El compromiso de tres mujeres ayudó a descubrir el caso

Una trama de horror se develó tras el crimen del bebé obereño

Los progenitores están detenidos, la mujer acusó a su concubino y aseguró que ya mató a su primer hijo y le hizo perder un embarazo
domingo 17 de enero de 2021 | 6:05hs.
Una trama de horror se develó tras el crimen del bebé obereño
Una trama de horror se develó tras el crimen del bebé obereño

No hay dudas de que el pequeño Oscar D. S. nació el 19 de septiembre del año pasado. Era un bebé sano y lleno de vida, hasta grandote para su edad. Tampoco hay dudas que lo mataron de un fuerte golpe en la cabeza y lo enterraron a orillas del arroyo El Barrero.

En cambio, todavía no se sabe quién fue el autor material del hecho. Su madre acusa al padre; pero ella también está imputada porque demoró varios días en confesar el horrendo crimen y luego condujo a la Policía hasta el lugar exacto donde sepultaron al pequeño.

“Sin el aporte de la progenitora nunca se hubiera encontrado el cadáver. Es decir que desde el primer momento supo dónde fue enterrado”, opinó el comisario mayor Héctor Araujo, jefe de la Unidad Regional II de Oberá.

Tampoco hay dudas sobre el aporte fundamental de tres mujeres: una vecina de General Alvear y dos de las hermanas de la sospechosa.

La primera, Agostina N., fue quien el pasado viernes 8 de enero llamó a la Policía para avisar que en su propiedad había una mujer que le pidió auxilio porque su concubino la sometía a maltratos y la obligaba a robar bajo amenazas de lastimar a su bebé.

En consecuencia, Micaela Karina D.S. (23), fue detenida en averiguación a una serie de hurtos y robos perpetrados en la zona en las últimas semanas.

La segunda clave para resolver el caso fue la actitud que asumió Vilma D. S., hermana de la implicada, quien al enterarse de su detención se presentó en la Seccional Segunda y le preguntó por el bebé, a lo cual le respondió que su pareja lo había vendido. Por ello, Vilma publicó una foto de su sobrinito que se hizo viral por las redes sociales, aunque nadie presagió tan terrible desenlace.

Redes y confesión

“Se busca desesperadamente a este bebé, la madre está detenida y no se sabe si lo dio o lo vendió. Cualquier información por favor comunicarse con la comisaría de Cien Hectáreas”, citaba el mensaje que en pocos minutos trascendió por varios grupos.

De todas formas, al menos hasta el martes por la mañana las autoridades policiales señalaron que no había ninguna denuncia respecto al paradero del menor y todo se circunscribía a “trascendidos” en las redes.

Tan poca entidad se le dio oficialmente a la desaparición del bebé, que el martes al mediodía el Juzgado de Instrucción Uno ordenó la liberación de Micaela Karina D. S., quien permanecía detenida por su presunta participación en delitos contra la propiedad en Alvear.

Pero entonces surgió la figura de otra de sus hermanas, María D. S., quien la convenció para dijera la verdad sobre el paradero del pequeño, ya que en los días previos había variado su explicación.

Por momentos decía que el bebé estaba con el padre, Oscar D. S., pero después cambiaba la versión y decía que se lo habían entregado a una pareja de desconocidos.

“Le hablé con el corazón y le dije que era el momento, que no tenga miedo y que diga la verdad. Ahí se quebró, se largó a llorar y un policía nos llevó a una oficina. Se arrodilló y pidió perdón, que no pudo hacer nada para salvar a su hijo. Contó que el bebé estaba inquieto, le empezó a dar la teta y Oscar agarró la cabeza del bebé con las dos manos, le estiró para arriba y le tiró al piso. Ella le alzó y le mojó la cabecita en el arroyo, pero el bebé no respiraba. Sólo le sangraba la nariz”, precisó María.

Y agregó: “Ahí nomás él le dijo que había que enterrar el bebé, hizo un pocito con el machete y le puso ahí. Dice que después tapó y zapateó sobre la tierra para aplanar bien el lugar. Como si había enterrado un perro muerto”.

Otros hijos muertos

Luego de confesar ante María lo que había sucedido, la propia madre fue quien guío a la Policía hasta el lugar donde estaba sepultado su pequeño.

Es decir que tal vez nunca se hubiera sabido qué pasó con el bebé, de no ser por el aporte de la dueña de la chacra donde el 8 de enero Micaela Karina D. S. pidió auxilio por el maltrato de su pareja, como así también por el posterior compromiso de sus hermanas, una de las cuales alertó sobre la desaparición de la criatura y otra la convenció de decir la verdad.

De no ser por estas mujeres, hoy el paradero del menor sería un misterio, como lo es qué pasó con dos anteriores hijos que tuvo la misma madre.

En este punto la trama del caso se torna siniestra. La propia implicada, en sede policial, aseguró que Oscar Héctor D. S. mató a su primer hijo, fruto de una relación con otro hombre, lo que está siendo investigado.

Pero no sólo eso, ya que afirmó que estando embarazada de su segundo hijo, el mismo hombre le propinó una paliza que le hizo perder la criatura. En ninguno de los casos lo denunció porque estaba amenazada, argumentó.

Asimismo, incurrió en contradicciones sobre los lugares donde habrían ocurrido los hechos.

En diálogo con El Territorio, su hermana María mencionó que “sobre el primer hijo que tuvo, contó que él (por el acusado) le mató; pero él, en cambio, dijo que vendieron esa criatura. En esa época vivían por Corrientes. Después ella se fue a Buenos Aires. Al tiempo que volvió quedó embarazada y un día apareció sin panza. Le preguntamos y dijo que había perdido la criatura porque él le dio una paliza”.

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