Mango, ananá y hasta las silvestres como la guayaba tendrían gran demanda

Destacan el gran potencial de Misiones en frutas tropicales

Tras la gran producción de mangos, subrayan que en la provincia hay especies con grandes rindes. Se apuntó a darles un mejor manejo y trabajar en su difusión
sábado 06 de febrero de 2021 | 6:04hs.
Destacan el gran potencial de Misiones en frutas tropicales
Destacan el gran potencial de Misiones en frutas tropicales

Tras la explosiva producción de mangos desde inicios de este año, productores, técnicos y hasta vendedores reconocen que en Misiones hay una gran abundancia de frutas que, a veces, se deben tirar porque no tienen destino comercial. Por ello, algunos proponen trabajar sobre la estrategia comercial de pequeñas plantaciones y difundir más los beneficios de frutas típicas de la provincia.

El mango criollo es un ejemplo, en una reciente nota, fueron decenas de personas las que recordaron que en otras provincias la fruta tiene valores de 180 pesos o más por kilo. Y además tiene variados usos, dulces y salados, desde tragos, mermeladas, jugos, hasta salsas gourmet.

“Con el mango yo hago helados, dulces, salsas, chutney, cremas dulces, torta y por último tintes naturales”, comentó Biya Sosa, una lectora de Santa Rosa, Corrientes.

Y agregó que cómo tiene una  fábrica de alfajores “también hago el relleno para los que gustan del sabor frutal. Pero el original es de miel y maní, porque también me dedico a la apicultura”.

En los últimos días, desde otras localidades misioneras se apuntó a revalorizar además del mango, otras frutas silvestres o regionales.

Más industrias para difundir

“En cuanto a las frutas que se desperdician, eso lo veo sólo en el caso del mango. Pero sí considero que no se está aprovechando todo el potencial de la fruticultura que Misiones puede ofrecer. Muchos piensan que somos una importante productora de frutas tropicales, pero si se analiza la superficie (cultivada), no es así. Pero el potencial que hay es inmenso”, valoró Rodrigo Nuñez Hinostroza, técnico e investigador del Inta Cerro Azul.

El profesional, junto a Elías Levandowski, presentó en 2019 una cartilla llamada “Fruticultura y su industria. Potencial y posibilidades para el desarrollo en la provincia de Misiones”.

Destacando un caso particular, Núñez apuntó: “Una fruta que destaco siempre por ejemplo es el ananá misionero, no sólo como fruta sino por lo que son sus elaborados. Y así hay diferentes especies que tendrían nichos de negocio muy interesante. En las nativas también hay una interesante demanda de mercado principalmente para productos elaborados”.

En el trabajo realizado desde el Inta Cerro Azul se mencionan experiencias con la producción de ananá, maracuyá, palta, mango, ciruela, kaki, mamón, uva.

Se apuntó en el trabajo que pese a ser menos conocida y no tenerse registros de una plantación comercial de kaki en la provincia la fruta tendría también un potencial productivo y comercial a considerar.

En tanto, con anterioridad se destacó que la uva misionera tiene un gran potencial para la realización de jugos.

En tanto, desde el ministerio del Agro, Luciana Imbrogno, subsecretaria de Producción Vegetal, recordó que hay una incipiente demanda de productos elaborados a partir de frutas. Y recordó que, si bien se están haciendo plantaciones, llevan su tiempo hasta entrar en producción.

“Hay un montón de frutas que tienen potencial. Ananá, maracuyá, guayaba, mango, el banano, como frutas que están teniendo demanda para industrializarse. En la provincia hay cuatro o cinco industrias que hacen pulpa pura, la envasan y se la mandan a todo el país. Hay una industria que están en San Javier, en Eldorado, Ruiz de Montoya, en Irigoyen. Hacen pulpas congeladas, salsas y la fruta cubeteada que también tiene mucha demanda”, recordó Imbrogno.

Recordó que entre casos recientes de innovación hay un productor que elabora productos con frutas del palmito que se cultiva en la tierra colorada (ver foto en página 13).

Resaltó que “se hizo un relevamiento entre productores que abastecen a estas industrias y luego vimos que toda la producción industrializada se vende. Hasta se quedan sin stock y por ello demandan más”.

 Y que desde el Ministerio relevaron interés de empresas extranjeras en adquirir, por ejemplo, pulpa de guayaba.

Se aconsejó finalmente que los productores que quieran diversificar en frutales pueden consultar al Ministerio del Agro sobre las variedades adecuadas para el clima misionero y que puedan asegurar un tipo de fruta que tenga más demanda comercial.

Un alimento saludable

 Joselo Zapani tiene el patio familiar de Colonia Aurora repleto de mangos chicos, maduros y de gran aroma. Contó a El Territorio que sus abuelos y padres fueron grandes consumidores de la fruta tropical. “Supieron enseñarnos hasta la denominación científica, manguifera”, indicó. “Es de la familia anacardiácea, un árbol de climas tropicales y subtropicales, con altura entre 8 y 10 metros. Sus horas son permanentes, de frutos ovales, amarillos y agradable sabor”, detalló.

