Desde hace al menos dos años los ataques de pumas a ovejas se volvieron constantes y motivo de gran preocupación y pérdida de dinero para un productor de Comandante Andresito.

Se trata de Elías Ozurkiewicz, quien probó distintos métodos y buscó ayuda en varios organismos pero no hubo mayores avances ante las incursiones de los felinos sobre su producción.

Enterados de lo que pasaba se contactaron con el hombre desde el Proyecto Yaguareté del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (Ceiba) y la Fundación Vida Silvestre para trabajar con una alternativa que estaba dando buenos resultados en la Patagonia con casos similares: la utilización de perros entrenados especialmente para proteger al ganado de ataque de felinos como el puma.

“Estaba ocurriendo un caso de depredación de ovejas de un productor desde hacía ya tiempo. Y hace más de un año lo empezó a monitorear la Fundación Vida Silvestre y también los guardaparques que pusieron cámaras. Se intentaron implementar medidas del manejo de las ovejas para reducir las pérdidas pero no dieron resultado”, explicó al respecto Agustín Paviolo, investigador del Conicet en el Instituto de Biología Subtropical y coordinador del Proyecto Yaguareté.

“Se confirmó que en la zona había tres pumas al menos y el hombre siguió perdiendo sus ovejas. Así, y viendo que no estaban dando resultados otras opciones de manejo, fue que nos pusimos en contacto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Bariloche, porque ellos tienen un trabajo con perros protectores de ganado que se crían con las ovejas desde cachorros y se los impronta con esa especie que tienen que proteger”, señaló a El Territorio el investigador.

Así se empezó a evaluar que uno de esos perros estuviera en la propiedad de este productor de Andresito.

El perro utilizado en esta experiencia que se realiza por primera vez en la provincia es un pastor de Maremma o Maremmano, usado desde hace siglos para la protección de las ovejas de ataques de predadores en varias partes del mundo. El animal elegido, un cachorro de 9 meses de edad, viajó unos 2.900 kilómetros desde Sarmiento, Chubut, donde vivía con su criador, hasta la tierra colorada, donde ya convive y cumple su labor con las ovejas.

“En la Patagonia se están dando muy buenos resultados con este perro en combatir la depredación del puma y del zorro colorado, un problema muy importante en esa zona del país”, dijo.

“Conseguimos un perro de un criadero que ya lo impronta para trabajar con ovejas e hicimos toda la movida de traer a la gente del Inta con el perro. El productor pagó el costo del perro y nosotros desde el Ceiba y Vida Silvestre pagamos el traslado de los técnicos del Inta que vinieron a trabajar con el can y a enseñarle al productor cómo manejarlo”, comentó. Hoy el perro ya está en la chacra de Comandante Andresito y desde hace casi un mes no volvieron a registrarse nuevos ataques.

“Viene siendo, por ahora, una alternativa exitosa. Estamos también monitoreando al perro porque es un animal grande y peludo, generalmente adaptado al frío, entonces vamos a ver cómo se adapta al clima nuestro, a los parásitos y a las enfermedades de Misiones que son muy distintas a las de la Patagonia. También pusimos cámaras trampa para ver si está el puma en la zona pero lo más seguro es que se haya movido”, precisó Paviolo.

Replicar

Con esta primera experiencia en Misiones varios productores de ganado ovino se mostraron interesados en ser parte de la iniciativa en sus chacras, principalmente en la zona Sur de la provincia. Tal es así que ante tanto interés despertado, se aprovechó la oportunidad y en conjunto con el Ministerio del Agro y la Producción y el Inta se desarrolló una charla y capacitación en Montecarlo sobre grandes felinos, ganadería y uso de perros protectores.

“Creemos que esto es viable replicarlo en otros puntos de Misiones, al taller de capacitación se acercaron varios productores porque en los últimos meses hubo registros de ataques de pumas sobre ovejas. Por eso si esta experiencia funciona bien creo que vamos a poder replicarlo”, sostuvo Paviolo.

Consultado sobre por qué el puma ataca al ganado, indicó que se debe a distintas causas. Entre ellas enumeró que pueden ser individuos debilitados que no pueden cazar sus presas o que no tengan presas naturales disponibles en el área o cuestiones comportamentales del felino.

Convivencia

Otro proyecto distinto, pero con el mismo objetivo: evitar el ataque de felinos al ganado, se desarrolla desde hace tiempo y de manera muy exitosa en el Valle del Cuña Pirú. En este caso está encarado por la Red Yaguareté y se utilizan cercos eléctricos para lograr la convivencia pacífica entre los yaguaretés y el ganado bovino.

Así, desde la Red indicaron que durante 2020 no hubo ningún ataque a vacunos “en las chacras adecuadas a la convivencia”.

Expresaron que tienen más de “70 registros documentados de yaguareté y nuevos ganaderos que solicitan sumarse al Programa de Convivencia entre Yaguaretés y Personas, financiados exclusivamente por nuestros donantes individuales, a quienes les estamos siempre agradecidos y a nuestro equipo de voluntarios”.