La nueva escuela en marcha

Educación, economía y salud serán ejes de gestión este año. El gobierno nacional puso fin al tironeo con los gremios y anunció que en febrero las escuelas se reabren. La inflación sigue golpeando duro. La esperanza en la vacuna y en los tratamientos contra el Covid-19. Misiones en esos tres ítems sigue trabajando para afrontar el año
domingo 17 de enero de 2021 | 6:00hs.
La nueva escuela  en marcha
La nueva escuela en marcha

Corría febrero del 2020 cuando la pandemia del nuevo coronavirus comenzaba, lentamente, a hacerse presente en la Argentina. Mientras de a poco, por el aeropuerto internacional de Ezeiza, ingresaban los primeros infectados con el virus, que ya estaba haciendo estragos en el hemisferio norte, en toda la Argentina las escuelas se preparaban para recibir a los chicos, y el gobierno nacional ponía sus energías en planificar la manera de acomodar una economía que venía golpeada por la mala gestión económica de Cambiemos. Había cerrado el 2019 con 53,83% de inflación, y una pobreza en crecimiento. El 2020 arrancaba con congelamientos de tarifas, créditos y otras medidas relacionadas con la economía familiar. Pero en un par de semanas la realidad comenzó a cachetear en la cara a los gobernantes y nada de lo que se pensó para el año se podría aplicar.

En pocas semanas, la educación, la salud y la economía se transformaron en temas de debate que coparon el año entero. A un año de aquel momento, es tiempo de comenzar a acomodar esos tres ítems para que la Argentina se encamine a una nueva normalidad.

La educación

En marzo del año pasado todos los docentes y alumnos llenaron los patios y las escuelas a lo largo y ancho del país. Pero la alegría de la vuelta a clases, del reencuentro, de los nuevos desafíos, duró poco. A no más de dos semanas (según el distrito) de iniciadas las clases, las escuelas se cerraron. Para ser justos, todo se cerró por una cuarentena que buscó, entre otras cosas, frenar un poco al virus y dar tiempo para reacomodar y fortalecer sistema sanitario que estaba en mal estado.

Pero a diferencia de otros centros de actividades, las escuelas no volvieron a abrir en todo el año. Y las clases virtuales, por videoconferencia, WhatsApp o red social se instalaron como la modalidad que permitió un frío contacto y un avance, lento por momentos, en el aprendizaje de los chicos. Esa escuela, la escuela ciento por ciento virtual, a nadie le cayó del todo bien. Faltó el contacto social de los chicos con sus amigos, de los docentes con los chicos, de los docentes con otros docentes. A la escuela del 2020 le faltó humanidad. Y sobre eso se debatió todo el año.

Los tironeos entre gobiernos, distritales y nacional, por la reapertura de las escuelas fue una constante del segundo semestre. El mismo tironeo se dio entre los gremios y los gobiernos. Gremios que no quieren que sus docentes vuelvan a la escuela, esgrimiendo el riesgo de contagio, contra gobiernos que querían reabrir las escuelas. Gobierno que sintió durante todo el segundo semestre la presión de la ciudadanía no agremiada al sector docente. Pues la presión para que las escuelas reabran no nacía de la oposición política o mediática, nacía de los padres.

Eso quedó reflejado esta semana en una encuesta nacional de la consultora Opinaia, que relevó casos en todo el país y donde surge que el 69% de los argentinos considera que los chicos deben volver a la escuela, por supuesto que en formas sanitariamente seguras. Con protocolos especiales, con un sistema combinando entre virtual y presencial. Como sea, pero que vuelva la escuela a recuperar su lado de formación social, del contacto cara a cara entre docentes y alumnos, alumnos y alumnos, y docentes con docentes.

