La conservación del ambiente como estilo de vida

Barranca Serena: sustentable desde los cimientos

De a poco, Andrea Arecco cambió sus hábitos y aplicó los conocimientos familiares para la construcción de su vivienda ecofriendly
miércoles 30 de diciembre de 2020 | 2:05hs.
Barranca Serena: sustentable desde los cimientos
Barranca Serena: sustentable desde los cimientos

Cada vez son más las personas que se preocupan por construir sus viviendas buscando ser amigables con el medioambiente. Desde la construcción hasta la aplicación de varias practicas sustentables, buscan estar en consonancia con el ambiente que los rodea. Este es el caso de Barranca Serena, ubicada en barrio Santa Rosa, de Puerto Iguazú, en la costa del río Paraná. Su propietaria se encontró con muchos desafíos para llevar a adelante la primera etapa del proyecto.

Andrea Arecco, licenciada en Turismo, creció con algunos conceptos básicos de conservación del medioambiente, sin embargo en aquel momento no era un estilo de vida como ahora. Con el pasar de los años y al mantener un contacto estrecho con la naturaleza por su profesión, fue cambiando sus hábitos y aplicó todos los conocimientos de su padre -quien ya falleció- y su hermana, ambos arquitectos para la planificación de su vivienda.

La casa está ubicada en un terreno con una pendiente muy empinada, motivo por el cual debió cambiar la idea de edificio que había imaginado en un primer momento.

“Hoy quería una vivienda de dos plantas en un solo bloque, sin embargo debimos adaptar el proyecto al terreno y a la orientación. Priorizamos la vista, busque materiales sustentables aislantes térmicos para evitar un consumo excesivo de aire acondicionado, entre otras cosas”, explicó Arecco.

Si bien el proyecto aún no concluyó, el objetivo es continuar con la misma línea amigable con el medio ambiente. La primera parte del edificio fue edificada en un  terreno con selva secundaria, solamente los primero metros del terreno fueron nivelados, se conserva la vegetación y la pendiente original en concordancia con la vista.

La construcción se realizó con materiales aislantes térmicos, ladrillos Retak, ventanales DVH, doble membrana bajo techo y muros de contención de hormigón armado con utilización de botellas PET.

“Yo buscaba una construcción que me permita evitar el uso del aire acondicionado y sobre todo el uso de calefactores ya que sufro mucho el frío, es por ello que optamos por invertir en estos materiales, que nos ofrecían esas características. Su valor se amortiza con los ahorros futuros en energía eléctrica”, explicó.

La planificación de la vivienda también contempló el uso responsable de los recursos, en el caso del agua como ser doble descarga en inodoro, recolección de agua de lluvia a través de los desagües pluviales para riego.

En lo que respecta a la electricidad, la vivienda cuenta con iluminación interior de led, ya en el exterior los artefactos son de led, solar o con uso de fotocélulas, para las conectadas a la red eléctrica.

Cuenta con termotanque solar, todos los artefactos eléctricos son de eficiencia energética A. También tiene aire acondicionado eficiencia energética A y gas R410 que es más eficiente y no afecta la capa de ozono.

Además la vivienda cuenta con sistema de calefacción placa cerámica de bajo consumo Ecosol, con tecnología Nanosilver y Turmalina en baño. El área social tiene un bihogar a base de bioetanol, combustible no contaminante elaborado con caña de azúcar o maíz. Todas estas medidas implementadas en el proyecto permiten un importante ahorro en el consumo de energía eléctrica la vivienda consume un promedio de 150 w en los últimos cinco años.

“Yo tenía un sistema de calefacción a aceite, que ya no lo usaba porque son tóxicos. Al construir la casa opté por los paneles calefactores Ecosol, que se calientan a través de energía eléctrica por Efecto Joule, luego emiten un 85% de su calor por radiación según la ley de Stefan-Boltzmann. Esto permite que se logren los objetivos con la cuarta parte de consumo energético”, explicó.

Otra de las características más importantes es el uso de calefón solar “fue una de las mejores inversiones, tengo agua caliente en toda la casa, tengo la opción para los días nublados o muy fríos utilizar energía eléctrica para calentar el agua. Mi sueño es generar mi propia energía eléctrica con un sistema de paneles solares y baterías, es uno de mis proyectos”.

El biohogar es otra de las instalaciones ecológicas de la vivienda y funciona a base de bioetanol, un combustible no contaminante también conocido como etanol o alcohol etílico que se obtiene del procesamiento de la caña de azúcar o de la planta de maíz, no producen cenizas, humo ni olor. Tampoco precisan chimeneas, ni redes de alimentación de electricidad o gas, por lo que para instalarlos no hace falta mano de obra especializada. Conservarlos es también muy sencillo y no requiere ajustes ni mantenimientos periódicos.

“Este combustible es biosustentable. Es decir que, además de ser un recurso renovable, no daña al entorno en el que se utiliza. Su combustión –silenciosa, limpia y segura– despide solamente vapor de agua y dióxido de carbono, que son devueltos al medio ambiente en cantidades semejantes a las que extrajeron las plantas que le dieron origen. Tampoco produce cenizas, humo ni olor. Una vez terminada la combustión de todo el combustible no quedan restos de ninguna naturaleza en el depósito del artefacto”, explicó

Actualmente el proyecto está concluido en un 50 por ciento, falta el sector del subsuelo donde se construirán dos habitaciones, un vestidor y un baño. 

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