“Pocas veces encontraban información técnica porque el mango es tan simple que nadie la otorga importancia. Contiene 59% de calorías, carbohidratos, calcio, hierro, rostro, tiamina, riboflavina, niacina y vitaminas A y C”, precisó Zapani.

Dijo que el mango “es en la fitoterapia uno de los agentes tenido como más efectivo para tratar gingivitis, piorrea, úlceras de la boca y dolores de muela”.

En sus apuntes familiares ponderaban también cómo la fruta ejercería acción depurativa de la sangre, impediría la acumulación de mucosidades, pus en la garganta, combatiría la acidez y debilidad del estómago, estreñimiento, catarro y fiebre.

Finalmente, valoró: “Nosotros los misioneros tenemos esta fruta valiosísima en esta época de pandemia donde el dinero escasea. Nos podemos sentar en cualquier esquina a juntar por docena y disfrutar y compartir este maravilloso regalo que nos da la naturaleza”.

En las costas arenosas del Uruguay abundan distintas variedades de mango, recordaron.

Mucho mango en el Sur

Las frutas se caen, se desperdician y de tantas que hay siquiera se las puede comercializar. Son los mangos que este año han producido como pocas veces generando un fenómeno admirable en toda la zona Sur.

El Territorio dialogó con varias personas que tienen las plantas en sus casas o predios, ya sea en la ciudad o las colonias. Todos coinciden en que es un fenómeno pocas veces visto. Silvio, un habitante del Paraje Bella Vista, quien se dedica a la agricultura, dijo: “En mi casa hay varias plantas, y ya todas cargaron de una manera que ya no se quiere comer, tampoco podemos vender.  Ni siquiera de regalo la gente quiere debido a que prácticamente en cada casa hay mango y todos estamos en la misma situación. La esperanza de sacar unos pesos con la venta de las frutas se diluyó, las frutas caen y se pudren”.

“Algunas personas que no tienen en la casa, primero buscaban para comerlos, pero ahora ya ni eso. Se les da a los cerdos. Para eso sí algunos todavía las buscan, pero para nada más”, indicó.

Y agregó: “No hay productores de mangos específicamente. Las plantas son plantas antiguas que plantaron nuestros padres y abuelos, como pasa con las de palta, y quedaron en el patio o chacra y siempre que produce se vende y se hace algo de plata, pero esta vez es imposible esa opción”.

Por otra parte, Enrique Salvador, de Candelaria pero que tiene una chacra en Cerro Corá, dijo: “Fuimos a la chacra y es impresionante la cantidad que hay. Juntamos unas 100 frutas. Quisimos invitar a los vecinos, pero parece que todos ya están hartos de comer mangos”.

“Así como hay ahora, creo que en una semana ya no quedará casi nada porque el clima no ayuda a que las frutas permanezcan más tiempo en las plantas. Además, de tanta lluvia cambia el sabor, pero de igual manera creo que la gente debe ingeniarse y aprovecharlos, licuar y guardar en el freezer para consumirlo más adelante de diferentes maneras, incluso se puede hacer dulce de mango”, detalló.

Se recordó, en tanto, que algunos productores llegaron a vender el cajón de fruta a 500 pesos, pero luego la cotización fue bajando hasta los 300. Finalmente no hubo más ventas e interesados y las plantas dejaron el suelo de un uniforme color amarillo por la gran cantidad de fruta que no encontró destino.


Hacer llegar fruta a nuevos públicos

El productor de Puerto Rico Kevin Morawicki reflexionó sobre la fruta que no es valorada comercialmente.  “Históricamente en Misiones se pierden cientos y cientos de toneladas de fruta por año. En el caso de los cítricos, solamente en la zona norte de la provincia, la  cifra es impresionante. A menudo es más caro cosechar y distribuir que dejar madurar y podrir. Las propuestas hechas para industrializar las frutas no han cuajado (por así decir) y las redes solidarias no han podido consolidarse. En este segundo caso, sería para hacer llegar esa fruta a niños en una campaña educativa de sustitución de dulces artificiales por nutrientes naturales”.

En particular sobre los mangos brasileños que está teniendo precisó: “Vendí, pero poco. También regalé. Y una buena tanda freezamos. Para consumo anual familiar, para eventuales ventas a emprendimientos que utilizan frutas naturales fuera de temporada”.

Según se comentó desde el sector productivo y desde las ferias francas, hay más productores que este año trajeron más cajones de mangos brasileños. Las frutas provienen de plantas que comenzaron a producir hace poco y algunos fueron plantando por la mejor receptividad (visualmente al menos) en cuanto a la variedad de frutas. También valoran que hay un público que los prefiere por su menor contenido de fibra. Aunque otros apuntan que en cuanto a dulzura y sabor es más destacado el mango criollo de menor tamaño.

En Puerto Rico un productor vende mangos brasileños. Foto: Fernando Alvarenga
Algunos emprendedores vienen innovando con dulces locales.
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