El verso, cuerpo y actor de la potencialidad de sentidos

Julio César Morínigo presentó ‘Descomprensiones’, un poemario que reflexiona sobre la comodidad de lo ya definido y de la incertidumbre como territorio ameno para la búsqueda de nuevos significados
miércoles 27 de enero de 2021 | 2:30hs.
El verso, cuerpo y actor de la potencialidad de sentidos
El verso, cuerpo y actor de la potencialidad de sentidos

Julio César Morínigo publicó ‘Descomprensiones’, un poemario que indaga en los límites del lenguaje y el sentido en busca de nuevas posibilidades de aproximarse a la realidad.

El libro, impreso por la editorial independiente Raymond, completa el camino iniciado por ‘Incomprensiones’, publicado en 2017, en Lima, Perú.

El nuevo texto se plantea como una ‘colección de incertidumbres’ y tiene en su título una notación matemática, símbolo del conjunto vacío.

En diálogo con El Territorio, el escritor posadeño contó acerca del proceso de elaboración del texto y de su intención de plantear un espacio-herramienta para mirar el mundo desde una óptica diferente “ni mejor ni peor”, dijo, “yo diría más adecuada, más en armonía”. 

En un sentido semántico y filosófico, el primer motor fue la polisemia, una red de horizonte de imposible a posible para llegar a las márgenes de las convenciones del significado.

“Es la comprensión todo aquello que podemos desaprehender. Tiene la potencial cualidad de ser otro lugar. Es la comprensión todo aquello que fue posible con todas sus oportunidades acabadas. Frente a esta imposibilidad, me gusta pensar que la descomprensión es todo lo imposible potencializada, llena de oportunidades, dispuesta a la eventual situación de disponer de neologismos que no sólo se vinculen semánticamente con sus significantes, sino también con sus corporalidades ocasionales capaces de sentir al lenguaje como portadores de emociones simbólicas y actores de significados que afectan”, señala un extracto del libro.

Indicó el autor: “Los textos que están en el libro fueron escritos en pandemia, pero la idea era que sean textos que puedan leerse más allá de un contexto. No hay huellas de la pandemia actual, del encierro. Consideré que con la angustia existencial, que está siempre, era ya suficiente”.

Y resaltó que como integrante del grupo literario local Poesía de Miércoles, algunos poemas fueron compartidos de manera virtual en los encuentros semanales, que se mudaron a las redes sociales y plataformas de contenidos digitales en los meses de confinamiento. “El proceso colectivo de leer algunos poemas, en algunos casos con música, con mi hijo tocando un instrumento, fue muy importante. Ese acompañamiento poético del grupo. Algunos poemas se leyeron de alguna manera y en el proceso de compartir fueron encontrando su forma para ser presentados”. 

¿De qué hablan los poemas, cómo lograste que la pandemia no inscribiera sus marcas en el texto? 

Este libro es una continuación de ‘Incomprensiones’, que fue mi primera publicación formal, por así decirlo. Así, viene a cerrar una idea. En clave de poesía es una propuesta filosófica de profundizar acerca de los límites de las palabras y los conceptos. Sugiere ir más allá de la superficie, situarse en los bordes y un paso más, para dar otro sentido de los límites, de las fronteras.

Y sobre la escritura en pandemia... considero que si bien la escritura tiene unas condiciones de producción que pueden interferir en el contenido, en este caso ya en un principio la idea del libro no era hacer una puesta en escena literaria acerca de lo actual. Mi búsqueda es la de escribir algo que se pueda entender no sólo fuera de los límites de lo geográfico, como lo regional, sino también en el tiempo-espacio. Y no es que quiera hacer algo abstracto sino polisémico. Entonces no vamos a encontrar ninguna huella de encierro, de pandemia.

¿Cuáles son los temas que se abordan?

Los poemas hablan de las cosas humanas. Del amor, de la muerte, de una sonrisa, de una mirada. Y cómo no sólo son eso que transmiten a simple vista, lo que se deja ver, sino que más allá hay todo un mundo de sentido. El formato de poemas busca darle otra vuelta a la rosca para entender aquello que con las palabras nunca alcanzamos a entender.

¿Qué esperás que hallen los lectores que abran el libro?

Esta edición fue muy lúdica, a medida que iba desarrollando se me iban ocurriendo ideas nuevas. Al principio era otro libro que el que terminó siendo. Es un compendio de poemas y en el medio hay escritos narrativos versados, que los había pensado como prólogos y fueron tomando la forma de pequeñas incursiones narrativas filosóficas. Hay secciones y cuando abrís vas encontrar un título que dice ‘Cero’, haciendo esta analogía con el prólogo que es la antesala a los poemas. Después se ingresa con un título de un símbolo, que es el del conjunto vacío. El vacío y la nada son temáticas en las que estoy trabajando.

¿Cómo se equilibran el lenguaje matemático, sin ambigüedades, con lo polisémico y, en un momento en que toda concepción de las cosas, todo paradigma se está revisando?

Es que Platón decía que para hacer filosofía había que estudiar años matemática. Y en este proceso de escribir,  el lenguaje matemático, la filosofía, son un camino en la búsqueda de la abstracción. Siempre que estemos haciendo aproximaciones, en esa búsqueda de la certeza, siempre va a estar condicionada por conceptos y palabras. Definir algo es quitarle el potencial a las posibilidades de que sea algo más.

Atendiendo a que toda definición es un recorte temporal y algo que continúa en construcción, ¿cómo nos explicarías la noción de ‘descompresiones’? 

Descompresiones son unas aproximaciones. Digamos como una herramienta para decir que yo algo comprendo y tener también la valentía o el atrevimiento de ‘descomprender’ que es quitarle el sentido rápido, objetivo, parcial que tiene. Y descomprenderlo es para darle otra mirada por ahí más amable, más amplia. Es poder ver desde otros lados, otros lugares eso que nos viene dado.

¿Se trata de un proceso a tono con estos tiempos de deconstruir todo lo que consideramos inalterable quizás?

Viene de la mano del dispositivo ‘deconstrucciones’ y apunta a eso. No sólo de las palabras sino de los sentidos. Si bien estamos entrando en un lugar social-políticos- de ideas- que viene a desandar o romper con lo anterior, esto no es un capricho. Hay  cuestiones tan arraigadas que son anacrónicas a la hora de la funcionalidad porque no está de acuerdo con nuestras actitudes, con nuestras vivencias. No quiere decir que todo lo que conocemos hoy haya que romperlo. Pero a la hora de tener condiciones de vida, de convivencia con otros, de los afectos, la familia, el trabajo, hay otras maneras de continuar que pueden estar más en equilibrio, ser más amables. Y no digo mejorar, que tiene que ver con la dualidad entre los mejor y peor, tiene que ver con acondicionar, adecuar, es un cambiar, un salirnos de esos límites aprendidos, ir un paso más allá y encontrarnos ante la posibilidad.

Perfil
Julio César Morínigo
Escritor
Julio César Morínigo, es posadeño, tiene 35 años.
Publicó ‘Incomprensiones’, en 2017, en Lima, Perú, donde vivió. Recientemente salió ‘Descomprensiones’. Antes, realizó publicaciones artesanales. Estudió Letras en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En Whatsapp, 351  529 5688.

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?