceso al transporte público en los meses más duros de la cuarentena o la dificultad para conseguir turnos.

En los recién nacidos, la vacunación contra la tuberculosis (BCG) y contra la hepatitis B alcanzó un 46,7% y 46,4% respectivamente. En cuanto a los menores de un año, la cobertura de la vacuna contra la poliomielitis fue del 47,9% y de la vacuna quíntuple -que protege contra la difteria, el tétanos, la tos convulsa, la hepatitis B y la bacteria Haemophilus influenzae tipo B (Hib)- alcanzó sólo el 48,1%.

En 2019 esos porcentajes habían sido del 83,2% y del 82,8%, respectivamente. El nivel más bajo de cobertura se da con la última dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) que se aplica a los 11 años. Mientras que la primera dosis en mujeres llega al 48,6%, la segunda dosis -que debe darse con un intervalo de seis meses- sólo alcanza el 28,2%. Lo mismo ocurre en los varones: 43,5% la primera dosis y 23,7% la segunda.

“En los primeros 6 meses de vida el niño debe recibir once vacunas que lo protegerán contra la tuberculosis, hepatitis B, meningitis por neumococo, difteria, tos convulsa, tétanos, meningitis por Haemophilus influenzae tipo B, polio, infección grave por rotavirus, influenza (gripe) y enfermedad por meningococo. Más adelante recibirá también otras vacunas”, señalaron desde la SAP y añadieron que estas vacunas “son la piedra fundamental para comenzar a desarrollar inmunidad contra un grupo de enfermedades graves y prevalentes en los dos primeros años de vida”.

Si bien no se detallaron números, desde Salud Pública de Misiones coincidieron en que en el primer tiempo de la pandemia costó tomar el ritmo de la vacunación, pero el gran interés que hubo por aplicarse la antigripal sirvió para revisar los calendarios y colocar las vacunas que faltaban a los niños.

Consultado por El Territorio, el pediatra infectólogo Oscar López, magíster en salud pública y especializado en vacunas, indicó que “hubo una caída de la cobertura que es significativa” y llamó tanto a trabajadores de la salud, padres y la sociedad en general a tomar conciencia de la importancia de las vacunas.

Para Carlota Russ, médica infectóloga y representante de la SAP ante la Comisión Nacional de Inmunizaciones, muchos chicos nacidos en pandemia casi no salen de su casa, “lo que significa que tampoco se hacen los controles mensuales y no se aplican las vacunas. Los padres sólo consultan con el pediatra (generalmente por telemedicina) si los chicos tienen algún síntoma, pero están difiriendo la vacunación y esto hace que se acumulen las dosis a recibir”.

De acuerdo a las especialistas, uno de los problemas es que un grupo de esos niños, que por distintas condiciones son susceptibles a determinadas enfermedades, no van a estar debidamente protegidos.

Lograr inmunidad

López, con 40 años de servicio en la atención a niños, señaló que gracias a las vacunas hay enfermedades que “no se ven más”.

“La hepatitis A es una enfermedad con bajo riesgo de ser una enfermedad grave pero que generaba muchos estados de morbilidad y desde que está la vacuna implementada nosotros no vemos más casos. Le decimos a nuestros médicos que se están formando como pediatras que probablemente no van a ver nunca hepatitis A”, comentó el trabajador del Hospital Pediátrico Fernando Barreyro de Posadas.

“La poliomielitis hace muchos años mataba gente, los dejaba en pulmotor o con parálisis severas y hoy estamos viendo como va desapareciendo la enfermedad con las vacunas”, ejemplificó.

Pidió a sus colegas y a los padres estar atentos a los calendarios. “Muchas veces el trabajador de salud responsabiliza a los papás porque no van a vacunar a sus hijos y los trabajadores de salud, tanto el agente sanitario, la enfermera y el médico deben pedirle a esos papás el carnet de vacunas y verificar si está completo, para eso uno debe conocer cuáles son las vacunas del calendario”, sostuvo.

Además comentó que periódicamente se realizan evaluaciones de los pacientes pediátricos internados en el hospital “y tenemos entre un 20% y 30% de niños con esquemas de vacunación incompletos. En mi tesis de maestría, abordé la neumonía, y cómo soy un apasionado sobre las vacunas, en esos pacientes con neumonía evalué cómo estaban los esquemas de vacunación para los gérmenes que producen neumonía y cerca de un 30% de los niños, incluidos en mi tesis, estaban mal vacunados. Entonces, somos todos responsables de revertir esta situación. Todos tenemos un Caps cerca de la casa donde hay un vacunatorio, no hay razones para decir ‘no le puse la vacuna’”, finalizó.


Los sectores pobres, con menos acceso

La Fundación Bunge y Born difundió los resultados del Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (Icav) 2020 hecho a través de 7.525 encuestas. El índice de confianza resultó del 86,9% a nivel país, que si bien se mantuvo dentro de parámetros altos, disminuyó 7,2% respecto de 2019. Este índice se realiza a partir de la ponderación de las personas sobre la importancia, la seguridad y la efectividad de las vacunas. En cuanto al acceso su valor fue de 39,5%, un 48% menor que el año anterior. Esto se sostiene en todas las regiones y en distintos niveles educativos, aunque mayormente en quienes poseen un menor nivel de estudio o los sectores más pobres. En el NEA, el acceso a las vacunas fue del 37,9%, un 49,6% menos que el año anterior.

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