Seguimientos, escuchas y allanamientos los complican

A juicio los dos policías acusados de robar armas

Diosnel Vega (42) y Marcelino Sanabria (43) eran los encargados de custodiar diferentes Juzgados de Eldorado. Oscar Alberto Ríos (49), un civil, luego las vendía
viernes 29 de enero de 2021 | 6:05hs.
A juicio los dos policías acusados de robar armas
A juicio los dos policías acusados de robar armas

Dos sargentos de la Policía de Misiones acusados de robar armas incautadas de depósitos judiciales que tenían que custodiar se sentarán en el banquillo de los acusados, luego de que la causa sea elevada a juicio por las autoridades del Juzgado Federal de Eldorado, a cargo del juez Miguel Ángel Guerrero. 

Los efectivos policiales, identificados como Diosnel Sebastián Vega (42) y Marcelino Segundo Sanabria (43) -sargento ayudante y sargento, respectivamente - fueron detenidos en marzo del 2019, en medio de allanamientos a sus domicilios, a los Juzgados de Instrucción I y II y del Tribunal Oral Penal de la localidad de Eldorado.

Vega y Sanabria eran los encargados de custodiar los elementos secuestrados en procesos judiciales, pero lejos de cumplir con sus deberes buscaron sacar un rédito económico de esa posición y robaron al menos 38 armas, según la investigación. Llamaban a los depósitos “kioscos” e incluso Vega fue apodado como “kiosquero”.

Hay un tercer hombre implicado en esta asociación ilícita, identificado como Oscar Alberto Ríos (49), ex convicto condenado por la muerte de su mujer y ligado siempre al mundo del hampa. “Beito”, como se conoce a Ríos, era el encargado de depositar el armamento en el mercado negro, sobre todo gracias a sus contactos en la frontera seca con Brasil, ya que es oriundo de Bernardo de Irigoyen.

También será juzgada Yeni Cañiza, originaria de Paraguay, quien está acusada de expendio y/o puesta en circulación de moneda extranjera falsa y tenencia ilegal de armas de fuego. La mujer siguió el proceso en libertad.

Beito, con total impunidad, ofrecía armas en sus estados de WhatsApp. “Recortadas cartuchos de 16!! 3 mil c/u.” dice uno de los mensajes interceptados, acompañado de un emoji con un cierre en la boca y la imagen de dos armas apoyadas en una caja. También en su teléfono se detectaron muchas conversaciones de transacciones, ofrecimientos y ventas.

En su casa se incautaron muchísimas armas, piezas y municiones, algunas ocultas en un vehículo que utilizaba. Había elementos para falsificar billetes, dólares y mil pesos truchos, además de motocicletas de alta gama que habían sido robadas en el vecino país y papeles afines a la comercialización de vehículos.

En este sentido, a Vega también el allanamiento en su domicilio lo complicó mucho. Allí fueron secuestrados sobres rotos que deberían tener armamento, pero sólo tenían municiones. Pero además había un Volkswagen Gol con patentes argentinas que no le pertenecían, debido a que el auto tenía pedido de secuestro también emitido por Brasil.

La investigación

Según la investigación, Beito y los dos policías empezaron a realizar la maniobra delictiva desde diciembre del 2018, y lo hicieron e hicieron negocios hasta el día en que fueron detenidos. Ambos contaban con lazos estrechos - algunos de familia -  con autoridades judiciales, lo que les permitía moverse con mucha libertad. Se creían impunes.

Uno de esos hechos que reconstruye la investigación ocurrió un miércoles de enero del 2019. Los investigadores captaron entonces una comunicación telefónica en la que Beito Ríos le dijo a Vega que iba ir “hasta el kiosco” de Sanabria y éste le respondió: “Algo conseguimos para vos, pero metele, vení porque esto hay que sacar hoy”.

Entonces el civil se subió a su camioneta y se dirigió hasta el edificio donde se encuentran los juzgados locales. Allí ingresó por la parte trasera -calle Malvinas- y permaneció un momento hasta que se retiró rápidamente. El seguimiento de esta secuencia lo hizo el personal de Gendarmería Nacional de incógnito.

Las conversaciones que figuran en las escuchas también registraron que los dos efectivos habían hablado la noche anterior. Entonces Sanabria le contó a Vega que iba a estar de guardia 24 horas y el último le pidió que le mande una foto de lo que, se cree, sería un arma.

