Ataque de patota en Campo Ramón

Dolor y reclamo de justicia de la joven que perdió un embarazo

Tras cumplir reposo, el último miércoles fue sometida a una intervención urgente. La ecografía obstétrica confirmó “actividad cardíaca negativa”. Los agresores están libres
miércoles 30 de diciembre de 2020 | 6:05hs.
Dolor y reclamo de justicia de la joven que perdió un embarazo
Dolor y reclamo de justicia de la joven que perdió un embarazo

Yamila Retamoso (22) pasó internada la Nochebuena debido a una intervención quirúrgica de urgencia por la pérdida de su embarazo de dos meses a consecuencia de los golpes que padeció a principios de diciembre, al ser atacada por una patota cuando se hallaba con su pareja en un camping de la localidad de Campo Ramón.

“Fue la peor Navidad de mi vida. Más allá del dolor físico, siento una enorme tristeza porque tenía muchas ilusiones con el bebé que estaba en camino. Todavía no entiendo por qué tanta locura, por qué tanta maldad…”, alcanzó a decir la joven antes de quebrase en llanto.

Con la angustia a flor de piel, Retamoso le confirmó a El Territorio el peor presagio que le hicieron los médicos el 7 de diciembre pasado, cuando padeció desprendimiento de placenta y pérdidas debido a un golpe en la panza propinado por uno de sus atacantes.

Así, su embarazo se complicó enormemente y por ello le recomendaron reposo por dos semana, lo que cumplió a rajatabla, pero al realizarse el control la ecografía obstétrica confirmó “actividad cardíaca negativa”.

Al respecto, la joven precisó que “el martes (22 de diciembre) tenía mucho dolor y tenía que hacerme la eco, fui al hospital y confirmaron que perdí al bebé. El miércoles me hicieron el raspaje (legrado) y tuve que quedar internada hasta el viernes. Ahora tengo que cuidarme y hacer reposo”.

Retamoso y su pareja, Hernán Avellaneda, fueron agredidos el pasado 7 de diciembre en un camping ubicado sobre ruta provincial 103, municipio de Campo Ramón, a unos ocho kilómetros del centro de Oberá.

Excarcelados

Las víctimas identificaron a varios de los agresores, de los cuales fueron detenidos Orlando G. (35), Guillermo D. S. (24) y Gastón P. (23), este último suboficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) con prestación de servicio en la Unidad Penal II de Oberá.

También identificaron a un cuarto con el alias de Paraguay, quien además de participar del ataque en el camping habría sido quien los amenazó con un arma de fuego, tal como precisaron los damnificados.

Los tres primeros permanecieron detenidos una semana y luego fueron excarcelados.

De todas formas, fuentes del caso mencionaron que la situación procesal de los citados se complicaría a partir de la pérdida del embarazo de Retamoso, al punto que podrían volver a ser detenidos. El expediente se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.

“Los que mataron a mi bebé son unos asesinos y tienen que estar presos. Le quitaron la vida a un inocente y andan libres como si nada. Voy a luchar hasta mis últimas fuerzas para que se haga justicia”, subrayó Retamoso.

Según comentó en diálogo con este matutino, el ataque de la patota se produjo luego de una discusión porque la joven y su novio apagaron la música ya que estaban juntando sus cosas para volver a Oberá.

“Fue una locura. A mi pareja le pegaron en la cabeza con un bate y lo podrían haber matado. A mí me pegaron en la panza”, lamentó.

Con relación al hecho, Avellaneda comentó que aprovecharon el feriado del 7 de diciembre para ir a un camping con una pareja amiga y todo transcurrió con normalidad hasta las 18.30, aunque observaron que el grupo al que pertenecían los agresores estuvo consumiendo alcohol y marihuana.

“Toda la tarde estuvieron fumando porro”, precisó el joven.

“Nos apuntaron con un arma”

A eso de las 18.30 sus amigos ya habían regresado a Oberá y comenzaron a juntar sus cosas porque a las 19 estaba previsto que los busque un remís.

“El problema empezó cuando apagamos la música. Ahí nos empezaron a decir cosas y se pusieron cada vez más violentos. En un instante se abalanzaron sobre nosotros y nos atropellaron. Uno tenía un bate y le golpeó a mi novio. A mí me dieron un codazo en la panza y después un batazo en la pierna”, detalló la joven.

A varios de los agresores los conocían de vista, entre ellos al penitenciario.

Ante la disparidad numérica trataron de defenderse como pudieron y subieron al remís, pero ahí empezaría la segunda parte de la pesadilla.

“Paramos en la entrada para llamar a la Policía y ahí nos atacaron de vuelta. Todavía no sé cómo zafamos, cómo no nos mataron, porque estaban muy sacados. Los tiraron piedras y botellas, el remisero quedó en shock y no podía arrancar el auto. Por suerte pudo y salimos hacia Oberá, pero lo que vivimos en la ruta fue de terror”, graficó el muchacho.

Según su relato, los agresores los siguieron en un Corsa negro y trataban de chocarlos o cerrarles el camino.

Con lágrimas de angustia por revivir ese momento, Retamoso aseguró: “Lo peor fue cuando nos persiguieron, como que querían que tumbemos. Y al llegar a la rotonda de la ruta 14 y nos apuntaron con un arma. Ahí sentí una cosa muy fea en la panza”.

La joven fue trasladada al hospital, donde constataron desprendimiento de placenta, lo que posteriormente derivó en la pérdida de su embarazo. 

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