Estiman que la recuperación de media distancia demandará unos tres años

El transporte de media distancia en la provincia volvió a operar hace un mes, luego de estar completamente parado entre marzo y mediados de noviembre, cuando la Subsecretaría de Transporte habilitó a las empresas las líneas para conectar nuevamente a los municipios. En ese primer mes, el movimiento se recuperó de manera progresiva, pero muy lejos de los niveles previos a la pandemia por el Covid-19.

Referentes del transporte misionero resumieron que el presente es complejo, dado que muchos operan entre el 30% y 50% de la capacidad, lo que en su conjunto no permite cubrir los costos para el funcionamiento de los rodados, que en los últimos meses se encareció.

En este sentido, la falta de actualización de los pasajes, que mantienen los mismos precios desde 2019, complican aún más la puesta en marcha de los vehículos y señalan que la actividad opera a pérdida (ver página 4).

También manifestaron que, por el aumento de contagios de coronavirus, principalmente en Posadas, la demanda para los viajes disminuyó y que, de cara a las fiestas de fin de año y a las vacaciones de verano, los pedidos no se reactivaron y son sustancialmente inferiores a los registrados entre finales de 2019 y principios de 2020 (ver Fiestas y verano...).

Por otra parte, consideraron que la reactivación plena de la actividad dentro de la provincia requerirá de unos tres años con movimiento en su totalidad y que, por consecuencia del parate y la falta de actualización de los costos, ven imposible la compra de nuevos rodados para el transporte de pasajeros dentro de la tierra colorada.

Reactivación condicionada

Juan Manuel Fouce, titular de la Cámara Misionera de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Caemtap), consideró que en el primer mes de funcionamiento de los micros de media distancia “los ingresos que se lograr obtener en muy pocas oportunidades logran pagar los costos de los servicios que se prestan”. En términos generales el movimiento de pasajeros se ubicó en torno al 30%.

En diálogo con El Territorio, calificó la situación de crítica luego de ocho meses sin actividad, a lo que se sumó un incremento en los costos para la prestación del servicio.

“Estos ocho meses generaron una caída del valor de las empresas que no se vio nunca, que desmadraron todos los ingresos y las reservas de fondos que podría tener una empresa en materia de insumos. El daño que hubo en estos meses hasta que se volvió a la actividad, en el contexto actual, va a insumir por menos de tres años en una actividad normal, porque hoy por hoy no se van a poder comprar nuevas unidades”, manifestó.

Es que la recaudación que se obtuvo en este mes no es la suficiente para cubrir los costos que demanda la puesta en marcha de un vehículo, entre ellas, de combustibles, limpieza, mantenimiento de la unidad y neumático, a lo que se tiene que sumar el pago de los salarios del personal, que actualmente opera al 50% de su capacidad total.

“Hoy las empresas están prestando un servicio que genera déficit y reponerse no será fácil, porque las empresas están en una situación de incertidumbre, porque no se sabe qué pasará, de si habrá nuevas restricciones o no. Pero la situación es crítica, una crisis igual a la de 2001, que en los cuatro años siguientes no se pudieron adquirir nuevas unidades por la disminución de los ingresos”, mencionó.

Al mismo tiempo, indicó que en las últimas semanas se notó una merma en la demanda hacia los destinos que tuvieron un incremento de contagios de coronavirus, entre ellos, Posadas.

En este sentido, Fouce expresó: “La gente no quiere trasladarse mucho de un lugar a otro, y si lo hace, utiliza sus propios medios particulares, como un auto. Lo cierto es que la utilización disminuyó como servicio público para el turismo. Y a ello hay que sumar la gravedad que esto representa para una empresa, que tiene una estructura para funcionar al 100 por ciento, pero lo está haciendo entre un 30 y 50 por ciento de su capacidad, lo que termina generando un costo que no se sabe cómo se podrá afrontar, más aún que ya confirmaron que el programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP) deja de funcionar en diciembre y el año que viene será complicado sin una actualización tarifaria o una mayor compensación”.