Contrario a esto, en  su declaración indagatoria Ríos admitió que le compraba las armas a los dos efectivos policiales, asegurando que ellos le avisaban cuando tenían algo que estaba “como descarte” o que “habían dado de baja”. “Yo no sabía que sacaban de los depósitos del Juzgado, yo pensé que habían secuestrado”, expresó. 

En las escuchas también se revelaron conflictos que surgieron entre los implicados, como por ejemplo el reclamo de dinero por parte de los policías después de la venta de las armas. Queda claro, en este sentido, que el encargado de hacer este trabajo era Ríos, con contactos en la frontera seca y otras localidades.

“Tenemos que abrir el quiosco”, “está muy quieto”, “qué tenés para mí” fueron algunos de los mensajes extraídos de los teléfonos celulares donde le pedían armas o dinero. “Esta semana hay algo lindo, vamos a comer asado y tomar mucha cerveza”, se lee en otra conversación, en la que Sanabria le anuncia a Ríos que tenía algo para él.

En el teléfono de Vega también se detectó un posible plan para asaltar a un grupo de personas en Eldorado, basados en la información habían ido a Buenos Aires a cambiar valores. Le había mandado un mensaje de audio a alguien desconocido, pero nunca se determinó que se compartió esa información con los Ríos o Sanabria.

Narcotráfico

La investigación sobre la organización la inició la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), quien dio intervención a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). En primera instancia la AFI investigaba a Ríos como el integrante de una banda narco que movía por tierra drogas que ingresaban desde Paraguay.

Luego de que el juez Guerrero tomó el caso y ordenó las escuchas, salieron a la luz las negociaciones por armas que señalaron a los policías. Según pudo saber este medio, las acusaciones por narcotráfico no prosperaron. “En esta causa por lo menos no”, dijo una persona con acceso al expediente.

En junio del año pasado La Cámara Federal de Apelaciones de Posadas confirmó la prisión preventiva de todos, reafirmando lo actuado por el magistrado y considerando, entre varios puntos, que de las comunicaciones entre los policías y Ríos está más que comprobada la estrecha relación que tenían en post de cometer delitos.

También hicieron hincapié en la posibilidad de que todos conformaban una organización dedicada al narcotráfico, mencionando una comunicaciones entre Vega y Ríos en lo que buscaban conseguir una camioneta sin papeles para que efectivos de la Policía Bonaerense movieran drogas.

Al final no consiguieron el coche que se necesitaba, pero toda la maniobra quedó confirmada cuando los efectivos de la Bonaerense fueron detenidos en Colonia Mado por Gendarmería Nacional el 30 de enero del 2019: de noche cargaban 39 bultos de marihuana en tres camionetas. Los policías mostraron una orden de allanamiento del Juzgado de Campana, pero estaban muy lejos de ese punto. Nunca hubo aclaraciones sobre ese procedimiento.

La Cámara de Apelaciones de Posadas señaló al respecto “que sin perjuicio de que el procedimiento practicado en Mado arroja particulares aristas que fueron comunicadas al Juez Federal de Campana, lo concreto que Vega y Ríos contaban con información anticipada sobre la presencia de los policías bonaerenses en nuestra provincia y, en función de ello, orientan sus conductas a la búsqueda del medio detransporte aquellos necesitaban”, calificando de suma gravedad los lazos de la organización con el narcotráfico.

Más allá de hecho concreto hicieron una mención sobre una comunicación en la banda, en la que expresaban sus intenciones de ampliarse y comprar un avión. No hay detalles que indiquen si hablaban en serio y a qué se referían, pero esas palabras aún hoy siguen haciendo mucho ruido. Al parecer hay más detrás del trío.

En el banquillo de los acusados
Diosnel Sebastián Vega
42 años
Sargento ayudante

A) Detenido en marzo del 2019.

B) Encargado de custodiar los elementos secuestrados en procesos judiciales.

C) Tenía un auto robado.

Marcelino Segundo Sanabria
43 años
Sargento

A) Detenido en marzo del 2019.

B) Encargado de custodiar los elementos secuestrados en procesos judiciales.

C) Cómplice de robar 38 armas.

Oscar Alberto Ríos
49 años
Ex convicto condenado por la muerte de su mujer

A) De Bernardo de Irigoyen.

B) Encargado de depositar el armamento en el mercado negro en la frontera seca con Brasil.

 

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