El gobierno nacional tomó nota. Decidió dejar de lado el tironeo con los gremios, cerró las discusiones y se puso firme. El presidente Alberto Fernández aseguró que las clases empiezan en marzo, por lo tanto, a mediados de febrero los docentes volverán a las escuelas, para los correspondientes preparativos del ciclo escolar. Esto, según lo definan los gobernadores de cada distrito, que son quienes ahora tendrán la última palabra. Pero la escuela no será la misma. Se viene, ahora sí, una nueva escuela. Una escuela que no será igual en todo el país. Una escuela cuyo sistema de trabajo dependerá de la situación sanitaria y epidemiológica de cada zona. Y en la que los gobernadores tendrán la última palabra sobre su funcionamiento.

En Misiones, desde el año pasado se anuncia que se trabaja en un modelo de escuela mixto o combinado. Un modelo que permita que todos los chicos vuelvan a la escuela, pero no todos juntos. Un modelo que combinaría días presenciales con días virtuales. Tareas desde casa, con experiencias en la escuela. Un modelo desconocido, al que deberán amoldarse docentes y alumnos. Y por supuesto, los padres. Pero, sin dudas, un modelo que será distinto al del 2020, pero también será muy diferente al del 2019. Nace en 2021 una escuela de modelo nuevo.

La economía

En la economía también será este un año para comenzar a poner en orden algunos indicadores, aunque será difícil el desafío para el gobierno nacional, sobre todo si vemos lo que sucedió en los primeros días del año. Uno de los principales, si no el central, problema a resolver es el de la inflación. Este año se conoció la inflación de diciembre, y el total del año 2020. Si bien diciembre fue el mes de mayor inflación, con un 4% de aumento, el cierre del año mostró una mejoría respecto del 2019. Es que 2020 cerró con una inflación del 36,1%, un 17,7 por ciento menos que el año anterior con Macri. La cifra sigue siendo altísima, y para este año la perspectiva no es muy buena.

Las cosas se ponen más difícil para los misioneros si desmembramos por región los índices de inflación de diciembre y de todo el año pasado. El último mes del año marcó más de un 5% de inflación para nuestra región, y el año cerró por arriba del 40%.

Más allá de las predicciones, enero ya mostró una cara dura para el bolsillo. Esta semana los combustibles aumentaron un 3,5%, marcando el segundo aumento en menos de quince días. Se sabe, aunque poco se reconozca oficialmente, que el mínimo aumento en los combustibles repercute, con índices similares, en el resto de la cadena de precios.

Así, Guzmán enfrenta el problema y sigue pensando que va a poder controlar al fantasma de la inflación, y como se contó en estas líneas la semana pasada, armó un equipo con ese fin. Pero si los incrementos que se vienen mostrando en enero se mantienen, será difícil de contener. Cabe recordar que este 31 de enero vence el congelamiento de los créditos hipotecarios UVA. De momento el gobierno nacional no anunció ninguna medida al respecto. Si no la hubiera, los aumentos en las cuotas de los tomadores de esos créditos, en su mayoría familias de clase media, serían cercanas al 50%. Esto, también, impactará en la inflación. Y ni que hablar en el consumo interno, que desde el gobierno esperan que sea uno de los motores de la recuperación pospandemia. Difícil en este contexto.

La salud

Pero, tanto la recuperación del sistema educativo, con nuevas modalidades, como la recuperación de la economía, tienen como condicionante la salud. Ese ítem que obligó a dejar de lado todos los planes que traía el gobierno nacional, y le impuso una agenda diferente. Aunque, en honor a la verdad, sobre el final del año pasado y el inicio de éste el gobierno logró recuperar parte de los planes de esa agenda. Las negociaciones con el FMI, la aprobación de un nuevo modelo de cálculo para las jubilaciones y, esta semana, la puesta en vigencia de la ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) son una muestra de esto. De que el gobierno logró retomar, al menos, algunos temas de su agenda original.

Pero que tanto la economía como la educación tomen el camino de la nueva normalidad sigue estando condicionado por la situación sanitaria en torno a la pandemia del coronavirus. Para ello, las vacunas y los tratamientos terapéuticos deben comenzar a mostrar avances. En lo que respecta a las vacunas, ya están en la Argentina el segundo componente de las dosis de la vacuna Sputnik V que se le aplicarán a los trabajadores de la salud. En las próximas semanas comenzará a programarse también la vacunación del sector docente. La intención del gobierno nacional es poder vacunar a docentes antes de la vuelta a clases. Al menos con las primeras dosis de alguna de las vacunas. Esto podría traer algo de calma al sector gremial, que insiste con que los docentes son puestos en riesgo regresando a las aulas.

