El acusado es retirado de la Policía de Misiones y reside en Oberá

Tiene 90 años y denunció que uno de sus hijos la engañó y vendió su casa

“Me sacó de mi casa, me encerró en la casa de él y vendió la mía”, lamentó Alejandrina Rodríguez. La denuncia se hizo el lunes en la comisaría de Villa Bonita
domingo 10 de enero de 2021 | 6:03hs.
Tiene 90 años y denunció que uno de sus hijos la engañó y vendió su casa
Tiene 90 años y denunció que uno de sus hijos la engañó y vendió su casa

Alejandrina Rodríguez tiene 90 años, trabajó toda su vida en las duras labores de la chacra, crió ocho hijos y dos nietos. Hoy, a pesar de su avanzada edad, goza de buena salud y sólo tiene ciertas dificultades para caminar, por lo que utiliza un andador para movilizarse.

“Escucho bien, no uso anteojos y tengo buen apetito”, comentó con orgullo, en diálogo con El Territorio, en casa de su hijo mayor Ramón Rodríguez (74), en el barrio Hermoso de Villa Bonita, Campo Ramón.

Además de su lucidez intacta, recordando fechas y datos precisos, también quedó en claro su tristeza, el dolor ante el engaño menos pensado. Una traición planificada en detalle, una trama que incluye un presunto secuestro, mentiras y estafa, según el relato de la damnificada, lo que quedó plasmado en la denuncia radicada el lunes pasado ante la comisaría de Villa Bonita.

“Nunca imaginé que mi propio hijo fuera capaz de hacerme eso. Me sacó de mi casa, me encerró en la casa de él y vendió la mía. Después me trajo acá. En realidad me tiró acá y se escapó. Es un sinvergüenza, y eso que es policía retirado”, subrayó Rodríguez respecto de la acusación que pesa sobre su hijo Rafael L., suboficial retirado de la Policía de Misiones.

Como buscando explicación al sinsentido, precisó que el sospechoso es su hijo menor, el único que lleva otro apellido y fruto de la relación con un hombre que purgó una condena por homicidio.

“Nunca me dio mucha bolilla como hijo, pero hace un tiempo empezó a venir y era mansito conmigo. Pero había sido que todo era para robarme mi casa. Se comportó como una víbora. Para una madre es muy doloroso que el propio hijo le deje en la calle”, reflexionó abatida.

El engaño

Con relación a la presunta maniobra que efectuó Rafael L. para perpetrar la estafa, Alejandrina indicó que a mediados de septiembre pasado el sospechoso llegó hasta su domicilio y, con engaños, la forzó a acompañarlo.

Luego la trasladó a su residencia, en Oberá, donde la habría mantenido encerrada en una habitación que abría sólo para darle comida.

Al respecto, mencionó que “apareció un día de septiembre y me dijo para ir al cementerio, pero yo no quería ir. Insistió y me obligó, me agarró del brazo y me subió al auto, pero en vez de llegar al cementerio me llevó a Oberá. Me dijo vamos aprovechar para pasear, pero lo que hizo fue encerrarme en su casa hasta fin de año”.

En tanto, a las dos semanas de estar retenida contra su voluntad -según consta en la denuncia- observó que su hijo llegó con sus muebles, electrodomésticos y otras pertenencias y las guardó en su propio domicilio.

“Cuando vi que llevó mis cosas a la casa de él le pregunté por qué, y me contestó que vendió mi casa. Por qué le pregunté, quién te dio permiso si yo quiero volver a mi casa. Pero ni me contestó, me tuvo encerrada y no me dejaba salir. Cuando le pedía para volver a mi casa me decía que el auto se rompió y puso mil excusas”, agregó.

La mujer mencionó que pasó la Navidad encerrada y recién para Año Nuevo logró que su hijo la traslade a Villa Bonita, ya que quería visitar a su hijo Ramón, que reside en un terreno lindero al suyo. 

“Me trajo, me bajó en la vereda y se fue. Ahí vi que había otra gente viviendo en mi casa y por eso me tuve que quedar acá, en la casa de Ramón. Lo único que pido es recuperar mi casa, es mi derecho y por eso hice la denuncia. Me dolió con el alma denunciar a mi hijo, pero no quedó otra”, remarcó apenada.


Reclamo de justicia

En barrio Hermoso de Villa Bonita todos los vecinos conocen y aprecian a Alejandrina Rodríguez, considerada como una de las pioneras de la zona y con más de medio de siglo de residencia en el lugar.

“Crié a todos mis hijos y a dos nietos en el mismo terreno”, comentó en referencia a la propiedad de la que fue despojada, tal como denunció el lunes pasado ante el propio jefe de la comisaría local, oficial principal Luis Días Da Silva.

Asimismo, comentó que todos los papeles que avalan su propiedad estaban dentro de la casa, por lo que reclamó celeridad en la instrucción judicial.

“Todo está a mi nombre y de mi hijo José, que falleció. Mi hijo Rafael (el denunciado) vendió sin mi permiso y ahora va tener problemas con la Justicia porque yo quiero mi casa”, insistió con firmeza.

Por su parte, Ramón Rodríguez, lamentó el accionar de su hermano menor y subrayó el enorme perjuicio que le ocasionó su madre.

“Yo no tengo problemas de que mi mamá viva conmigo, pero no es justo que le roben así su casa. Aparte todavía ni le devolvió los muebles y sus cosas. La verdad no sé lo que piensa para hacer una cosa así, sobre todo siendo policía retirado. Tendría que ser un ejemplo, pero es una vergüenza para todos”, remarcó molesto. 

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