Misionero del Año 2020

Diego Ojeda, Misionero del año

Diego Ojeda, doctor en Virología Molecular, es el Misionero del Año; contribuyó al desarrollo del primer test serológico para coronavirus en el país e integra un equipo de investigación para dar respuestas a la pandemia. En la terna final también se destacó, en una ceremonia virtual, al infectólogo Oscar López y a los Bomberos Voluntarios
jueves 31 de diciembre de 2020 | 2:02hs.
Diego Ojeda, Misionero del año
Diego Ojeda, Misionero del año

En la tarde de ayer se conoció al ganador del Misionero del Año, la distinción de El Territorio para quienes trabajan por el bien común desde diferentes ámbitos. 

En la terna finalista quedaron seleccionados el médico pediatra infectólogo Oscar López, impulsor del servicio de infectología del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro y con más de 30 años de trayectoria en la atención médica e investigación (López siguió trabajando cada día a pesar de estar en la franja de riesgo); y los Bomberos Voluntarios de Misiones, que lucharon contra la voracidad de las llamas en los últimos incendios forestales que afectaron áreas de rica biodiversidad en la provincia. Recibió el recordatorio Waldemar Laumann, presidente de la Federación Misionera de Bomberos Voluntarios.

En tanto, la distinción mayor  del Misionero del Año quedó en manos del científico Diego Ojeda, que fue parte del equipo que desarrolló el primer test serológico para coronavirus, el Covidar IgG, que estuvo a disposición de la lucha contra el virus 45 días después del inicio del aislamiento obligatorio. 

Ceremonia virtual

En este 2020 que hoy finaliza y que fue atravesado por la pandemia global de Covid-19, el acto de premiación se hizo de manera virtual y los diez finalistas, justamente, se desempeñaron muy cercanos a esta nueva realidad, luchando contra el virus desde el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico, la inventiva, la tarea educativa en contextos de lejanía, la solidaridad con la atención a los más vulnerables.

El coronavirus, los efectos de la extensa cuarentena y la sequía con incendios forestales fueron centrales en la agenda y en el proceso de selección de los finalistas del galardón de El Territorio; los misioneros se volcaron a reconocer a quienes se paran en la trinchera, poniendo el cuerpo en un momento de incertidumbre con la intención de generar soluciones, contención, acompañamiento a quienes más sufren.

El acto, que se vio a las 18 por el sitio www.elterritorio.com.ar y por las redes oficiales, tuvo como maestro de ceremonia a Richar Vera y a Alejandro Batalla en la voz en off, también contó con la participación del músico Fabián Meza como invitado especial. La producción fue grabada en la redacción de El Territorio.

“Esta octava edición del Misionero del Año se realiza por streaming debido a la pandemia y vamos a conocer las historias de los diez candidatos y dentro de esa lista está la terna de los tres finalistas y el Misionero del Año”, explicó Vera y las imágenes contaron las historias de Campanas por la Vida, un proyecto impulsado en Misiones por Viviana Núñez y Julio Ramírez que consiste en que cada niño que supera la enfermedad toque una campana que se replica en todo el hospital pediátrico.

También Iván Riquelme, Marcos Lugo, Fernando Kraus, Gimena Carrara, Ricardo Petterson y Pablo Vera, se autoconvocaron para construir un asistente de ventilación mecánica automatizado que pueda ser utilizado en situaciones de emergencia en una iniciativa de ciencia e inventiva.

La solidaridad estuvo presente con la tarea de un grupo de jóvenes de Eldorado que organizó una rutina de visita y asistencia a adultos mayores para hacer compras y trámites a los vecinos que integran la franja de población de riesgo. Esta historia se visibilizó a través de Hugo Duarte y Gastón Acosta.

En un año en que las escuelas cerraron sus puertas y se trasladaron a la virtualidad, la experiencia enseñanza aprendizaje no fue sencilla, y más en contextos rurales y de lejanía de servicios. Así, los maestros de la Escuela 613 de Tobuna no dudaron en caminar kilómetros para llevar las tareas a sus estudiantes.

La comunidad de El Territorio reconoció como finalistas además a las ferias francas, este proyecto económico alimentario que surgió hace 25 años en Oberá, cuando un grupo de agricultores pioneros decidieron llevar los frutos de su trabajo más cerca de los consumidores. 

La resiliencia y la generosidad le valieron a Luis Franco, un  trabajador esencial que fue el segundo caso de coronavirus positivo en Misiones, el reconocimiento de la comunidad que lo votó como finalista. Franco estuvo internado, superó la enfermedad y luego donó plasma que es utilizado en el tratamiento de pacientes.

A su vez, Roberto Velázquez y Gastón Gómez Cuba, médicos eldoradenses, viajaron a Jujuy en los primeros meses de cuarentena para colaborar con sus pares en medio de la pandemia que amenazaba con colapsar el servicio sanitario de esa provincia.