En lo que refiere a los tratamientos terapéuticos, en la Argentina hay tres en estado avanzado de investigación y aplicación. Y en eso Misiones está siendo un punto de referencia. La Ivermectina, que se produce en Misiones y que se está implementando y estudiando de forma conjunta con investigadores del Conicet, del Instituto Leloir y de la provincia de Salta; el suero equino hiperinmune, que una vez aprobado por la Anmat fue Misiones el primer lugar donde se empezó a implementar; y la terapia de plasma convaleciente, que esta semana tuvo el visto bueno de la ciencia internacional a partir de varias publicaciones del estudio realizado en la Argentina.

Estas cuatro herramientas sanitarias, más la responsabilidad social para seguir las recomendaciones y protocolos, serían la llave para que la crisis sanitaria comience a quedar atrás. Quedará entonces, en manos del gobierno nacional, encontrar las herramientas que sean la llave de salida de la crisis económica.

En Misiones

En la tierra colorada, los tres ítems son pilares de las gestiones ejecutivas desde hace años. Lo fueron durante el duro año pandémico y lo serán éste.

En lo educativo, Misiones marcó el norte a varios distritos durante el 2020 siendo una de las primeras provincias en instaurar un sistema de aula virtual propia. Además, se trabajó durante todo el año en el acondicionamiento de la infraestructura de las escuelas, y en un plan de regreso a las escuelas abiertas para este 2021. Como ya se mencionó, ese plan contempla un sistema mixto, entre virtual y presencial. Es posible que su implementación, ahora que está el visto bueno del gobierno nacional, se lleve a cabo en marzo, si el contexto sanitario lo permite.

En lo económico, el gobierno provincial continúa poniendo el énfasis en los sectores más golpeados. Y orienta las ayudas hacia allí. Pensando en la vuelta a la escuela, y en el bolsillo de los padres, desde noviembre pasado está en vigencia el plan #AhoraEstudiantes, con beneficios para el pago de deudas en las escuelas privadas y las matrículas de inscripción para este año. Una ayuda a los golpeados bolsillos de los padres, que sufren los embates de la inflación.

También, esta semana, se presentó el programa #AhoraIguazú, que llega de la mano de una serie de inversiones en obra pública que se harán en la Ciudad de las Cataratas, con el objetivo de activar la mano de obra detenida porque la ciudad que siempre vivió del turismo tiene su actividad paralizada desde hace casi un año por la pandemia. A eso se suma que el gobernador Oscar Herrera Ahuad prometió gestionar ante la Nación la permanencia de los ATP para las empresas de la localidad.

Además de esto, este año continuarán los proyectos en los demás sectores del gobierno provincial, en busca de asegurar la movilidad económica.

En ese sentido se indica, desde los pasillos del gobierno provincial, que seguirán las asistencias permanentes del Ifai, con créditos y ayuda a los productores; la continuidad de las obras públicas de Vialidad para la generación de mano de obra, en el mismo sentido las de Iprodha; así como la permanente asistencia del Ministerio de Desarrollo Social a todos los sectores más vulnerables.

Pero, para que todo esto surta efecto positivo, es importante también que la pandemia siga siendo controlada como hasta ahora en Misiones, con todas las herramientas preventivas y de tratamientos disponibles. En ese sentido, esta semana que pasó se ampliaron las camas críticas en los hospitales.

En este contexto, este año será evaluada la gestión provincial y nacional en las elecciones de medio término. Elecciones que aún no tienen fecha confirmada en la tierra colorada, a diferencia del orden nacional que ya tienen fecha fijada por ley en octubre, aunque falte dirimir si hay o no primarias en agosto. No obstante, en esas elecciones de medio término, seguramente, la gente premiará a los que estuvieron cerca cuando hubo necesidades y castigará a aquellos que sólo hacen política desde las redes sociales.

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