Un mes complicado

Por su parte, Sergio Prox, empresario e integrante de la Asociación Misionera de Empresarios de Transporte, realizó un balance del movimiento desde el 17 de noviembre -cuando regresó efectivamente la circulación de los micros sobre las rutas misioneras- a la fecha, y señaló: “La recuperación fue muy lenta y el movimiento muy poco. Tiene que ver con que hay muchos usuarios que tienen miedo a la exposición del virus y prefieren no viajar a los municipios que registran más contagios, pero aquellos que lo utilizan cumplen y respetan los protocolos vigentes. Por ejemplo, tenemos barbijos a la venta a precio de costo a 20 pesos por si alguien se olvida, pero la gente tiene mucha conciencia sobre el tema y se cuida. Pero la demanda aún es baja, los micros se ocupan al 50 por ciento de su capacidad y, en mi caso en particular, tengo el 60 por ciento de las líneas habilitadas”.

Subrayó que la mayor demanda se da en el servicio suburbano, cuyo trayecto es inferior a los 60 kilómetros.

“El contacto con las colonias únicamente es a través de los colectivos, que se lo utiliza para ir al médico, y el regreso del transporte dio vida principalmente a las colonias, pero los viajes a las ciudades más grandes es aún más limitado”, dijo Prox.

En tanto, Carlos Martignoni, titular de la firma homónima, afirmó que “en los meses que estuvimos parados aguantamos como pudimos y, cuando regresó el servicio a mediados de noviembre, sabíamos que íbamos a tener una baja concurrencia por el cierre de las terminales y que muchos, progresivamente, se fueron enterando de la vuelta del servicio”.

Recordó que en los primeros días la situación fue crítica, ya que “nos costó pagar el combustible al principio, y de una manera muy lenta recuperamos un poco de caudal de gente, pero sin dudas no llegamos a los valores que teníamos antes de la pandemia porque operamos sólo con el 50 por ciento de los servicios, que fue lo que nos autorizó la Subsecretaría de Transporte”, dijo el empresario.

Mientras, Fernando Kruse, propietario de la firma homónima, especificó que “la cantidad de gente que está viajando es muy poca, y creemos que es una cuarta parte de lo que antes viajaban. Estamos poniendo los coches en la calle con menos frecuencia, al 30 por ciento del servicio que teníamos antes, y la gente viaja muy poco”.

Fiestas y verano con bajas expectativas

De cara a las fiestas y las vacaciones de verano, las empresas proyectan una temporada complicada para el sector a raíz de la pandemia por el coronavirus, que en lo que va de diciembre marcó un crecimiento notable en el número de contagios. Por ello, muchos prefieren viajar en autos particulares antes que utilizar el servicio de transporte para movilizarse de un municipio a otro.

“Hasta el momento los pedidos son muy pocos y puntuales. Anteriormente, los usuarios solían reservar sus pasajes, pero ahora como no se sabe qué pasará, no lo hacen. No hay demanda puntual para fin de año ni para las vacaciones, cuando estimamos que habrá un crecimiento del turismo interno”, adujo Prox.

Martignoni, en tanto, recordó que “antes solía haber compras anticipadas por el turismo en las vacaciones y con capacidad llena para días puntuales, dentro de los meses de diciembre y febrero. En marzo caía un poco. Pero ahora, con los meses que no pudimos trabajar, pedimos una parte del sector del cual dependía de nosotros para movilizarse y ahora acude a otras opciones. Creemos que vamos a trabajar un poco más, pero con poco entusiasmo porque la situación es crítica. No vamos a poner refuerzos y no estamos ni siquiera cerca de lo que fue la demanda para las fiestas del año pasado. Lo único posible es en cuanto al turismo interno en enero, del cual casi no hay reservas”.