Así, los diez nominados, cada uno en su esfera, fue reconocido por su contribución a una sociedad mejor.

El año de la ciencia

Gonzalo Peltzer, director de El Territorio, fue quien otorgó la distinción a Ojeda. Y seguidamente reseñó: “El Territorio tiene este premio para visibilizar a las personas o grupos de personas que no son conocidas pero que hacen una gran tarea porque tengamos una sociedad mejor”. 

Y Ojeda agradeció “a las mujeres misioneras que fueron parte de mi desarrollo, particularmente a las maestras, a mis profesoras de secundaria y de la Universidad Nacional de Misiones”.

Seguidamente, en una entrevista con este medio, explicó acerca del test Covidar IgG: “Lo pudimos desarrollar y validar a los 45 días de iniciado el aislamiento obligatorio, fue el primer test serológico del país y fue el inicio de un proyecto de desarrollo que todavía esta en proceso”. 

El investigador se desempeña en el Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir, donde trabaja en respuestas para el dengue y zika y, en medio de la pandemia, pasó a integrar un equipo colaborativo entre varias instituciones para la investigación de coronavirus.

“Se conformó un equipo especial, porque cuando empezó la pandemia todas las instituciones junto con el Ministerio de Ciencia se organizaron para trabajar, nosotros trabajamos en el desarrollo de este test y después desarrollamos otro que se llama Covidar IgM, estos test se producen en Argentina y son gratuitos, todos los hospitales públicos del país tuvieron acceso al test”.

Estos test serológicos miden anticuerpos, “no son los test rápidos, pero son muy sensibles y se puede utilizar en la terapia inmunopasiva y para estudios poblacionales en cuanto a los niveles de anticuerpo o servirá también para analizar los niveles de prevalencia después que pase la pandemia”. 

Resaltó la ayuda de su pareja Yésica Longueira, directora científica del Banco de Enfermedades Infecciosas (BIO), “el Biobanco nos aportó las muestras para probar la efectividad del test y eso fue fundamental para el desarrollo”.

En tanto sobre los test IgG e IgM distinguió: “El tipo de anticuerpo IgM que reconoce el virus se da en una etapa temprana a los siete días y luego el IgG se determina porque son los anticuerpos neutralizantes, la mayoría de los anticuerpos IgG vienen más tarde, entre el día a 14, depende de cada paciente. Cuando comienza la producción de IgG quiere decir que uno estaría inmunizado, porque es justamente lo que va a opacar neutralizar al virus. Nuestro interrogante en adelante es ver si en un tiempo estos niveles de anticuerpo se mantienen o si al tener los anticuerpos no se adquiere el virus, todo eso está en análisis”.

También reflexionó sobre la llegada de la vacuna y la cantidad de información que circula.

“Lo que puedo decir es que tenemos un sistema científico que va a estudiar cómo se comporta  la vacuna, toda la comunidad científica estará evaluando. Y en cuanto a las personas que no se quieren vacunar por temor a efectos secundarios, hay que decir que son muy bajos en incidencia. El riesgo de tener algún efecto adverso es muy bajo comparado con el beneficio de inmunizarse. Las vacunas, hay unas cuantas, parecen todas ser efectivas y ser la solución”.

“Lo importante es informar con claridad y para la gente, consultar fuentes confiables. Y sobre todo sigamos cuidándonos. Hoy la ciencia está mostrando que ha alcanzado un gran nivel de desarrollo y se están dando respuestas muy rápido. Pero el proceso de vacunación llevará su tiempo hasta que alcance a un buen porcentaje de la población. Hay que usar barbijo, mantener los cuidados y la higiene”, completó.

Reconocimiento al trabajo silencioso

El Misionero del Año es el galardón que otorga El Territorio a personas o grupos que realizan acciones en pos de una sociedad mejor.

La premisa es dar visibilidad a quienes inspiran con sus historias y obras. El primer Misionero del Año se otorgó en 2013 al fallecido obispo emérito de Puerto Iguazú Joaquín Piña Batllevel.

En 2014, ganó el médico oncólogo Ángel D’Annunzio.

En 2015 el premio lo recibió Gisela Knipp en representación de las Aldeas SOS de Oberá, que alberga a menores víctimas de abandono y violencia.

En 2016, la merecedora del galardón fue Edy González Lemos, docente del paraje Alegría, en San Antonio, que asistía en caballo a la escuela más alejada. En 2017, el galardón quedó en manos de Ramón Ayala.

En 2018, la Epet 25 de Campo Grande se alzó con el galardón. Y el año pasado la campeona resultó la Selección Argentina de Robótica.

El premio se desarrolla como una instancia de participación y diálogo, en la que los lectores pueden emitir su voto. 

 

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