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Espectáculos en los bares

La otra cara: gastronómicos, con menos gente por la falta de bandas

Empresarios del sector afirman que la ausencia de los shows repercutió en la demanda en estos locales, que se redujo prácticamente a la mitad y de manera repentina

domingo 17 de enero de 2021 | 6:05hs.
La otra cara: gastronómicos, con menos gente por la falta de bandas
Los locales gastronómicos que estaban aliados a los músicos también sienten el golpe de la pandemia. fotos: Natalia Guerrero
Los locales gastronómicos que estaban aliados a los músicos también sienten el golpe de la pandemia. fotos: Natalia Guerrero

El  sector gastronómico sintió de lleno la ausencia de músicos sobre los escenarios, preparados especialmente para ellos en bares y restaurantes de Posadas. La medida que se tomó días atrás desde el municipio, en el afán de reducir los contagios de coronavirus, provocó una fuerte reducción en la concurrencia a estos locales y, en efecto, una fuerte caída en los ingresos.

El porcentaje preocupa, un 50% menos de clientes de manera inmediata a la medida. Es que muchos de ellos elegían ir a un restó para disfrutar de un espectáculo en vivo mientras se compartía un momento con familiares o amigos en el medio de una cena o ronda de tragos. La restricción generó un fuerte impacto, un golpe más a los tantos que debieron afrontar los empresarios gastronómicos como consecuencia de la pandemia, que los obligó a mantener las puertas cerradas por un extenso período y, en el medio, reinventarse para seguir a flote.

“Nos afectaron directamente a los músicos y a nosotros”, resumieron las voces consultadas por El Territorio. El enojo y la tristeza están a la vista de quienes apostaron por brindar una opción gastronómica diferente, con música para el disfrute. Mientras tanto, aguardan por un poco de luz en medio de tanta oscuridad e incertidumbre que generó el virus que aún sigue azotando al mundo entero.

La otra cara de la moneda

Cuando se decretó la cuarentena más estricta, allá por marzo del año pasado, toda actividad catalogada como no esencial quedó paralizada; la actividad presencial de los gastronómicos, también, limitándola sólo a la modalidad delivery y más tarde ‘take away’ (retiro en el local). En junio, y bajo estrictos protocolos, la presencialidad volvió, pero con límites en la capacidad, horario y sin shows, que recién se retomaron en octubre, cuando la situación epidemiológica lo permitió. Pero el aumento de contagios obligó a volver atrás respecto de la actividad musical en los locales gastronómicos. Un duro golpe, definen.

“La medida es malísima”, calificó Roque Mina, propietario de La Bionda, espacio icónico para de bandas locales. “Somos el único lugar under para los shows. Los demás son bares que brindan shows”, añadió y marcó la diferencia con otros locales del ámbito.

En diálogo con El Territorio reconoció que se vieron afectados por la restricción a la actividad musical en la gastronomía posadeña y que la merma en la concurrencia habitual al local es del 50%.

“Hacíamos shows con protocolos, como se exige. La capacidad del local es súper limitada, de 30 personas y con cinco personas por mesa. Si bien se amplió el cupo a diez, decidimos mantener el número a cinco. Sólo permitíamos que una sola banda tocara. Siempre se cumplió con lo solicitado y somos conscientes de la situación, pero este nuevo impedimento repercutió de lleno en la actividad, más que somos un local under y que depende exclusivamente de las bandas que tocan”, contó.

Luego, criticó la decisión del Ejecutivo capitalino: “En la Costanera y en el centro hay lugares llenos, que incumplen el protocolo y no controlan la distancia. Pero restan la posibilidad de laburo a los músicos y a nosotros cuando no son los que provocan los contagios. Sólo se tiene en cuenta a los empresarios que más plata tienen”.

Por su parte Alberto Domínguez, de Oleg Restaurante & Lounge, también comentó que mermó la concurrencia a su local gastronómico, situado en inmediaciones de la rotonda de Posadas, por la restricción a los espectáculos musicales. “Hicimos una apuesta grande. Es importante la inversión que hicimos. Una forma de atraer gente al local era con los espectáculos musicales, que prácticamente los hacíamos cuatro días a la semana. Los viernes y sábados traíamos grandes bandas. Esto ayudaba mucho al movimiento. Y sin la banda, nadie va. Con la suspensión, sumado a la histeria colectiva que hay con los contagios, nosotros pasamos de tener 150 mesas por día los findes, a cuatro mesas. Tuvimos que suspender a cinco empleados, que los contratamos por el auge de las bandas que traían al local. Era algo importante”, relató.

Añadió que “sin bandas, no hay nada que ofrecer. Una hamburguesa es lo mismo comerla en cualquier lugar, pero comer una hamburguesa con shows de grandes bandas es otra historia”.

“Más allá del daño económico que produjo en las bandas, produjo un daño en toda la cadena gastronómica. Ahora compramos menos gaseosa, cerveza, insumos. Y al que comprábamos ya se le compra menos”, enfatizó.

“Nuestro local está preparado para recibir bandas bajo protocolo Covid-19. El escenario está separado de las mesas, en altura, un espacio especial para ellos. Y los comensales, en otro lugar. El local está completamente adaptado para la distancia. Hay otros lugares donde la propagación del virus es más fácil, y justamente en los lugares donde hay mayor resguardo, como es nuestro caso que mantenemos la distancia y la reducción de la capacidad, restringen. Los locales gastronómicos generan trabajo, un movimiento de dinero importante, y los músicos son parte del movimiento. Es increíble la cantidad de bandas que hay, y en estos lugares encuentran la posibilidad de tener contacto con la gente porque no hay otros espacios para expresar su arte porque aún no pueden hacer grandes shows”, aseveró.

El empresario comentó que trabaja a pérdida, con un 80% menos de facturación a la habitual. “El DJ puede interesarles a los jóvenes, pero a las familias les interesa más un buen espectáculo de un grupo. Nosotros diseñamos un lugar para recibir bandas, alejados de la gente. Nosotros queremos trabajar y dependemos de los músicos para seguir con la lógica, de brindar un buen servicio”, concluyó Domínguez. 

 

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